1. TIPOLOGÍA DE METÁTESIS
La METÁTESIS es el proceso de reordenamiento o transposición de segmentos dentro de una cadena fonológica (Blevins & Garrett 2004: 117; Buckley 2011: 1380). Se ha considerado que su propósito es preservar los segmentos de otros procesos fonológicos que hipotéticamente les podrían afectar (Ultan 1971: 8), pero, como se va a demostrar en este trabajo, no es así en nuestro caso.
Los tipos de metátesis, descritos a nivel interlingüístico, están sistematizados en el siguiente esquema en unos pares opuestos:
(1) | local (adyacente) | de larga distancia (no-adyacente) |
sincrónica | diacrónica | |
sistemática | esporádica |
Dependiendo de la lengua, los casos de reordenamiento de segmentos en ella pueden ser evaluados utilizando estos parámetros generales. Estos no están vinculados entre sí de manera inherente, aunque se observan ciertas tendencias correspondientes. Por ejemplo, se considera que la metátesis diacrónica es usualmente esporádica (Becker 2000: 576).
Metátesis local es el cambio de posición entre dos segmentos adyacentes, siendo estos del tipo CC, CV o VV, mientras que su contraparte no-adyacente involucra los segmentos que pertenecen a la misma o diferentes sílabas: V1…V2 → V2…V1 o C1…C2 → C2…C1. En el caso del fenómeno sincrónico se trata de una variación, mientras que su contraparte diacrónica es un cambio concluido. Respecto del carácter sistemático o esporádico, estos criterios se definen por la presencia o ausencia de un patrón generalizado en la transposición de segmentos en la lengua.
2. CASOS DE METÁTESIS EN LAS LENGUAS CONTEMPORÁNEAS Y COLONIALES DE LAS TIERRAS BAJAS
El fenómeno de la metátesis en las lenguas mayas de las Tierras Bajas es prácticamente desconocido para los especialistas que trabajan este tema a nivel interlingüístico. Ninguna lengua maya aparece hasta el momento en la base de datos correspondiente a la Universidad de Ohio.1 No obstante, consideramos que se trata de datos muy valiosos, sobre todo porque tenemos la oportunidad de comparar la situación en las lenguas modernas, coloniales y una lengua registrada en los textos jeroglíficos mayas elaborados durante aproximadamente dos milenios entre el siglo III a.C. y el siglo XVIII d.C. En este trabajo nos vamos a enfocar en las inscripciones producidas durante el período Clásico (250-925 d.C.) y Posclásico Tardío (1200-1530 d.C.).
El reordenamiento de segmentos en las lenguas mayas se manifiesta predominantemente dentro de una sílaba, que puede ser tanto CV como CVC, los dos patrones silábicos básicos permitidos en ellas. Hay que destacar que estas sílabas no se combinan de manera aleatoria, sino que se organizan en un sistema jerárquico. Por ejemplo, para la lengua de las inscripciones se propone el siguiente esquema:2
(2) | CV | ti | ‘en’ |
CVC | chan | ‘cielo, arriba’ | |
CV-CV?3 | ta.li | ‘llegó (de)’ | |
CV-CVC | yu.tal | ‘frutal’ | |
CV-CV-CVC | K’a.na.siy 4 | ‘K’anasiy (nombre del mes)’ | |
CVC-CVC | pitz.laj | ‘jugó pelota’ | |
CV-CVC-CVC | ’a.jaw.niy | ‘se había convertido en señor’ | |
CVC-CV-CVC | chum.wa.niy | ‘se había sentado’ | |
CV-CVC-CV-CVC | yu.xul.na.jal | ‘su grabado’ |
En (2) se puede observar que las sílabas CV no se podían alojar después de las sílabas CVC, en la posición final de una secuencia silábica *CVC-CV, *CV-CVC-CV, *CVC-CVC-CV, etc. Al parecer, tampoco estaban permitidas las estructuras léxicas del tipo *CV-CV-CV. Hay indicios de que estas restricciones tenían que ver con el patrón acentual (Baboshkin 2016: 61; 63-68).
