La teoría del apego es resultado de las investigaciones realizadas por John Bowlby y Mary Ainsworth (Bretherton, 1991). Al primero se le reconoce su aportación de una nueva manera de ver el vínculo emocional entre un niño pequeño y sus cuidadores. Ainsworth es reconocida por sus estudios que explican las diferencias individuales en el apego y su concepto de base segura. Para (Bowlby, 1989) el apego tiene una función biológica de protección, de tal modo que se cuenta con personas con un vínculo afectivo dispuestas a acudir en apoyo en caso de requerirse.
En el estudio del apego adulto sobresalen los estudios de Hazan y Shaver quienes proponen que el amor romántico es un proceso de apego en el que se forman vínculos afectivos entre los amantes, similares a los que se forman entre un niño pequeño y sus cuidadores (Hazan & Shaver, 1987). Existen distintos estilos de apego adulto con características relativamente duraderas, que modelan no solo las relaciones interpersonales particulares, sino que pueden estructurar la calidad de las interacciones de todas las relaciones cercanas (Bartholomew, 1994; Cantón Duarte & Cortés Arboleda, 2000).
El apego puede clasificarse teniendo en cuenta dos dimensiones, una de ansiedad y otra de evitación (Bartholomew & Horowitz, 1991): aquellos con baja puntuación en ambas dimensiones son los seguros, cómodos con la intimidad y autónomos en sus relaciones; aquellos bajos en ansiedad pero altos en evitación son evitantes, compulsivamente independientes, con tendencia a minimizar la importancia de las relaciones interpersonales; los que puntúan bajo en evitación pero alto en ansiedad, son los preocupados respecto a sus relaciones cercanas, dependientes de otros, demandantes de los demás para su propio bienestar y autoestima; por último se encuentran los que puntúan alto en ambas dimensiones, que son los temerosos, dependientes de otros para su bienestar pero rechazantes por miedo a ser abandonados.
Los estilos de apego adulto son la constelación de conocimientos, expectativas e inseguridades que las personas sostienen de ellas mismas y de sus relaciones cercanas (Fraley & Roisman, 2019). Las diferencias individuales en el estilo de apego están relacionadas con una amplia gama de antecedentes del desarrollo, incluyendo la temprana sensibilidad maternal, cambios en la misma, la ausencia del padre, las competencias sociales tempranas y la calidad de las amistades más cercanas (Fraley et al., 2013).
La hiperactivación o desactivación del sistema de apego es lo que da paso a sus distintos estilos, con procesos cognoscitivos, afectivos y conductuales particulares (Pepping et al., 2018). Respecto a la desactivación o el estilo evitante se reporta no creer en el amor, poco interés romántico, bajos niveles de compromiso, inhibición emocional, relaciones sexuales sin emoción ni compromiso, aumento de actividades sexuales solitarias como la masturbación, pasar más tiempo a solas, pocas habilidades sociales y tener un estilo de autopresentación muy positivo y autosuficiente; en la hiperactivación se reporta un fuerte deseo de intimidad y poca confianza en que será recíproco, ser incapaz de inspirar amor, dificultad para la regulación emocional, preocupación constante de ser rechazado, abandonado o recibir desaprobación, usar las relaciones sexuales para intensificar la intimidad, actuar de manera impotente, necesitada y ser propenso a buscar seguridad excesiva.
De acuerdo con la teoría el apego, un estilo seguro facilita el funcionamiento del sistema conductual de cuidados y la provisión empática de los mismos ante el sufrimiento de los demás con una influencia positiva en notar y reaccionar favorablemente ante el sufrimiento de la pareja romántica y aún de personas extrañas (Shaver et al., 2019). El apego de tipo seguro predice la empatía cognoscitiva a través de la mediación de la reevaluación cognoscitiva y no de la supresión de la expresión emocional, lo que sugiere que las personas que puntúan alto en la seguridad del apego con mayor frecuencia reevalúan sus emociones, lo que les permite tomar la perspectiva de los demás de una manera adecuada (Troyer & Greitemeyer, 2018). Mientras que aquellos con apego evitante reportan bajos niveles de empatía afectiva debido a que emplean la supresión de la emoción.
