Introducción
Durante los últimos años del periodo conocido como “desarrollo compartido” e inicios de la década de 1980, la economía mexicana experimentó una pérdida de dinamismo económico que ha conllevado entre otras cosas a la inestabilidad tanto económica como política y social. Lo que se ha venido experimentado a partir de dicha década ha contribuido a incrementar las desigualdades económicas y sociales al interior del país.1
Parte de esa marcada desigualdad puede observarse en las áreas rurales del territorio mexicano, donde se concentra el 16 %2 de la superficie destinada a la agricultura y el 22 % de la población mexicana.3 Las condiciones adversas se acentuaron en mayor medida debido a la negligencia en la que el gobierno mexicano incurrió a partir de la firma del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) en 1994, en el que se dejó a los pequeños productores en franca desventaja competitiva, con negociaciones poco favorables y sin el proteccionismo ni apoyo que las otras naciones sí ofrecieron a su sector agrícola, una “financiarización” de la agricultura que ha mermado al campo mexicano.4
La situación de la agricultura mexicana no es ajena a lo que sucede a nivel mundial, la mayoría de los países en vías de desarrollo presentan estos síntomas y dependen de este sector para subsistir. Ante este continuo de problemas, algunos productores han optado por abandonar el campo mexicano, mientras que otros han podido sobrevivir, sin embargo, una atención especial recibe en este documento aquellos productores que su sobrevivencia se debe al cultivo de la amapola y la obtención de la goma de opio.5
Pese a los esfuerzos realizados por los diferentes gobiernos, la producción de cultivos ilegales (así como la demanda de drogas y los problemas que estas acarrean) se ha incrementado en el mundo. De acuerdo con el Informe Mundial de Drogas 2018, se cultivaron 418 hectáreas de amapola en el mundo en el 2017 (37 % más que el 2016), de lo cual se obtuvieron 10,500 toneladas de opio, donde el 80 % de la producción se concentró en Afganistán, los incrementos tanto en los campos de Afganistán como en Myanmar (segundo productor) llevaron a una reducción en el precio del opio (al menos un 47 % de diciembre 2016 a diciembre 2017). Por otra parte, la demanda de opio sufrió también una caída debido a un efecto sustitución, derivado del uso de opioides sintéticos como el tramadol y el fentanilo, de manera tal que, los usuarios de drogas como la heroína han optado por un cambio parcial o total del producto. Estos cambios en el mercado del opio han tenido implicaciones en los países productores.6
México ha adquirido una gran relevancia en la distribución de los cultivos ilícitos como en la producción, esto debido a la cercanía con uno de los más grandes demandantes de estupefacientes, ya que el área fronteriza de México-Estados Unidos se ha utilizado para el tráfico de todo tipo de actividades ilegales.7 En el caso del cultivo de la amapola, se tienen registros que desde la década de los cuarenta ya se tenía producción de amapola en varios estados mexicanos, en la actualidad está producción se concentra en la Sierra Madre Occidental y la Sierra Madre del Sur, esta última incluye al estado Guerrero.8
La presente investigación indaga sobre los motivos que conducen a los productores de una localidad de la sierra de Guerrero, a producir un cultivo ilícito como la amapola. Aspectos particulares que también se plantearon son la identificación de factores que intervienen en la elección de esta actividad, percepciones sobre ventajas y desventajas de tal actividad y obtención de información sobre costos, precios y rendimientos del cultivo de amapola.
Para la realización de esta investigación se consideró un enfoque cualitativo que involucró entrevistas, recolección y análisis de datos sobre costos y beneficios del cultivo de la amapola. La obtención de la información fue mediante un cuestionario aplicado a los productores ubicados en una localidad del municipio de Atoyac, Guerrero. Como hipótesis se tiene que el principal incentivo de los productores son los rendimientos económicos obtenidos por la venta de goma de opio.