Cabe destacar que, como se demostrará más adelante, el reordenamiento de segmentos en las lenguas mayas de las Tierras Bajas se observa principalmente dentro de las raíces CVC, de las bases léxicas y de las formas lexicalizadas CV-CVC y, salvo unos pocos ejemplos, no involucra la carga morfológica que estas atraen. Además, salvo unos casos excepcionales, este proceso no produce cambios en la estructura silábica.
2.1. Metátesis local
Los casos de la metátesis local, tanto sincrónica como diacrónica, pueden ser encontrados, por ejemplo, en el chol. De los tres patrones posibles, mencionados en §1, en esta lengua, debido a las restricciones fonotácticas, solo se observan los cambios en las secuencias CC y CV. Vázquez Álvarez (2011: 50-51) presenta los siguientes ejemplos:
Como se puede apreciar en estos casos, el proceso del tipo C1C2 ~ C2C1 afecta a la aproximante lateral /l/ y la oclusiva glotal /Ɂ/, y se trata de un fenómeno sincrónico. Cabe destacar que desde la perspectiva interlingüística, las consonantes líquidas son de las más propensas para la metátesis (Ultan 1978: 10; Buckley 2011: 1386).
Respecto de la metátesis del tipo CV ~ VC, tenemos en chol la palabra ’askuñ ~ ’äskuñ ~’uskuñ ‘hermano mayor’ (Aulie & de Aulie 1996 [1978]: 153; López López 2005: 116). En comparación, tanto en las lenguas cholanas como en las yucatecanas tenemos los siguientes cognados:
(4) | Chontal | säkun (Keller & Luciano 1997: 211) |
Chortí | sakun ~ sukun (Boot 2003: 25) | |
Maya yucateco | suku’un (Bricker et al. 1998: 250) |
Vale la pena mencionar que en la lengua de las inscripciones jeroglíficas mayas observamos las formas sa-ku5 o su-ku-na6 que le corresponden a la palabra sakun ~ sukun.
Estos datos permiten establecer la dirección de la metátesis en este caso particular: sukuñ ~ sakuñ → ’uskuñ ~ ’askuñ. Las formas *sakuñ ~ *säkuñ ~ *sukuñ ya no son posibles en el chol actual,7 lo que indica que se trata de un fenómeno diacrónico. Además, es notorio que este proceso implica un reanálisis silábico, donde la metátesis adyacente en una silaba CV produjo una estructura VC. Pero, debido a que las lenguas mayas tienen una restricción fonotáctica para este tipo de sílabas, esta se convirtió en una sílaba CVC, con una oclusiva glotal en el ataque.
Un caso muy particular de metátesis local se reporta para el maya yucateco:
Debido a que por el momento no se conocen otros ejemplos de tipo CV-CV1C2 ~ CVC-C2V1, se trataría de un ejemplo excepcional que va en contra de las tendencias generales presentadas en el Apartado 2. A la par con el reordenamiento de segmentos, se observa la resilabificación CV-CVC → CVC-CV, que produce como resultado un patrón silábico atípico.
2.2. Metátesis de larga distancia
Metátesis del tipo C1VC2 ~ C2VC1
(6) | a. Maya yucateco colonial | |
bis ~ sib | ‘carcoma, manantial, agujero de manantial, agujerear’ 8 (Barrera Vásquez et al. 1980: 56, 726) | |
Chol | ||
tyeñ ~ ñety’ | ‘aplastar’ (Aulie & de Aulie 1996 [1978]: 64, 88) | |
Tzeltal | ||
choy ~ yoch | ‘aflojar’ (Polian 2018: 689) | |
b. Maya yucateco | ||
k’ele’es | ‘mirar’ (Bricker et al. 1998: 150) | |
lek’ | ‘abrir (ojos)’ (Bricker et al. 1998: 167) | |
Chol | ||
k’el | ‘ver’ (Aulie & de Aulie 1996 [1978]: 79) | |
Tzeltal | ||
k’elel | ‘mirando’ (Polian 2018: 362) |
Los casos de metátesis del tipo C1VC2 ~ C2VC1 son los más difíciles de ubicar, debido a que el patrón silábico CVC es la forma más común de las raíces en las lenguas mayas. Sin embargo, cuando se observan semejanzas semánticas entre una raíz C1VC2 y una raíz C2VC1, como en (6), donde el núcleo vocálico es el mismo, esto se ve, por decir lo menos, sospechoso. Además, como lo vamos a ver más adelante, en las secuencias silábicas más extensas, precisamente las sílabas CVC a menudo sirven de alojamiento para los casos de metátesis.