El apego seguro promueve el sentido de cercanía y la extensión en la que los miembros de la red social son convocados para cumplir con funciones de apego (Gillath et al., 2019). En contraste, el apego inseguro tiende a debilitar la densidad y complejidad de sus redes sociales, impide brindar apoyo efectivo a la pareja romántica, en especial en el caso de los hombres. Esto debido a que las personas ansiosas tienden a sentirse menos valoradas y apreciadas cuando su pareja se encuentra en momentos de angustia (Jayamaha et al., 2017). Por lo regular, en lugar de proporcionar ayuda, pueden mostrarse humillantes, rechazantes e invalidar al otro.
A mayores niveles de apego evitante, menores de compromiso, satisfacción, amor, intimidad, confianza y pasión en la pareja, por lo que la evitación puede afectar la calidad de las relaciones en general (Medina et al., 2016). Mientras que el apego ansioso, está relacionado de manera negativa con la satisfacción y el compromiso en la pareja. Al hacer comparaciones por género, los autores señalan que las mujeres puntúan más alto en ansiedad y los hombres en evitación. Lo que concuerda con el estudio de Monteoliva et al. (2012), quienes mencionan que las mujeres están más dispuestas que los hombres a manifestar y hacer saber sus sentimientos a sus parejas, así como a mantener en general un promedio menor de relaciones románticas.
Respecto al estudio del apego en personas sin pareja, los solteros son un grupo poco estudiado a pesar de que el número de individuos que retrasan el matrimonio o nunca se casan está en aumento (Brumbaugh, 2017). En comparación con personas que se encuentran en una relación amorosa, se ha encontrado que los solteros son globalmente más inseguros en sus relaciones de apego. Schachner et al. (2008) encontraron una asociación entre el apego ansioso y la soltería en hombres, lo que puede deberse a los roles tradicionales de género que promueven la expectativa de que debe ser el hombre el que tome la iniciativa para comenzar una relación, lo que implica el riesgo de ser rechazado. Así mismo, la soltería a largo plazo ha sido asociada con depresión, ansiedad general y afecto negativo como la soledad.
Las experiencias pasadas o existentes en las relaciones cercanas intervienen en la formación de nuevas relaciones. Al estudiar a un grupo de jóvenes adultos solteros, Brumbaugh (2017) encontró que aquellos a quienes les preocupaban sus relaciones con amigos o hermanos tenían mayor probabilidad de sentirse ansiosos hacia casi todas las personas, mientras que aquellos que se distanciaban emocionalmente de amigos y hermanos se sentían igualmente distanciados solo cuando se encontraban con personas con características que les recordaban a sus otros significativos.
Las personas solteras, a diferencia de las que están en una relación, tienden a reportar bajos niveles de satisfacción sexual general, indicando que la ausencia de una pareja íntima regular resulta en insatisfacción sexual, recurriendo a alternativas como el sexo casual y la masturbación (Schachner et al., 2008). Las personas que permanecen solteras a largo plazo debido a procesos asociados con la evitación del apego tienen mayor probabilidad de presentar resultados deficientes en distintas áreas de la vida, como un pobre ajuste psicosocial (Pepping & MacDonald, 2019).
Sin embargo, también se ha encontrado que el tener un número adecuado de hermanos y amigos es benéfico para las personas solteras debido a que se disminuyen los niveles de evitación, lo que puede conducir a cultivar una personalidad abierta en la parte afectiva y a proporcionar apoyo emocional (Brumbaugh, 2017). Además de que las personas solteras pueden encontrar protección emocional de los efectos negativos de su soltería en distintas fuentes (Pepping & MacDonald, 2019). Los autores señalan que los factores protectores para las personas evitantes pueden ser el éxito profesional y el logro de metas. Mientras que para las personas ansiosas el buscar relaciones fuera de la esfera romántica puede ser protector.
Un aspecto importante para tener en cuenta en el estudio del apego es la cultura a la que se pertenece. El tipo de apego tiene resultados distintos en las relaciones cercanas dependiendo de si la cultura es colectivista o individualista (Friedman et al., 2010). En el caso específico de México, a diferencia de culturas individualistas, se ha encontrado que a mayores niveles de evitación, menor satisfacción en las relaciones, menor percepción de apoyo social y un mayor conflicto interpersonal.