El estudio de los cultivos ilícitos ha recibido cierta atención académica. Esta actividad puede deberse a múltiples factores (al menos ocho), los cuales se podrían agrupar en: cuestiones socioeconómicas (pobreza, marginación, altos rendimientos), debilidad institucional (corrupción, gobierno no funcional), conflictos armados (desplazamiento forzado, violencia, grupos armados controlando el proceso productivo) y tenencia de la tierra (territorios abandonados e inaccesibles). En términos de investigaciones por cultivos, estos se han concentrado en su mayoría en el cultivo de hoja de coca en los Andes (principalmente Colombia) y en el cultivo de opio en Asia (Vietnam y Afganistán).9
Para el caso Colombia se han abordado investigaciones que relacionan la coca con los problemas del narcotráfico y los conflictos armados, centrándose en que los problemas agrarios originaron los conflictos armados, ya que los despojos de tierras del evento de la Violencia y la integración de grupos de autodefensas de origen campesino llevaron a la creación de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC).10 También se plantea que la continuidad del conflicto armado ha conducido a una expansión e incremento de la producción de la hoja de coca, ya que buena parte de los rendimientos del producto se utilizan para financiar esos conflictos.11
Se menciona que en Colombia el motivo para la realización de esta actividad es económico, el cual se origina por la facilidad de siembra, la garantía de venta y los precios.12 Sin embargo, se ha adoptado este cultivo como subsistencia por diversos factores, por ejemplo, que los campesinos lo hacen como una fuente segura y estable de ingresos y como consecuencia de los bajos e inapropiados niveles de apoyo y acompañamiento de instituciones de nivel central como de los gobiernos departamentales y municipales.13 Gran parte de la producción de los cultivos ilícitos se realizan en las zonas rurales colombianas debido a las condiciones agroecológicas y a que son las más vulnerables porque son áreas con marcados problemas sociales, económicos, políticos y ambientales, lo que ocasiona que los campesinos adopten una cultura ilícita.14
Un grupo de autores han abordado para Colombia la cuestión ambiental y su relación con los cultivos no lícitos, por un lado, se ha analizado el daño a los bosques colombianos por la expansión de la producción de hoja de coca.15 Otras investigaciones cuestionan las afectaciones a la biodiversidad debido a que en las campañas de erradicación se ha usado aspersión aérea con agentes tóxicos (glifosato),16 así como la falta de estudios que profundicen sobre la tala de bosques y escasez de agua.17
Finalmente, en términos de la hoja de coca, han recibido cierta atención las investigaciones relacionadas con el arraigo cultural y la producción (y consumo) de coca y sus derivados, debido a que ancestralmente se ha manifestado como parte de la cultura de las poblaciones indígenas andinas. Ante este hecho, las investigaciones indagan y abogan por una reglamentación que permita el consumo y explotación de la hoja de coca como derecho ancestral-cultural para fines medicinales y rituales.18
En cuanto al opio, los estudios se han dado principalmente para Afganistán, este país tiene una alta producción de opio a nivel mundial, la economía del opio tiene múltiples explicaciones en las que pueden considerarse: estrategia de adaptación, las ganancias debido a las transacciones comerciales y fuente de financiamiento para la insurgencia talibana.19 Estudios sobre la intervención del gobierno norteamericano para reducir la producción de opio en dicho país muestran que las propuestas se encaminaron a la reconversión de cultivos y la persecución de los grupos delictivos, tal situación llevó a la creación de una fuerte corrupción que no ha permitido reducir el problema del opio.20
El estudio sobre opio realizado para Vietnam explica cómo dicho país redujo los cultivos ilícitos en un 98 % en el periodo comprendido entre 1990 y 2000. Analizando la producción histórica de opio en Vietnam se destaca que dicha reducción es un ejemplo de que se puede tener éxito en la erradicación de cultivos ilegales. Se presentan cuatros factores o elementos que llevaron al resultado: 1) fuerte presencia de la autoridad en el área; 2) vigilancia extrema a los productores; 3) aplicación de la ley e implementación de planes de desarrollo rural, y 4) represión como arma efectiva para concientizar sobre actividades ilícitas.21
En el caso de México, existen estudios en su mayoría enfocados a los problemas del tráfico de drogas, sin embargo, que se relacionen con la adopción de cultivos ilícitos por pobladores de zonas rurales se pueden mencionar al menos cuatro. Sobre la relación entre la migración o cultivar mariguana y amapola en la sierra de Sinaloa,22 acerca de cambios en la actividad agrícola y adopción del cultivo de mariguana cuando la situación económica empeora en las montañas de Michoacán,23 del cultivo de amapola y mariguana como estrategia de carácter familiar para la supervivencia en ciertos municipios de Chiapas, Guerrero y Oaxaca24 y finalmente, el análisis de la relación que guarda la violencia, el narcotráfico y el cultivo de la amapola en Guerrero, donde se menciona que los productores de este cultivo en la entidad son pocos y quienes en un intento por escapar de la pobreza decidieron dedicarse a lo ilícito en lugar de migrar.25
Esta investigación busca aportar en esta temática, abordando la situación de la producción de opio en el área rural, bajo el enfoque de costos y rendimientos económicos y las experiencias de los involucrados. Para tal propósito este documento se desarrolla en cuatro apartados, el primero es el caso de la producción de amapola en México, partiendo del combate histórico al cultivo ilícito amapola por parte del gobierno mexicano y las particularidades del lugar de estudio; posteriormente se presenta la información sobre costos y rendimientos reportados por los productores tanto de cultivos como maíz, frijol, entre otros, como los incurridos en la goma de opio. La siguiente sección presenta parte de las experiencias y percepciones que los productores tienen sobre sus vidas, familias, ventajas y desventajas de realizar dicha actividad. Finalmente se ofrecen conclusiones.