Si en (6a) se presentan ejemplos del proceso sincrónico, en (6b), lo hacen, aparentemente, los que corresponden a un fenómeno diacrónico, el cual no es fácil de detectar, porque en el maya yucateco la raíz k’el ‘mirar, ver’ ya tiene una carga morfológica fosilizada. No obstante, sus cognados en otras lenguas de las Tierras Bajas y la ausencia -al menos en los diccionarios consultados- de las formas metatizadas correspondientes permiten establecer la dirección del reordenamiento en este caso.
Metátesis del tipo CV-C1VC2 ~ CV-C2VC1
Entre los diferentes tipos de metátesis, en las lenguas contemporáneas cholanas, tzeltalanas y yucatecanas resaltan los casos que afectan a las estructuras bisilábicas CV-CVC.
(7) | a. Chol | |
’ejch’ak ~ ’ejk’ach | ‘uña’ (Vásquez Álvarez 2011: 50) | |
yity’ok ~ yik’oty | ‘con’ (Aulie & de Aulie 1996 [1978]: 142) | |
muxuk’ ~ mukux | ‘ombligo’ (López López 2005: 103) | |
b. Maya yucateco | ||
’íich’ak ~ ’íik’ach | ‘uña’ 9 | |
soolar ~ sooral | ‘solar’ | |
suput ~ sutup | ‘planta medicinal’ 10 (Bricker et al. 1998: 251) | |
yáanal ~ yáalam | ‘debajo’ (Bastarrachea Manzano et al. 1992: 133) | |
kaapal ~ kalap | ‘espacio entre dos cosas’ (Bricker et al. 1998: 122, 124) | |
k’asab → k’asap ~ k’apas | ‘entidad no-humana dañina’ (Casanova Morales, comunicación personal, 22.10.2020) | |
c. Tzeltal | ||
’ehch’ak ~ ’ehk’ach | ‘uña’ (Polian 2018: 240) | |
muxuk’ ~ muxuk ~ mukux | ‘ombligo’ (Polian 2018: 444) | |
tumin ~ tunim | ‘algodón’ (Polian 2018: 576) | |
d. Maya yucateco colonial | ||
taman ~ tanam | ‘algodón, oveja’ (Barrera Vásquez et al. 1980: 768) |
Como se aprecia en estos ejemplos, se trata de la variación CV-C1VC2 ~ CV-C2VC1, y, lo que es aún más llamativo, en los casos que involucran consonantes glotalizadas hay retención de los rasgos suprasegmentales en sus posiciones originales. Además, en (7b) es notorio que dicho fenómeno afecta tanto a las palabras mayas como a los préstamos del español.
Metátesis del tipo CVC-C1VC2 ~ CVC-C2VC1
Hasta el momento logré ubicar en el material léxico de las Tierras Bajas mayas solo dos ejemplos de metátesis del tipo CVC-C1VC2 ~ CVC-C2VC1.