Para la medición del apego adulto se han diseñado instrumentos en distintos contextos culturales. Respecto a las escalas utilizadas en población mexicana se encuentra la versión española del Experiences in Close Relationships (ECR) Adult Attachment Questionnaire (Alonso-Arbiol et al., 2007). La escala se compone de 32 reactivos divididos en dos factores, evitante y ansioso, que explican el 34.6% de la varianza, con un Alfa de Cronbach de 0.87 y 0.85 respectivamente. También se ha empleado la Escala de Estilos de Apego Adulto para la población mexicana (Márquez-Domínguez et al., 2009). El instrumento se compone de 73 reactivos divididos en tres factores, seguro, ansioso y evitante que explican el 55.49% de la varianza, con un Alfa de Cronbach de 0.81 a 0.88 entre sus factores. Para el contexto mexicano se encuentra además la escala de Padilla Bautista y Díaz-Loving (2016) que evalúa el apego en adultos, que explica el 59% de la varianza con un Alfa de Cronbach de 0.62 a 0.79 entre sus factores.
De los instrumentos anteriores, el primero de ellos fue desarrollado en un contexto cultural anglosajón para después ser traducido y adaptado a un español europeo. Además, dicho instrumento solo evalúa el aspecto inseguro del apego con sus dos dimensiones de ansiedad y evitación. Respecto a los otros dos instrumentos, aunque se desarrollaron en un contexto mexicano, solo evalúan el apego romántico, dejando de lado los vínculos afectivos del adulto fuera del contexto de pareja como son las relaciones familiares y de amistad.
Por lo anterior, el objetivo de la presente investigación fue desarrollar una escala valida, confiable, culturalmente relevante que evalúe el estilo de apego adulto con otros significativos, independientemente del tipo de relación que se tenga con dichas figuras de apego y así poder realizar evaluaciones incluyentes de personas solteras sin pareja. Así como tener un instrumento que permita evaluar no solo el aspecto inseguro del apego, sino también la seguridad de los vínculos afectivos en las relaciones interpersonales en general. Para lograr el objetivo, la presente investigación se llevó a cabo por medio de tres estudios.
Método
Estudio 1: Análisis Factorial Exploratorio
Con base en los supuestos teóricos del apego, se procedió a elaborar una escala tipo Likert para evaluar el estilo de apego predominante en las relaciones con otros significativos independientemente del tipo de relación. De acuerdo con los supuestos teóricos de Bartholomew y Horowitz (1991), se redactaron diez reactivos por área del apego a evaluar: seguro, evitante, preocupado y temeroso. Se obtuvo una escala preliminar de cuarenta reactivos que fue piloteada para identificar reactivos confusos para los participantes y se procedió a realizar las modificaciones pertinentes.
Participantes
Se contó con la colaboración de 400 personas voluntarias, 219 hombres y 181 mujeres, con un rango de edad de 18 a 60 años (M = 25.18, DE = 9.49). El 61.25% tenía estudios de preparatoria, 29.5% de licenciatura, 4% de secundaria, 2.75% de posgrado, 1.75% de primaria y el 0.75% no respondió. El 76.75% reportó ser soltero, 12.75% casado, 5.5% vivir en unión libre, 3% ser divorciado, 1.5% separado y el 0.5% viudo. Todos residentes de la ciudad de México y área Metropolitana. El criterio de eliminación fue que los participantes respondieran de manera incompleta el instrumento de medición. El muestreo fue no probabilístico de oportunidad (Kerlinger & Lee, 2002).
Instrumentos
El instrumento incluyó tres apartados: el primero contiene una explicación general de los objetivos del estudio, la confidencialidad de la información y el anonimato del participante; el segundo apartado está integrado por un cuestionario de datos sociodemográficos; el tercer apartado contiene la escala compuesta de 40 reactivos cuya opción de respuesta tuvo un intervalo de seis puntos que van de Totalmente en desacuerdo (1) a Totalmente de acuerdo (6). La Tabla 1 muestra algunos de los reactivos de la escala.