Producción de amapola en México
El opio llegó a México durante el porfiriato y era importado de Estados Unidos, Europa y Asia, su uso era medicinal y estaba prohibido para otro fin diferente a este. A partir de la década de los cuarenta, se empieza a plantar amapola en Sinaloa, otras entidades donde también se observaron plantíos fueron Sonora, Durango y Chihuahua, a la par, se inicia la persecución militar de esta actividad, erradicando los plantíos y encarcelando a los involucrados. Durante la siguiente década la producción de goma de opio mantenía su condición de clandestinidad y desplazaba ciertos cultivos y actividades, ganaba adeptos por los altos precios y rendimientos, en una hectárea sembrada se podrían obtener hasta 10 kg de goma con un precio de 4 mil a 5 mil pesos el kilo. Para fines de los sesenta, el precio por kilogramo se triplicaba, pasando a 15 mil pesos y a partir de esta fecha las actividades de esta índole ilícita se asociaban con el término “narcotráfico”.26
El auge obtenido por las actividades no lícitas llegaría a un punto crítico en la década de los setenta, las medidas para contrarrestar el narcotráfico fueron planteados en “Plan Canador”, “Operación Cóndor”, “Fuerza de Tarea Marte”, entre otros, donde se buscaba emplear todo el recurso humano y material para erradicar de la sociedad mexicana el mal denominado narcotráfico.27 En las décadas posteriores la dinámica sería más o menos la misma, las actividades ilícitas aumentarían, los grupos criminales disputarían sus zonas de operación, mientras que el asedio de la seguridad pública sería solo a los principales líderes de los grupos criminales (sin la intensidad mostrada en los setenta) ya con una imagen y credibilidad debilitada.
En el 2006 se alcanza a un segundo punto de importancia en materia del combate de cultivos ilícitos y narcotráfico con la llegada del presidente Felipe Calderón (2006-2012), quien se propuso combatir a los cárteles del narcotráfico bajo la consigna de que estas actividades atentaban con la seguridad nacional. Su homólogo George W. Bush (2000-2008) consideraba que el narcotráfico mexicano estaba sobrepasado, amenazaba la seguridad de su país y podría alcanzar niveles de terrorismo, por lo que decidió unirse a la cruzada mexicana mediante un pacto bilateral conocido como “Iniciativa Mérida”, el cual consistiría en que el país vecino brindaría apoyo financiero en cinco puntos: profesionalización de policías, provisión de tecnología, reforzar el poder judicial, apoyar el programa anticorrupción y apoyar económicamente el desarrollo social. La estrategia al igual que el “Plan Colombia”28 se sustentó básicamente en la militarización y de la misma manera fracasó, los resultados no fueron los esperados, incrementado notablemente la violencia e inseguridad en el país. Nuevamente, los esfuerzos se habían centrado en la oferta de narcóticos y no en la demanda.29
Desde el 2012 México participa en el Programa de Monitoreo de Cultivos Ilícitos de Amapola denominado: MEXK54 “Sistema de Monitoreo de Cultivos Ilícitos en el Territorio Mexicano” (colaboración de la UNODC y el Gobierno Mexicano) cuyo objetivo ha sido la estimación de las áreas de cultivo en los meses que van de julio a junio. Los reportes sobre áreas sembradas, erradicadas y rendimiento se muestran en la Tabla 1, un incremento en área sembrada se presentó de 2016-2017 para posteriormente reducirse en el siguiente periodo, la estimación oficial del rendimiento solo ha sido posible para el último año.30
Superficie sembrada (ha) | Superficie erradicada (ha) | Rendimiento goma de opio (kg/ha) |
---|---|---|
26,100 (2014-2015) | 26,426 (2015) | NA |
25,200 (2015-2016) | 22,436 (2016) | NA |
30,600 (2016-2017) | 29,592 (2017) | NA |
28,000 (2017-2018) | 23,623 (2018) | 16.1 |
Fuente: elaboración con datos del monitoreo de cultivos ilícitos UNODC 2014-2015, 2016-2017 y 2017-2018.