(8) | a. Maya yucateco péenkuch ~ pemchuk ‘tortilla gruesa’ (Bastarrachea Manzano et al. 1992: 112) |
b. Náhuatl →Maya yucateco (pre)colonial
miktlaan → *mitlan → mitnal ~ metnal ‘inframundo’ miktlaan → *miklan → *miknal ~ meknal ‘inframundo’ (Barrera Vásquez et al. 1980: 522; Karttunen 1992 [1983]: 147) |
Es notorio que en estos casos, al igual que en los dos apartados anteriores, la metátesis afecta al ataque y la coda de una sílaba CVC. En las palabras de las lenguas mayas contemporáneas que tienen más de una sílaba, dicho fenómeno se observa, en la mayoría de los casos, en la última sílaba.
El ejemplo (8a) tiene que ver con un proceso sincrónico. Por su parte, en (8b) se trata de la adaptación del préstamo nahua miktlaan ‘inframundo’ al sistema fonológico maya. No sabemos cuándo exactamente tuvo lugar este proceso, pero todo indica que fue en la época prehispánica, posiblemente en el período Posclásico. Debido a que en las fuentes coloniales11 tenemos registros de tres formas léxicas, mitnal, metnal y meknal, podemos hablar de al menos dos desarrollos que implicaron una cadena de procesos fonológicos: elisión consonántica, reanálisis segmental y metátesis.
En el primer caso, la palabra nahua al entrar al léxico maya experimentó la elisión de la oclusiva velar /k/. La africada lateral nahua /tɬ/ se reanalizó como un grupo consonántico heterogéneo compuesto por la oclusiva alveolar /t/ y la aproximante lateral /l/. Esta última se cambió de lugar con el segmento nasal /n/. Para el segundo caso propongo la siguiente secuencia: el reanálisis de /tɬ/, la elisión de la /t/, metátesis entre /l/ y /n/.
Ambas consonantes involucradas en la metátesis aquí son alveolares, lo que, probablemente, facilitó el reordenamiento. Otro factor que pudo propiciar la metátesis en este caso es la existencia del sufijo locativo maya -nal. Dicho de otra forma, los hablantes del maya asemejaron una forma léxica extranjera a una palabra maya, utilizando los recursos fonológicos disponibles.
2.3. Resumen de los casos de metátesis en las lenguas de las Tierras Bajas
Los datos presentados en los apartados anteriores permiten resumir en el siguiente cuadro los casos de metátesis en las lenguas contemporáneas y coloniales de las Tierras Bajas mayas:
TIPO | LENGUA | CARACTERÍSTICAS12 | |
LOCAL | C1C2 ~ C2C1 | Chol | sincrónica, |
esporádica (?) | |||
CV → VC | Chol | diacrónica, | |
esporádica | |||
CV-CV1C2 ~ CVC-C2V1 | Maya yucateco | sincrónica, | |
esporádica | |||
DE LARGA DISTANCIA |
C1VC2 → C2VC1 | Chol, Tzeltal, | diacrónica, |
Maya yucateco, | esporádica | ||
Maya yucateco colonial | |||
CV-C1VC2 ~ CV-C2VC1 | Chol, Tzeltal, | sincrónica, | |
Maya yucateco, | esporádica (?) | ||
Maya yucateco colonial | |||
CVC-C1VC2 ~ CVC-C2VC1 | Maya yucateco, | sincrónica, | |
CVC-C1VC2 → CVC-C2VC1 | Maya yucateco colonial | diacrónica, | |
esporádica |
3. METÁTESIS EN LA LENGUA DE LAS INSCRIPCIONES
En el caso de la escritura maya, a veces es difícil establecer el orden de lectura de los signos en un bloque jeroglífico.
(9) | |
’a[ch’a]-na-ho[bi]-ma | |
’anabi[l] ch’ahom | |
‘anabil ch’ahom (títulos nobles)’ [BPK Pan05: G113] |
Tenemos ejemplos como (9), que, a primera vista, parecen una “sopa de letras”, y si no tuviéramos otros numerosos ejemplos de esta colocación sería difícil definir el orden de la lectura en este caso particular. Sin embargo, en otros casos las alternancias del orden común de los silabogramas son más consistentes, lo que indica que puede tratarse del reflejo del mismo proceso fonológico que observamos en las lenguas contemporáneas mayas.