Totalmente en desacuerdo | Totalmente de acuerdo | |||||
---|---|---|---|---|---|---|
19. Temo mostrar más de mí por miedo a que me rechacen | 1 | 2 | 3 | 4 | 5 | 6 |
21. En una relación afectiva, temo ser abandonado | 1 | 2 | 3 | 4 | 5 | 6 |
27. Me siento seguro de mis relaciones afectivas a pesar del tiempo y la distancia | 1 | 2 | 3 | 4 | 5 | 6 |
37. Evito establecer relaciones afectivas con otras personas porque me divierto cuando estoy solo | 1 | 2 | 3 | 4 | 5 | 6 |
40. Mis metas y actividades me impiden invertir en relaciones afectivas. | 1 | 2 | 3 | 4 | 5 | 6 |
Procedimiento
Los participantes se localizaron en áreas recreativas de la ciudad de México y área Metropolitana. Se les explicó brevemente el objetivo de la investigación. Se hizo énfasis en que la información proporcionada era anónima y confidencial. Se les pidió firmaran que estaban de acuerdo en participar. Se procedió a entregar el instrumento para que fuera respondido en papel y lápiz. Se aclararon las dudas que los participantes llegaron a tener y al finalizar se les agradeció su participación y tiempo brindado.
Resultados
Con los datos obtenidos se siguieron los lineamientos de Reyes-Lagunes (1993). Para detectar y corregir errores en la base de datos se realizó: a) análisis de frecuencia; b) sesgo para la identificación de la distribución de los reactivos dentro de la curva normal; c) correlación ítem-total para ver la relación de cada reactivo con la escala total; d) prueba t de Student para discriminación de reactivos; e) para conocer las dimensiones que conforman el constructo del apego se realizó un análisis factorial exploratorio y un f) alfa de Cronbach para obtener la consistencia interna de los factores y de la escala total.
Como resultado de los análisis (sesgo, correlación ítem-total y prueba t de Student), de los 40 reactivos iniciales quedaron 33, a los que se les aplicó un análisis factorial exploratorio con el método de extracción de factorización de ejes principales, con rotación ortogonal y método Varimax. La prueba de esfericidad de Bartlett (X 2 = 1411.39, gl = 120, p = 0.001) y la medida de adecuación muestral de Kaiser-Mayer-Olkin (KMO = 0.844) mostraron una interrelación satisfactoria entre los reactivos, necesaria para realizar un análisis factorial exploratorio (Leech et al., 2015). El criterio que se siguió para considerar un reactivo como parte de un factor fue que tuviera un peso factorial igual o mayor a 0.40, con Eigenvalue mayor a 1. Los criterios para conservar factores fueron que hubiera interpretabilidad razonable en su conformación y que estuvieran conformados por al menos tres reactivos (Lloret-Segura et al., 2014). Como resultado del análisis factorial exploratorio, la escala quedó compuesta por 16 reactivos distribuidos en cuatro factores (ver Tabla 2) que explican el 38.09% de la varianza, con un Alfa de Cronbach de 0.46 a 0.83 entre sus factores.
Reactivos | Factores | |||
---|---|---|---|---|
1 | 2 | 3 | 4 | |
21. En una relación afectiva, temo ser abandonado | .742 | .177 | .052 | -.045 |
20. Me da miedo recibir menos afecto del que yo doy | .711 | .097 | .078 | -.144 |
30. El sólo pensar que otros me pueden rechazar me pone ansioso | .680 | .031 | .281 | -.008 |
19. Temo mostrar más de mí por miedo a que me rechacen | .615 | .169 | .213 | -.157 |
29. Me siento ansioso cuando los demás ignoran mis necesidades | .586 | .078 | .182 | .025 |
36. Temo perder mis relaciones afectivas | .556 | .203 | .012 | .095 |
6. Necesito que me digan constantemente que me aman y me valoran | .463 | .069 | .021 | .133 |
23. Hay áreas en mi vida que a nadie le permito conocer | .068 | .657 | .118 | -.018 |
24. Me incomoda hablar de mis sentimientos con los demás | .144 | .611 | .241 | .062 |
35. Oculto a los demás cómo me siento por dentro | .284 | .531 | .149 | .000 |
9. Me resulta superficial tener relaciones afectivas con otras personas | .050 | .074 | .510 | -.140 |
8. Me molesta cuando alguien quiere conocer más de mí | .129 | .185 | .453 | -.005 |
37. Evito establecer relaciones afectivas con otras personas | .205 | .229 | .400 | -.071 |
25. En momentos de dificultad, busco consuelo y refugio con personas importantes para mí | .076 | -.031 | -.067 | .501 |
15. Me siento tranquilo con las relaciones afectivas que tengo | -.350 | -.138 | -.008 | .501 |