De acuerdo con el monitoreo, las áreas de cultivo de amapola se concentran en la Sierra Madre Occidental y la Sierra Madre del Sur, esta última incluye a Guerrero, que es actualmente el líder nacional en cultivo de amapola. Las condiciones de la sierra de Guerrero proveen de ciertas ventajas que incentivan el crecimiento y desarrollo del cultivo de la amapola, como son las condiciones biofísicas del lugar, el clima, así como las características del suelo que permite que esta planta se apodere de cualquier superficie de la sierra y las condiciones extremas del lugar (áreas aisladas, de poco acceso, alta marginación). Al igual que otras entidades del sur de México, Guerrero presenta también lamentables condiciones sociales: primer lugar a nivel nacional en marginación y en 2018, el 66.5 % de la población guerrerense era pobre y el 26.8 % vivía en extrema pobreza (segundo lugar a nivel nacional, en ambos casos). Históricamente la entidad ha sido catalogada como una entidad “violenta” con altas tasas de homicidios y luchas permanentes entre diferentes carteles de la droga.31
Sobre la amapola, no existe un acuerdo sobre la llegada de dicho cultivo a Guerrero, se mencionan que pudo haber sido en 1973, aunque también se dice que pudo haber sido antes, en 1965 ya que de acuerdo con las acciones del Plan Cóndor, desde 1972 ya se encontraban una alta concentración de militares en territorio guerrerense, para 1975 se empezaba erradicar el plantío de la amapola por vía área, en 1977 tanto aérea como terrestre y para 1978 se abogaba para que solo fuera terrestre. Se argumenta también que en esta década la proliferación del cultivo de la amapola por territorio guerrerense se debió a que se le permitió a policías y militares cultivar amapola en su intento por sofocar guerrillas en la sierra, particularmente en la persecución de comunistas del Partido de los Pobres.32
En las décadas posteriores, el cultivo de amapola y la producción de goma de opio fueron posicionando a Guerrero como un productor líder a nivel nacional, lugar que aún ocupa en la actualidad como puede constatarse mediante la estimación de superficie de erradicación del cultivo de amapola. Entre 2007 y 2015 se suprimieron 263,503 hectáreas de este cultivo a nivel nacional, correspondiendo la mitad al área de Guerrero, donde 21 de sus 81 municipios figuraban en la lista de los 50 municipios con mayor densidad de erradicación a nivel país.33
A pesar de los avances en la estimación de la amapola en México, existe en la actualidad una carencia de información sobre precios y rendimientos. Según el reporte (oficial) para el 2018, el rendimiento nacional de goma de opio era de 16.1 kg/ha y para Guerrero era de 13.3 kg/ha, sobre un posible incremento en la productividad a partir de 2015 se ha indagado poco.34 En cuanto a los precios, considerando que en Guerrero pueden obtenerse hasta tres cosechas al año, el precio disminuye durante la temporada de lluvias, para el periodo 2010-2015 se reportó un precio por kilogramo que osciló entre 13 mil a 17 mil pesos, para el 2018 el precio se presentó a la baja alcanzando entre 5 mil y 3 mil pesos.35
¿Por qué se vive de la amapola?
Se vive produciendo opio porque tiene el mayor rendimiento económico que cualquier otro cultivo. La anterior respuesta, así como otros resultados que se ofrecerán son producto del ejercicio de investigación que se realizó en una localidad del municipio de Atoyac de Álvarez Guerrero.
Ante un previo acercamiento para entrevistar a los productores de estos cultivos se definió que al menos 10 de ellos estaban dispuestos a participar, sin embargo, solo seis de ellos pudieron finalmente ofrecer sus respuestas, el resto argumentó que estaba en temporada de recolección del producto.
Las entrevistas se realizaron del 1 al 6 de abril de 2018, mediante un cuestionario previamente estructurado con preguntas tanto abiertas como cerradas. El cuestionario se conformó en un primer segmento por la identificación de la institución, el objetivo de la entrevista, el sentido de confidencialidad, seguido de algunos datos socioeconómicos (edad, estado civil, ocupación, dependientes económicos, etcétera), en un segundo segmento se consideraron preguntas para conocer costos, precios, superficies, producción y rendimiento de los cultivos tanto tradicionales como la amapola, finalmente un segmento de preguntas abiertas respecto a las ventajas y desventajas de realizar dicha actividad.