3.1. Metátesis del tipo C1VC2 ~ C2VC1
Al igual que en el caso de las lenguas contemporáneas, el reordenamiento de segmentos de este tipo en la lengua de las inscripciones, al parecer, no era muy productivo. No obstante, al menos una palabra14 podría ser pertinente a esta discusión.
(10) | ’u-13-TAL-la-K’AWIL | ||
’Uxlajun tal K’awil | |||
’uxlajun | tal | K’awil | |
trece | CL.NUM | teónimo | |
‘Decimotercer K’awil (título real)’ [XUL Est25: B4-B5] | |||
13-la-ta-K’AWIL | |||
’Uxlajun lat K’awil | |||
’uxlajun | lat | K’awil | |
trece | CL.NUM | teónimo | |
‘Decimotercer K’awil (título real)’ [K8007] |
Entre los epigrafistas usualmente se considera que los numerosos casos de tal y lat presentes en las inscripciones mayas son dos formas léxicas diferentes, aunque aquí se observa el mismo patrón C1VC2 ~ C2VC1 que discutimos en § 2.2, y en ambos casos se trata de un clasificador numeral. No obstante, Rossi & Stuart (2020: 14) demostraron que dicha alternancia aparece en el mismo contexto sintáctico, un título que llevaba una reina maya de Xultun, lo que sugiere que podría tratarse de un caso de metátesis.
3.2. Metátesis del tipo CV-C1VC2 ~ CV-C2VC1
El primer ejemplo correspondiente es el llamado Signo Inicial de la Secuencia Estándar Primaria (de aquí en adelante SISEP). Se trata de una de las colocaciones glíficas más frecuentes en la escritura maya. Aparece tanto en la cerámica, de donde proviene su denominación, como en los textos monumentales. Hasta el momento sigue la discusión sobre su significado exacto. En el 2000 MacLeod y Polyukhovych15 de manera independiente llegaron a la conclusión de que esta colocación glífica tiene que leerse como ’alay y propusieron la traducción ‘aquí, este’ (citado en Boot 2005: 1). Stuart (2011: 2) 16 opina que el bloque en cuestión debería de tener lectura ’ayal y la vincula con la partícula existencial tzeltalana ’ay ‘hay’.17 Martin (2017), sin especificar la lectura, describe este elemento como “marcador de foco”. Por su parte, Lacadena (2003: 15) consideraba que podría tratarse de la palabra formada a partir de la raíz ’al ‘hablar’.
Sigo aquí esta última línea, viendo ’alay como una forma en voz media que está marcada con el sufijo -Vy, mientras que su contraparte ’ayal parece ser el producto del reordenamiento de segmentos. No obstante, hay que destacar que, aparentemente, en ambos casos se trataba de las formas lexicalizadas que funcionaban como un marcador discursivo evidencial.
Si resumimos los datos presentados en el Cuadro 2, uno de los ejemplos más tempranos de la palabra en cuestión, tal vez aún pertinente al Protoclásico (150-250 d.C.), que se encuentra en el llamado Pectoral de Dumbarton Oaks, es ’AL/’AY-la-ya ’alay. Respecto de los numerosos ejemplos correspondientes a la época más tardía, el Clásico Temprano (250-600 d.C.), registran, en su vasta mayoría, la forma reordenada ’AL/’AY-ya-la o ’a-’AL/’AY-ya-la ’ayal. Aunque también disponemos de varios ejemplos de la colocación glífica ’AL/’AY-ya, que en teoría pueden representar tanto la forma ’aya[l] como’al[a]y.