13. Considero que soy una persona digna de amor y cuidados | .040 | .114 | -.082 | .442 |
Número de reactivos | 7 | 3 | 3 | 3 |
Varianza Explicada | 23.813 | 6.467 | 5.124 | 2.688 |
Alfa de Cronbach | .826 | .660 | .495 | .461 |
Media | 2.375 | 3.450 | 2.320 | 4.825 |
Desviación Estándar | 1.020 | 1.237 | 0.956 | 0.922 |
Nota: 1=preocupado, 2=temeroso, 3=evitante, 4=seguro
El factor preocupado se caracteriza por bajos niveles de evitación y altos de ansiedad en sus relaciones interpersonales. Es dependiente de los demás para su propia aceptación, por lo que busca la aprobación de manera constante. Tiene miedo a ser abandonado por las personas significativas para él, lo que le genera un estado de ansiedad y vigilancia de sus relaciones. El factor temeroso se caracteriza por tener altos niveles de evitación y de ansiedad. Suele tener un concepto negativo de sí mismo y de los demás, se anticipa al rechazo por lo que evadirá involucrarse de manera cercana con otros como forma de protección. El factor evitante se distingue por tener altos niveles de evitación y bajos de ansiedad. Tiene un buen autoconcepto, es altamente independiente y minimiza la importancia de las relaciones interpersonales debido a que percibe a los demás como poco confiables y no disponibles. El factor seguro posee bajos niveles de evitación y de ansiedad. Tiene un adecuado autoconcepto, se concibe como digno de amor y de cuidados, se siente cómodo con las relaciones interpersonales cercanas ya que percibe a los otros como accesibles y dadores de cuidados. La seguridad en sus relaciones le permite manejar adecuadamente las ausencias y ser autónomo.
Se aplicó una correlación de Pearson para conocer la relación entre los factores de la escala, los resultados se muestran en la Tabla 3.
Preocupado | Temeroso | Evitante | Seguro | |
---|---|---|---|---|
Preocupado | 1 | |||
Temeroso | .339** | 1 | ||
Evitante | .300** | .353** | 1 | |
Seguro | -.197** | -.083 | -.162** | 1 |
Nota: **p ≤ 0.01; * p ≤ 0.05
Para analizar si había diferencias entre las personas con pareja y sin pareja respecto a los estilos de apego, se realizó una prueba t de Student para muestras independientes en la que se compararon dos grupos, aquellos en una relación de pareja (casados y en unión libre) y los que no la tenían, o no de manera formal (divorciados, solteros, viudos y separados). Los resultados mostraron diferencias estadísticamente significativas solo en el factor seguro t (398) = 3.163, p <.01, puntuando las personas con pareja más alto en seguridad relacional (M = 5.13) que aquellas que reportaron no tener pareja (M = 4.75). El tamaño del efecto fue de d = 0.405.
Estudio 2: Análisis Factorial Confirmatorio
Participantes
Colaboraron 700 personas voluntarias, 252 hombres y 445 mujeres (tres participantes no indicaron su género), con un rango de edad de 18 a 60 años (M = 30.63, DE = 10.76). De los cuales el 47.3% declaró tener una escolaridad de preparatoria, el 25.6% de licenciatura, el 18.6% de secundaria, el 4.6% de primaria y el 3.9% de posgrado. Respecto al estado civil, el 50.4% reportó ser soltero, el 26% casado, el 12.6% vivir en unión libre, 5.3% ser divorciado, 4.9% separado y el 0.8% viudo. Todos residentes de la ciudad de México y área metropolitana. El criterio de eliminación fue que los participantes respondieran de manera incompleta el instrumento de medición. El muestreo fue no probabilístico de oportunidad (Kerlinger & Lee, 2002).
Instrumentos
Se utilizó la escala de Apego Adulto y Soltería, producto del análisis factorial exploratorio, compuesta por 16 reactivos distribuidos en cuatro factores (preocupado, temeroso, evitante y seguro), con opciones de respuesta tipo Likert de seis puntos que iban de Totalmente en desacuerdo (1) a Totalmente de acuerdo (6).
Procedimiento
Se localizó a los participantes en zonas recreativas de la Ciudad de México y área Metropolitana, a los que accedieron a colaborar se les explicó el objetivo del estudio, se les pidió firmaran el consentimiento informado, se garantizó su participación anónima y la confidencialidad de sus datos. Se procedió a entregar el instrumento para que fuera respondido en papel y lápiz. Se aclararon las dudas y se agradeció el tiempo brindado.