Los residentes de la localidad de estudio anteriormente se dedicaban a la producción de café, como también a la producción de cultivos básicos (tradicionales) como el maíz y el frijol. Sin embargo, desde hace ya algunos años se han dedicado a la producción de amapola, cultivo que es considerado ilícito, ya que el producto obtenido es utilizado para la producción de heroína. Estos pequeños productores perciben esta actividad como una fuente para obtener mayores ingresos, ya que los suelos no son lo suficientemente aptos para producir otros tipos de cultivos o variedades que sean rentables, en parte también por las exigencias de calidad (café), así como las afectaciones por otros factores (plagas, enfermedades, cambio climático, falta de subsidios gubernamentales, entre otros), lo que los ha llevado a la apuesta por la producción de amapola. Aunque se reconoce que es una actividad ilegal y con grandes desventajas, se reconoce que acarrea más beneficios económicos que cualquier otro cultivo tradicional.
Dentro del análisis del rendimiento económico de la producción de amapola, se les pidió en primera instancia detalles sobre los insumos utilizados para la producción de esta, pero también se les solicitó detalle de costos y rendimientos de cultivos tradicionales (que realizan solo para autoconsumo). La Tabla 2 reporta los montos erogados para todos los tipos de cultivo, en sus temporadas de siembra (meses) superficie sembrada, costos, precios de insumos y rendimientos, por su parte, en el anexo se muestran los costos de los insumos requeridos únicamente en la producción de amapola.
Productor | Tipo de cultivo | Superficie (ha) | Gasto en insumos (pesos) |
Precio venta (pesos/kg) |
Rendimiento | Temporada (siembra-cosecha) |
---|---|---|---|---|---|---|
1 | Maíz | 2 | 4000 | 4.5 | 1 ton | junio-noviembre |
1 | Frijol | 1 | 1000 | 18 | 300 kg | septiembre-diciembre |
1 | Café | 5 | 8000 | 20 | 1 ton | mayo-febrero |
1 | Opio | 2 | 19800 | 10000 | 6 kg | enero-abril |
2 | Maíz | 1 | 1500 | 4.5 | 1/2 ton | junio-octubre |
2 | Frijol | 1 | 1500 | 18 | 200 kg | agosto-diciembre |
2 | Opio | 1.5 | 33640 | 10000 | 8 kg | enero-abril |
3 | Maíz | 1 | 2000 | 4.5 | 1 ton | junio-diciembre |
3 | Frijol | 1 | 2000 | 18 | 300 kg | septiembre-diciembre |
3 | Opio | 0.5 | 15,000 | 10000 | 8 kg | noviembre-febrero |
4 | Maíz | 2 | 4000 | 4.5 | 1 ton | junio-noviembre |
4 | Frijol | 2 | 2000 | 18 | 600 kg | septiembre-diciembre |
4 | Opio | 0.5 | 22000 | 10000 | 8 kg | noviembre-marzo |
5 | Maíz | 2 | 9000 | 4.5 | 5.5 ton | enero-mayo |
5 | Frijol | 0.5 | 1500 | 18 | 200 kg | enero-abril |
5 | Opio | 1 | 38700 | 10000 | 8 kg | diciembre-abril |
6 | Maíz | 1 | 2000 | 4.5 | 1 ton | junio-octubre |
6 | Frijol | 1 | 700 | 25 | 144 kg | agosto-diciembre |
6 | Jitomate | 0.5 | 300 | 10 | 100 kg | agosto-noviembre |
6 | Opio | 0.5 | 12210 | 10000 | 4 kg | agosto-noviembre |
Fuente: elaboración propia.
Para obtener la Tabla 3 se seleccionaron los cultivos y los datos de los entrevistados para obtener resultados en kilogramos por hectárea (kg/ha) del rendimiento promedio, los gastos promedio de insumos y el precio promedio de venta, para el valor promedio producido se multiplicó el precio promedio por el rendimiento promedio, finalmente, para obtener las ganancias se le restaron los gastos al valor producido.