PERIODO | MONUMENTO | TEXTO Y SU POSICIÓN DENTRO DE LA CLÁUSULA |
PROTOCLÁSICO | COL DOaks Pectoral: A1 | ’AL/’AY-la-ya ’alay (inicial) |
CLÁSICO | ||
TEMPRANO | BJC Est02: B5 (393 d.C.) | ’AL/’AY-ya-la ’ayal (inicial) |
RAZ Est01 (393 d.C.) | ’AL/’AY-ya ’al[a]y / ’aya[l] (no establecida) | |
CBV MJP01: A7 | ||
(inicios del siglo V d.C.) | ’AL/’AY-ya-la ’ayal (inicial) | |
ZAP Est01: A6 (421 d.C.) 20 | ’AL/’AY-ya-la ’ayal (inicial) | |
SUF Est05: B4 (422 d.C.) | ’AL/’AY-ya-la ’ayal (inicial) | |
TIK Est31: A12 (445 d.C.) | ’a-’AL/’AY-ya-la ’ayal (inicial) | |
TIK Est40: B9 (468 d.C.) | ’AL/’AY-ya-la ’ayal (inicial) | |
TRS Est01: B5 (475 d.C.) | ’a-’AL/’AY-ya-la ’ayal (inicial) | |
OXK Din02: Bp1 | ||
(475-494 d.C.) | ’AL/’AY-ya ’al[a]y / ’aya[l] (inicial) | |
OXK Din13: B4 (487 d.C.) | ’AL/’AY-ya ’al[a]y / ’aya[l] (inicial) | |
TIK Est03: B7 (488 d.C.) | ’a-’AL/’AY-ya-la ’ayal (inicial) | |
CLK Est43: A8 (514 d.C.) | ’a-’AL/’AY-ya-la ’ayal (inicial) | |
CRC Est13: D16 (514 d.C.) | ’AL/’AY-ya ’al[a]y / ’aya[l] (final) | |
ALS Est12: B8 (524 d.C.) | ’a-’AL/’AY-ya-la ’ayal (inicial) | |
CRC Est16: C-D4 (534 d.C.) | ’a-’AL/’AY-ya ’al[a]y / ’aya[l] (inicial) | |
DZB EstrVI Din03: B2, D2 (554 d.C.) | ’a-’AL/’AY-ya ’al[a]y / ’aya[l] (final) | |
CLÁSICO | ||
TARDÍO | NAR EJ Esc12: Y1 (642 d.C.) | ’a-’AL/’AY-ya ’al[a]y / ’aya[l] (final) |
PAL TempSol Tabl: B16 (692 d.C.) | ’a-’AL/’AY-la ’ala[y] (inicial) | |
KNK Din01: A1 (741 d.C.) | ’a-’AL/’AY-ya ’al[a]y / ’aya[l] (inicial) | |
EKB EJ Este y Oeste: C4 | ’a-’AL/’AY-ya ’al[a]y / ’aya[l] (final) | |
EKB TB01: A5 (841 d.C.) | ’a-’AL/’AY-ya ’al[a]y / ’aya[l] (inicial) | |
UXM AJP01 II: A1 (901 d.C.) | ’a-’AL/’AY-ya ’al[a]y / ’aya[l] (inicial) |
Durante el Clásico Tardío y Terminal (600-925 d.C.), la representación gráfica más común de esta palabra en los textos monumentales -aunque su uso ya no era tan común como en el Clásico Temprano21- y en la cerámica era ’a-’AL/’AY-ya ’aya[l] o ’al[a]y, que, como hemos visto, es algo ambigua. No obstante, como se puede apreciar en (11), tenemos ejemplos pertinentes a esta época que demuestran una clara variación. Sin embargo, aún faltan más datos para establecer si en este caso en general se trataba de un fenómeno diacrónico o, más bien, de una variación sincrónica de larga duración.
Otro caso, donde se observa una variación de segmentos semejante, aunque sincrónica, pertinente al Clásico Tardío, es una serie de formas que, igual que en el caso anterior, se encuentra muy comúnmente tanto en la cerámica como en los monumentos esculpidos.