Resultados
Se efectuó un análisis factorial confirmatorio con base en el programa de ecuaciones estructurales (Kline, 2011), mediante la utilización del programa AMOS 21. Las varianzas de las variables latentes se fijaron en 1.0. Las varianzas de los términos de error fueron especificadas como parámetros libres. Se empleó el método de estimación de máxima verosimilitud (ML), que es una técnica iterativa que intenta encontrar la mejor solución probando distintas soluciones posibles, hasta encontrar la mejor (Miles & Shevlin, 2006). Los índices de bondad de ajuste obtenidos para la escala fueron: (1) X 2 / df = 263.761 / 95 = 2.77; (2) índice de ajuste comparativo de Bentler (CFI, Comparative fit index) = 0.940, (3) raíz cuadrada media de error de aproximación (RMSEA, Root mean square error of approximation) = 0.05; (4) GFI (Goodness of fit o bondad de ajuste) = 0.954. Miles y Shevlin indican que, si el valor de X 2 es pequeño y produce un resultado no significativo, es un indicador de que los datos ajustan al modelo. En suma, el modelo presentó niveles admisibles de ajuste a los datos, lo cual confirma la estructura factorial obtenida en el análisis exploratorio. La Figura 1 muestra el modelo confirmatorio de la escala.
En este estudio, el factor preocupado presentó un Alfa de Cronbach de 0.85, el temeroso de 0.66, el evitante de 0.55 y el factor del apego seguro un Alfa de Cronbach de 0.50.
Para ver las diferencias entre las personas con pareja y sin pareja respecto al apego, se realizó una prueba t de Student para muestras independientes. El grupo uno lo conformaron las personas dentro de una relación de pareja (casados o en unión libre) y el dos aquellos que reportaron no tener pareja o no de manera formal (divorciados, solteros, viudos y separados). Los datos mostraron diferencias estadísticamente significativas en: el estilo preocupado, t (698) = -2.366, p <.05, puntuando más alto en ansiedad las personas sin pareja (M =2.56) que aquellas que reportan tenerla (M = 2.35), con un tamaño del efecto de d = -0.183; respecto al estilo temeroso, t (698) = -3.289, p <.01, de igual forma las personas sin una relación reportaron niveles más altos de inseguridad (M = 3.45) que aquellas en una relación (M = 3.11), con un tamaño del efecto de d = -0.254; se resaltan las diferencias en el estilo seguro, t (698) = 4.268, p <.01, puntuando más alto en seguridad las personas con pareja (M = 5.08) que aquellas que reportaron no tenerla (M = 4.76), con un tamaño del efecto de d = 0.327.
Estudio 3: Validez Concurrente
Se obtuvo la validez concurrente de la escala de apego adulto global, que refiere a la validación de la nueva prueba por medio de su comparación con una medida del constructo ya existente (Coolican, 2005).
Participantes
Se contó con la participación de 201 personas voluntarias, 80 hombres y 118 mujeres (tres participantes no respondieron), con un rango de edad de 18 a 60 años (M = 32.24, DE = 112.38). El 47% declaró tener una escolaridad de preparatoria, el 21.5% de licenciatura, el 14% de secundaria, el 11.5% de técnico, el 3.5% de posgrado y el 2.5% de primaria. Referente al estado civil, el 55.2% reportó ser soltero, el 22.4% casado, el 14.4% vivir en unión libre, 3.5% ser separado, 3% divorciado y el 1.5% no respondió. Todos residentes de la ciudad de México y área Metropolitana. El criterio de eliminación fue que los participantes respondieran de manera incompleta los instrumentos de medición. El muestreo fue no probabilístico de oportunidad (Kerlinger & Lee, 2002).
Instrumentos
Se utilizaron dos escalas: La Escala de Apego Adulto y Soltería, producto de los análisis factorial exploratorio y confirmatorio del presente estudio y la versión española del Experiences in Close Relationships (ECR) Adult Attachment Questionnaire de (Alonso-Arbiol et al., 2007). Se utilizó la versión de 32 reactivos (recomendada por los autores para estudios en habla hispana), distribuidos en dos factores, evitante y ansioso. El cuestionario tiene una escala de respuesta tipo Likert con un rango de 1 (totalmente en desacuerdo) a 7 (totalmente de acuerdo). La escala explica el 34.6% de la varianza, con un Alfa de Cronbach de 0.87% para el factor evitante y del 0.85% para el ansioso.