Cultivo | Rendimiento Promedio (kg/ha) |
Gasto promedio de insumos/ha (pesos) |
Precio promedio de venta (pesos) |
Valor promedio producción (pesos) |
Ganancias (pesos) |
---|---|---|---|---|---|
Maíz | 1150 | 2,400 | 4.5 | 5175 | 2,775 |
Frijol | 274 | 1,533 | 19 | 5,100 | 3,567 |
Café | 200 | 1,600 | 20 | 4,000 | 2,400 |
Jitomate | 200 | 600 | 10 | 2,000 | 1,400 |
Opio | 9 | 28,241 | 10,000 | 93,889 | 65,648 |
Fuente: elaboración propia.
El resultado obtenido es que el cultivo de amapola, representa una inversión alta, con poca superficie para siembra, con precio alto, y con rendimientos superiores a cualquier otro cultivo agrícola.
Una cuestión de interés que expresaron los productores es que producir cultivos tradicionales en la sierra de Guerrero presentaba grandes desventajas para su transportación y comercialización, ya que se requería de la búsqueda de mercados en los poblados vecinos, lo que además conllevaba a pérdidas por reducciones en el precio y mermas, sin embargo, producir goma de opio tiene la ventaja de que se evitan los costos de comercialización y transportación ya que los compradores se presenta en el área de producción, mientras que la gran desventaja es que su producción es ilegal, el productor podría perder su libertad en caso de ser capturado o bien, en cualquier momento del ciclo productivo todo el cultivo puede desaparecer, llevándose las inversiones realizadas al inicio y dejando al productor en la expectativa de un posible nuevo ciclo productivo sobreviviendo al día a día.
Goma de opio: pobreza, arraigo y prohibición
Una pregunta que se incluyó fue la autopercepción de los productores respecto al nivel de satisfacción de realizar la actividad, la cual en todos los casos fue “poca satisfacción”, las razones que dieron fueron: primero, es una actividad ilegal y que involucrarse ha sido una necesidad por sobrevivencia; segundo se ha presentado una reducción en el nivel de precios de la goma de opio.
Así las cosas, el conjunto de preguntas y respuestas permitieron que los resultados pudieran agruparse en tres ideas básicas. Por un lado, la producción y venta de opio como una forma de obtener altos ingresos en poco tiempo; segunda, una actividad que se ha generado por costumbre (herencia familiar) y cuya finalidad es la de medio de sobrevivencia y salida de la pobreza de las familias; tercera, el papel del gobierno como agente de regulador de actividades ilícitas y su poca (o nula) presencia para brindar soluciones.
Estas tres ideas se mezclan de manera frecuente. Si bien la primera ya se ha corroborado cuando se presentaron los datos sobre el rendimiento del cultivo de la goma de opio en la sección anterior, se manifiesta también en las experiencias de los productores. El caso de la segunda cobra un sentido particular ya que el rango de edad de los entrevistados fue de 24 a 51 años, siendo el estado civil que predominó el de casado, todos con dependientes económicos. En esta parte, los productores mencionan que cuando se trata del ciclo de producción, se llega a contratar a los pobladores de la misma localidad y no suelen involucrar a su familia (como sus hijos, por ejemplo), si algún familiar está involucrado podrían ser sus padres, ya que ellos son los que les han enseñado todo acerca de la producción de amapola. Inclusive perciben que lo realizan es un sacrificio cuyo fin es que sus familias (hijos) no sufran carencias económicas y no presenten un comportamiento delictivo como el de ellos.
En ese sentido, una productora que lleva 10 años consecutivos en esta actividad y la aprendió de su padre, quien fue uno de los pioneros en llevar a cabo la producción de amapola, señala que su interés en la producción de este cultivo se debe a que el tiempo que se lleva de la siembra a la cosecha es muy corto, así también al rendimiento que se obtiene es bastante aceptable, sin embargo, considera que se tienen desventajas, como es la pérdida total de la producción si existe presencia de las Fuerzas Armadas en la zona o bien por alguna contingencia:
Antes de que cultiváramos esto vivíamos en extrema pobreza, escasamente dormíamos en un petate, y pues hoy ya tenemos una cama digna donde dormir, una casa digna donde vivir, antes los techos eran de lámina de cartón, ahora no, ahora las casas ya son de material, de loza, ya tienen su piso de cemento, antes eran pisos de tierra, las casitas eran humildes de madera cercadas con tablas, para transportarse antes usábamos los caballos y los burros, ahora ya usamos carros y cuatrimotos, la vida cambió debido a esto, para bien pues, los que saben administrar su producción, su dinero pues lo aprovechan bien y viven dignamente, más que nada por acá en la marginación la gente lo aprovecha y la gente va viviendo mejor, porque pues no hay otra cosa que producir, porque debido al clima y al terreno que no son aptos para otros cultivos, el gobierno no da gran cosa de garantía de otros proyectos, no llegan proyectos por acá por lo mismo que son lugares marginados, no tenemos ayuda del gobierno más que un apoyito de Procampo, y el apoyo de Prospera pero otros no llegan como para hacer otro tipo de trabajo, es a lo único a lo que podemos ‘tirarle’ [dedicarse] a cultivar esto, ya sabemos que es ilegal pero pues desgraciadamente no hay otra cosa a que tirarle, más que a esto.