Aunque no hay consenso generalizado sobre la lectura de estas formas, sigo aquí la propuesta de Lacadena (citado en Beliaev & Davletshin 2002-2003: 12), que se basa en un cognado registrado en el tzeltal colonial, ux ‘rasgar como ladrillos’ (De Ara 1986: 414). Por su parte, el sufijo -Vl, históricamente sería un nominalizador que quedó fosilizado en la base léxica verbonominal ’uxul.
Las formas producidas por el reordenamiento de segmentos pueden recibir la morfología adicional, igual que las formas canónicas.
(13) | a. | ||
yu-xu-lu-li | yu-lu-xu-li | ||
yuxululi’ | yuluxuli’ | ||
yuxul-ul-i[l] | yulux-ul-i[l] | ||
A3.tallar-NOM-POS | A3.tallar-NOM-POS | ||
‘su tallado’ [K801724] | ‘su tallado’ [K872025] | ||
b. | |||
’u-xu[lu]-na-ja | ’u-lu xu na-ja | ||
’uxulnaj | ’uluxnaj | ||
’uxul-naj-ø | ’ulux-naj-ø | ||
tallar-PAS-B3 | tallar-PAS-B3 | ||
‘fue tallado’ [EKB TM0226] | ‘fue tallado’ [K807627] |
Como podemos ver en (13a), ambas formas tienen el sufijo nominalizador -ul y una marca de posesión -il. MacLeod (citada en Boot 2009: 11) llegó a considerar que la colocación yu-lu-xu-li correspondía a un difrasismo yul-xul ‘ensartar-cortar’. Pero el hecho de que las dos formas aparezcan en los mismos contextos sintácticos podría indicar que más bien se trata de una variación provocada por el reordenamiento de segmentos. La misma tendencia se nota en (13b), donde tanto la forma canónica como la metatizada atraen el sufijo -naj, produciendo como resultado estructuras pasivas.
En (14) se presentan algunos ejemplos adicionales que podrían ser pertinentes a dicha discusión.
(14) | a. ja-sa-wa | ja-wa-sa |
jasaw (chan) | jawas (chan) | |
‘objeto ritual’ [YAX Din 33: E1] | ‘objeto ritual’ [YAX Din9: B128] | |
b. yu-ta-la | yu-la-ta | |
yutal | yulat | |
‘frutal’ [K1552] | ‘frutal’ [K8076] | |
c. wo-lo-ko | wo-ko-lo | |
wolok | wokol | |
‘lagartija’ [TAM EJ03 Esc03] | ‘lagartija’ [SBL Est14: C1] |
Houston (2008: 243) considera que en el caso de wokol (14c) se trata de un error por la “decadencia escrituraria” en el Clásico Terminal. No obstante, no se puede excluir que sea otro ejemplo de metátesis.
Debido a que, como lo demostramos en el §2, disponemos de ejemplos del proceso fonológico en cuestión tanto en las lenguas contemporáneas y coloniales como en la lengua de las inscripciones, sería lógico esperar encontrarlos en el material lingüístico pertinente al período Posclásico, y, en efecto, creemos haberlos encontrado en el Códice Dresde (aproximadamente siglos XIII-XIV d.C.).
Tradicionalmente a la primera de estas colocaciones glíficas se le aplican las reglas de disarmonía, y su resultado es la forma mu’uk ‘anuncio’, mientras que la segunda se analiza como un caso de la subrepresentación gráfica (Lacadena 2009: 34-35). No obstante, considero que los casos de mu-ka ~ mu-wa corresponden a las diferentes formas de una palabra muka[w] ~ muwa[k] ‘noticia, presagio’. Para la última forma tenemos registro en maya yucateco colonial muwak ‘nuevas o fama, en buena y en mala parte’ (Barrera Vásquez et al. 1980: 543). Al mismo tiempo, se conocen lexemas muuk ‘noticia, fama’ y muuka ‘fama’ (Barrera Vásquez et al. 1980: 534). En este último caso podría tratarse de la palabra muuka[w], que experimentó una elisión consonántica en coda, como la que se presenta en el siguiente ejemplo.