Procedimiento
Los participantes se localizaron preferentemente en áreas recreativas de la ciudad de México y área Metropolitana. Se les explicó brevemente el objetivo de la investigación. Se hizo énfasis en que la información proporcionada era anónima y confidencial. Se les pidió firmaran que estaban de acuerdo en participar. Se les entregó el instrumento para que fuera respondido en papel y lápiz y se aclararon las dudas que los participantes llegaron a tener. Al finalizar se les agradeció su participación y tiempo brindado.
Resultados
Con los datos obtenidos se realizaron correlaciones producto momento de Pearson entre los factores de ambas escalas. La Tabla 4 muestra el resultado de las correlaciones.
Preocupado | Temeroso | Evitante | Seguro |
|
|
|
---|---|---|---|---|---|---|
Preocupado | 1 | |||||
Temeroso | .401** | 1 | ||||
Evitante | .303** | .388** | 1 | |||
Seguro | .024 | -.124 | -.185** | 1 | ||
Ansioso | ||||||
(ECR) | .726** | .322** | .215** | .073 | 1 | |
Evitante | ||||||
(ECR) | .335** | .356** | .458** | -.265** | .187** | 1 |
Nota: **p ≤ 0.01; * p ≤ 0.05
Para determinar las diferencias en el apego de personas con pareja y sin pareja, se realizó una prueba t de Student para muestras independientes. Un grupo formado por personas en una relación (casados y en unión libre) y aquellas sin pareja o no formal (divorciados, solteros, viudos y separados). Los resultados mostraron diferencias estadísticamente significativas solo en el estilo seguro del apego, t (192) = 2.790, p <.01, puntuando las personas con pareja más alto en seguridad (M = 4.89) que las que no se encuentran en una relación (M = 4.50), con un tamaño del efecto de d = 0.421.
Discusión
Los resultados del estudio uno, mostraron que se obtuvo una escala que evalúa los componentes teóricos y empíricos del apego adulto más allá del aspecto romántico. Un instrumento que evalúa no solo la inseguridad del apego, sino también la seguridad de los vínculos.
En el estudio uno se resalta la relación entre los estilos preocupado, evitante y temeroso, lo que puede sugerir que una persona con vínculos afectivos en los que predomina la ansiedad, puede experimentar o manifestar intranquilidad, temor y rechazo en sus relaciones. En el caso del apego seguro, solo se relacionó de manera negativa con el apego preocupado y evitante. Es importante la relación que se observa con respecto a la evitación debido a que estudios como el de Friedman et al. (2010) han mostrado que tiene un efecto especialmente negativo en las relaciones interpersonales, en el caso específico de México, impactando el apoyo social percibido y la satisfacción con las relaciones en general, lo que puede llevar al conflicto interpersonal.
Con el estudio dos se confirmó la estructura factorial de la escala sugerida por el estudio exploratorio, lo que demuestra su consistencia y validez. Se observó que los índices de confiabilidad mejoraron en los distintos factores que componen la escala, aunque el puntaje es bajo en algunos de ellos, debido en parte al número de reactivos que los componen. Por este motivo y para dar mayor validez al instrumento propuesto, se realizó el estudio tres, en el que se evalúa la validez concurrente de la nueva escala.
Respecto al estudio tres, se encontraron correlaciones adecuadas entre los factores de las dos escalas comparadas, lo que sugiere que se está midiendo el mismo constructo. Evidencia que aporta mayor validez a la escala de Apego Adulto y Soltería. Los factores preocupado, temeroso y evitante correlacionaron de manera positiva con la ansiedad y la evitación del cuestionario ECR. El apego seguro correlacionó de manera negativa con la evitación del ECR. En este estudio, las correlaciones de los factores de la escala propuesta se mantienen con niveles adecuados, confirmando la relación de los distintos estilos de apego inseguros, solo correlacionando negativamente de manera significativa el apego seguro con el evitante, lo que puede entenderse a la luz de estudios como el de (Friedman et al., 2010) respecto al impacto negativo de la evitación en las relaciones cercanas de la población mexicana.