El más joven de los productores también comenta cómo llegó a ser un productor de amapola a través de su padre:
Él me enseñó [papá], soy el mayor de siete hermanos, tuve que dejar de estudiar para dedicarme a esto y ayudar a mi padre a sacar adelante a mis hermanos, yo dormía en la cama con 3 de mis hermanos porque no teníamos para comprar otra cama, pero cuando empecé a trabajar en esto y fui viendo mis ganancias, me compré mi cama, me compré mi ropero y poco a poco fuimos mejorando nuestra situación.
Afirma el último entrevistado de 37 años, quien lleva 8 años produciendo amapola y quien seguirá produciendo mientras esta siga teniendo buenos precios ya que otros cultivos no le darán para sacar adelante a sus tres hijos y su esposa, con la que no ha contraído matrimonio por la misma situación en la que se encuentran, “la boda es un lujo que no podemos darnos”, es algo que queda fuera de sus planes a futuro ya que sus prioridades son sus hijos, su alimentación y sus estudios “para que sean personas de provecho y no tengan que pasar por lo que nosotros pasamos”.
Los productores no perciben otras formas de mejora, más que produciendo amapola en condiciones extremas, tanto por las condiciones físicas como por las afrentas del mercado y la caída reciente en los precios de la goma, como se comenta en los párrafos siguientes.
El tercer entrevistado comenta:
La amapola da más dinero que cualquier otra cosa, la ventaja es que siembras poco y sacas mucho, no es como el frijol que siembras mucho y sacas poco, en la amapola pues es poco el terreno en donde uno siembra y es mucho lo que uno cosecha pues. La situación económica no ayuda, va exigiendo más y más y ya que los niños van a la escuela, la necesidad de mantener a mi familia pues me obliga a sembrar amapola, ya que el gobierno no apoya bien a los campesinos por acá en la sierra, nos vemos obligados a sembrar amapola o marihuana. No hay mercado para otros cultivos y si llega a haber está muy barato y no alcanza para lo que uno necesita y de la amapola pues esa sí rápido nada más saliendo la goma rápido cae el cliente, no hay necesidad de buscar mercado. Y si llegas a producir toneladas de maíz o frijol pues tienes que pagar para que lo saquen de la sierra a la ciudad y pues así no da, ese es el problema.
“Si nos va bien compramos comestibles para toda la temporada, pa’ no andar sufriendo” comenta el segundo entrevistado quien lleva 20 años produciendo este cultivo,
[…] a veces tenemos que andar de noche, sin foco, sin nada, para que no nos encuentren los soldados. Me siento tranquilo produciendo esto, porque pues aquí no hay otra cosa que hacer y pues de eso nos mantenemos, no hay otra cosa a que tirarle para vestirnos.
Afirma también no haber intentado alguna otra actividad que le genere ingresos y que sea legal, “tal vez pa’ el otro año siembre tomates y rábanos, ya que el precio de la goma ha bajado a más de la mitad”, un comentario contrastante ya que la mencionada “goma” está en un precio menor que la que se tenía hace un año, cuando era de $ 25 pesos por gramo y ahora está entre $ 8 y $ 10 pesos:
[…] cuando nos va bien pues que bueno, pero ahora imagínate nos trozó la planta el soldado y luego está muy barata, le invertimos como $ 30,000 y le sacamos solo 30 gramos. Y hay que sembrar más después de las aguas para ver si sale y nos recuperamos tantito, pues no nos queda de otra más que seguirle luchando.
Manteniéndose optimista considerando las altas y bajas que tiene esta actividad.