Las palabras en (16) hacen referencia al quinto mes del calendario solar maya. Se asume que Kasew es una forma cholana, mientras que Sek es yucatecana.34 Aquí no se trata del caso de metátesis CV-C1VC2 ~ CV-C2VC1, sin embargo, este caso podría proponer un posible modelo explicativo para el origen de algunas formas correspondientes.
La colocación ka-se-wa refleja la forma completa Kasew, cuando el subregistro gráfico ka-se tiene que ver con la elisión del segmento /w/ en coda, Kase’. Esta última forma, por su parte, podría estar sujeta al reordenamiento de los silabogramas ka-se → se-ka, que llevaría a la producción de una forma léxica nueva Sek.35 No se puede excluir que los procesos de la misma índole en la escritura maya, presentadas en este apartado, podrían propiciar la metátesis en la lengua hablada.
4. CONCLUSIONES
El objetivo de este artículo ha sido proponer que, en los casos presentados, no se trata de errores,36 ni de la “decadencia escrituraria”, como lo caracterizan algunos epigrafistas, sino que se trata de reflejos de un proceso fonológico que se observa en las lenguas mayas de las Tierras Bajas hasta la actualidad
En los ejemplos presentados hemos podido ver que se trata del mismo proceso de transposición no-adyacente del tipo CV-C1VC2 ~ CV-C2VC1. El reordenamiento sucede en la sílaba acentuada, salvo los casos en que las formas metatizadas atraen morfología adicional. Al mismo tiempo, no parece ser un proceso sistemático que haya afectado a todas las palabras del tipo CV-CVC. No obstante, en los casos revisados se nota una tendencia que involucra a los segmentos aproximantes: lateral /l/, labiovelar /w/ y palatal /j/. Como ya lo he mencionado, los casos que involucran la consonante líquida van de acuerdo con el panorama observado en otras lenguas del mundo.
Hasta el momento no se han hecho propuestas formales sobre el factor que desencadenaba este reordenamiento de los segmentos. Los datos interlingüísticos sugieren varias opciones hipotéticas, que podrían ir de acuerdo con los procesos fonológicos observados en la lengua de las inscripciones, como, por ejemplo, la prevención de elisión, pero no es el caso. Como se puede notar en los ejemplos analizados en este trabajo, la metátesis no evita la elisión consonántica en coda.
Vázquez Álvarez (2011: 51), en el caso de chol, sugiere que podría tratarse de una variación estilística. A estas alturas, es difícil decir si lo mismo ocurría en la lengua de las inscripciones. Sin embargo, como una explicación tentativa, no se puede excluir que las propias particularidades de la escritura jeroglífica maya podrían ser causa del reordenamiento de los segmentos, primero en los textos y después en la lengua hablada.
ABREVIATURAS
* - formas agramaticales o reconstruidas; ~ - variación; → - cambio; 3 - tercera persona; A - marcador personal posesivo; B - marcador personal absolutivo; C - consonante; NOM - nominalizador; POS - posesivo; PAS - voz pasiva; V - vocal.
CORPUS
Los números identificadores de las vasijas -por ejemplo, K8123- se proporcionan de acuerdo con la base de datos de Justin Kerr: http://research.mayavase.com/kerrmaya.html.
Los códigos de los sitios mayas se proporcionan de acuerdo con el proyecto Corpus of Maya Hieroglyphic Inscriptions: https://www.peabody.harvard.edu/cmhi/writing.php.
De manera adicional, para la descripción de los textos jeroglíficos se usan las siguientes abreviaturas: AJP - anillo de juego de pelota; Alt - altar; Din - dintel; DOaks - Dumbarton Oaks; Dresde - Códice Dresde; EJ - escalera jeroglífica; Esc - escalón; Est - estela; Estr - estructura; MJP - marcador del juego de pelota; Mon - monumento; Pan - panel; Sub - subestructura; Tabl - tablero; Temp - templo; TB - tapa de bóveda; TM - texto misceláneo; W - occidente.