Un aspecto que resaltar del instrumento elaborado en la presente investigación es su capacidad de identificar las diferencias entre las personas con pareja y sin pareja respecto al apego. Los resultados de los tres estudios realizados mostraron que aquellos que reportaron tener pareja puntuaron más alto en seguridad en sus vínculos afectivos que aquellos que reportaron no tenerla, lo que es consistente con lo mencionado por Brumbaugh (2017), quien señala que las personas solteras son globalmente más inseguras en sus relaciones de apego. Sin embargo, es importante mencionar que las diferencias en los estilos de apego están relacionadas con una amplia gama de situaciones y no solo a la ausencia de pareja. Por ejemplo, Fraley et al. (2013) mencionan que las competencias sociales y la calidad de las amistades cercanas pueden estar relacionadas a dichas diferencias individuales en el apego.
Con respecto a la seguridad del apego encontrada en el grupo de personas con pareja, es importante mencionar que se le ha relacionado con la empatía (Troyer & Greitemeyer, 2018), con la provisión de cuidados ante el sufrimiento ajeno (Shaver et al., 2019) y con la promoción de un sentido de cercanía (Gillath et al., 2019). Estas características en conjunto harán de una persona un buen compañero en diferentes ámbitos: romántico, familiar y de amistad. Además, dichas características facilitarán el establecimiento y mantenimiento de cualquier relación interpersonal. Por lo anterior, no es casualidad que las personas seguras en el apego sean aquellas que se encuentran en una relación estable, casados o que cohabitan.
El contar con una escala breve, valida y confiable que mida el apego adulto de manera global, independientemente del tipo de relación, permite no solo el estudio de las personas dentro de una relación romántica, sino que permite el análisis de una gama más amplia de personas, como las solteras, quienes de acuerdo con Brumbaugh (2017) están en aumento. Lo que es importante debido a que se ha relacionado la soltería con la ansiedad en el apego, la que a su vez se relaciona con depresión, ansiedad y afecto negativo (Schachner et al., 2008).
Se ha encontrado que el apego ansioso impide brindar apoyo efectivo, así como influir en la tendencia de invalidar al otro, rechazarlo o humillarlo (Jayamaha et al., 2017). También se ha encontrado que el apego ansioso puede impactar la salud física, ya que se le ha relacionado con enfermedades cardiovasculares, un sistema inmune disminuido y enfermedades crónicas como el cáncer (Pietromonaco & Beck, 2019). Además de que las personas con apego ansioso y temeroso pueden ser más proclives de buscar mejorar o intensificar la intimidad a través de las relaciones sexuales, lo que las puede llevar a ser menos selectivas y a caer en prácticas de riesgo (Pepping et al., 2018). Estos resultados son relevantes para una intervención adecuada por parte de los profesionistas de la salud mental.
Respecto a los resultados de los tres estudios realizados, solo en el dos se encontraron diferencias significativas entre las personas con pareja y sin pareja en el apego preocupado y el temeroso, lo que resalta la importancia de realizar más investigación al respecto que esclarezcan las diferencias. También es importante señalar que para futuras investigaciones se recomienda analizar el tiempo de relación o el tiempo de soltería de los participantes, ya que puede tener un efecto en la forma en que se vinculan con otros.
Conclusión
La presente escala mostró ser un instrumento válido y confiable, culturalmente relevante que permite el estudio del constructo dentro y fuera del vínculo romántico, esto es, evalúa el apego tanto de personas en una relación como de aquellas que reportan no tenerla, pero que tienen vínculos afectivos con otros significativos como lo es la familia y amigos.
Por mucho tiempo dentro de la psicología se descuidó el estudio del apego de las personas adultas sin pareja, pero estudios como el de Schachner et al., (2008) empezaron a dar luz a esta parte del conocimiento, mencionando que las personas solteras tienen figuras de apego que les proporcionan una base y un techo seguro, configurando su jerarquía de apego de manera distinta a como lo hacen las personas dentro de una relación. Las figuras de apego comunes fuera de lo romántico son familiares y amigos, lo que pretende medir la presente escala. Este instrumento de medición es una contribución en el estudio del apego que supera los límites románticos.
Los estudios que se realizaron en la presente investigación mostraron de manera consistente diferencias en la seguridad del apego entre personas sin pareja y con pareja. Los datos sugieren que el tener una relación de pareja estable está relacionado con la seguridad global dentro de las relaciones cercanas, lo cual concuerda con la mencionado por Gillath et al. (2019). Es de resaltar que en las tres muestras los resultados fueron consistentes, siendo las personas que puntuaron más alto en apego seguro aquellas que tenían una pareja romántica estable, ya que eran personas casadas o que cohabitaban.