En cuanto a la intervención del gobierno, que ya se ha venido manifestando anteriormente, se puede decir que los productores perciben que existe poca o nula participación del gobierno para ofrecer una solución, el cultivo de la amapola es una actividad ilegal que amerita privación de la libertad,37 o en su caso destrucción total del cultivo. Por otra parte, no ven viabilidad en otros cultivos tradicionales ya que no todos reciben apoyos gubernamentales (subsidios).
“El gobierno no nos ayuda con apoyos para nuestro campo, al contrario nos perjudica al destrozar lo único de lo que nos mantenemos” comenta un tanto nervioso el tercer entrevistado.
Por su parte, otro de los entrevistados relata:
Mi experiencia como productor de amapola, la ventaja es que con lo que gano puedo comprar el comestible para la temporada de lluvias para estar prevenido, la desventaja es que corro el riesgo de perder todo lo que invertí, tuve una experiencia apenas, llegaron los soldados en la tarde cuando estábamos rallando tuvimos que salir corriendo mi peón y yo, nos mocharon la planta y perdimos todo, son las bajas que existen en este negocio, pero estamos conscientes de los riesgos que tenemos que pasar, y al sembrarla no pensamos que no habrá riesgo, cuando llega el gobierno y las troza se acaba todo, todo lo que invertiste se acaba, porque esto es algo ilícito y estamos consciente de eso.
Experiencia también confirmada por otro de los entrevistados:
Como a eso de las seis de la tarde nos cayeron los guachos [soldados], cuando vimos nos tenían rodeados, ni los escuchamos llegar, nada más de repente los vimos enfrente con sus rifles y nos tiramos a perder, corrimos y ellos venían detrás de nosotros, nos separamos y mi compañero lo andaban acorralando cuando no le quedó de otra que saltar un barranco como de 12 metros de altura y se andaba quebrando las costillas, ahí se quedó tirado, ya no lo buscaron los guachos porque ya era noche y no lo vieron, yo me escondí en unas pajoneras [matorrales] y ahí me quedé hasta como las 12 de la noche, y me fui a buscar a mi compañero, lo encontré como a la 1:30 de la madrugada, estaba todo golpeado y no se podía mover, me lo llevé casi cargando, dormimos en unas pajoneras mientras amanecía, ya cuando estaba aclarando nos fuimos bajando del cerro, llegamos al parejo donde habíamos dejado la mula y el burro, lo subí al burro y nos fuimos al barrio para que le dieran algo pal’ dolor, tardó un mes en poder moverse, pero ya andamos jalando otra vez.
Conclusiones
De acuerdo con la investigación realizada, los productores de opio de la localidad de Atoyac de Álvarez se dedican a esta actividad en gran parte porque la aprendieron de sus familiares más cercanos. Anteriormente sembraban cultivos tradicionales como maíz y frijol y dado el bajo rendimiento de estos, optaron por el cultivo de la amapola.
La producción de goma de opio tiene para ellos la ventaja de ser muy redituable económicamente, lo que les permite afrontar la pobreza, esto confirma la hipótesis planteada al inicio y coincide con la línea de investigaciones de ciertos autores que mencionan que son factores socioeconómicos los que llevan a la cultura ilícita. Entre las desventajas que se encontraron están la ilegalidad y las pérdidas sufridas en caso de que el ejército localice sus cultivos.38
Con la información obtenida por estos productores se obtuvo un rendimiento promedio de 9 kg/ha, el cual es menor al reportado oficialmente. Por otra parte, es preciso mencionar que en los meses posteriores a las entrevistas, el precio siguió reduciéndose drásticamente, pasando de 8 mil pesos a 5 mil pesos, alcanzando inclusive los 3 mil pesos. Como lo menciona el Informe Mundial de Drogas 2018, el incremento en la oferta mundial y el efecto sustitución por opioides sintéticos como el tramadol y el fentanilo contribuyeron a esa caída en los precios,39 lo que provocó una reducción en la rentabilidad del cultivo y al abandono parcial de dicha actividad.40 En lo respecta a este 2020, la prensa local hace mención que debido a la pandemia mundial por COVID-19, los productores de la zona de guerrero reportan un incremento en el precio de la goma de opio, entre 9 y 12 pesos el gramo, con lo que esperan un mejor rendimiento y continuar produciendo.
Aspectos que no se abordaron en este documento y que ameritan una investigación posterior son el papel del gobierno mexicano como agente que brinde soluciones a esta actividad, así como las afectaciones ambientales, pues al parecer los productores en su intento por obtener más rendimientos han olvidado u omitido los daños que esta actividad ocasiona en la biodiversidad del área.