Introducción
La obesidad es una enfermedad multifactorial, que además de involucrar aspectos genéticos también implica factores ambientales y de estilo de vida1. Su prevalencia en el país ha ido en aumento en los últimos años, específicamente en niños a partir de los cinco años el incremento ha sido significativo, de tal manera que en la actualidad uno de cada tres presenta sobrepeso u obesidad2.
En el sureste mexicano las cifras de mala nutrición son alarmantes, ya que se conoce la coexistencia de la talla baja y el exceso de peso en los niños de esta región3. Sin embargo, sumado a sus múltiples factores causales, la evidente transición nutricional dictada por el abandono de patrones alimentarios ancestrales que se han modificado por el desplazamiento de grupos de las comunidades rurales a la periferia de las ciudades, donde prevalece un ambiente obesogénico que estimula el sedentarismo y aumenta la ingesta calórica, ha provocado el aumento de la prevalencia del sobrepeso y la obesidad en este grupo poblacional4,5,6,7.
Según la Encuesta Nacional de Salud (ENSANUT) de Medio Camino, en la región sur de México la prevalencia del sobrepeso es del 17.9% y la obesidad tiene una prevalencia del 15.3% en los niños de edad escolar, la cual es mayor en el sexo masculino8,9. Se conoce bien que el sobrepeso y la obesidad son factores de riesgo para desarrollar enfermedades crónicas como las enfermedades cardiovasculares, diabetes mellitus tipo 2, cáncer y enfermedades respiratorias crónicas, que se harán notar hasta la edad adulta, por lo que es prioritaria la adopción de un estilo de vida saludable, desde edades tempranas que considere no solo el estado nutricional adecuado con base en dietas prescritas, sino que permita el desarrollo de la actividad física como medida de prevención10,11,12, puesto que se conoce que esta última proporciona beneficios para la salud tanto física como mental en los niños13.
Todo lo expuesto, sumado a la necesidad de conocer este panorama en el estado de Tabasco, hace cuestionar y tener como propósito principal de esta investigación el relacionar el nivel de actividad física y el estado nutricional de los escolares de Tabasco, estado que en los últimos años ha sufrido una transición nutricional, dando paso a las consecuencias del desplazamiento de las zonas rurales a las urbanas, como el sedentarismo y la mala alimentación. Se espera que los resultados obtenidos puedan ser útiles en el diseño e implementación de estrategias de prevención y/o reducción del sobrepeso y la obesidad en este grupo poblacional.
Material y Métodos
Se trata de un estudio descriptivo-correlacional de corte transversal, con muestreo probabilístico aleatorio en un universo de 2,776 escolares, del cual se obtuvo una muestra final de 2,084 niños en edad escolar de ambos sexos, inscritos en seis escuelas de educación primaria del estado de Tabasco en el sur de México, que representan a cada región del estado, sin problemas o limitaciones físicas y/o mentales que les impidieran participar en las dinámicas de la investigación.
Se realizó una valoración antropométrica a través de datos como peso, talla y circunferencia de cintura de los escolares. El peso se obtuvo con el mínimo de ropa y sin calzado, en una báscula digital marca SECA modelo 813, con capacidad de 200 kilogramos (kg), la talla se midió con estadímetro marca SECA modelo 213 y para medir la circunferencia de cintura se utilizó una cinta antropométrica de fibra de vidrio marca GÜLICK con escala de 0 a 200 cm. retráctil, la cual cuenta en un extremo un dispositivo metálico con un sistema de resortes que ayudan a estandarizar la tensión con que se mide, con escala en centímetros y en pulgadas, cuidando los lineamientos de las técnicas para ejecutarlas correctamente.
El estado nutricional de los escolares se obtuvo con base en el cálculo de Índice de Masa Corporal (IMC), medida de asociación entre el peso y la talla de un individuo en un momento determinado. El Centro para el Control y la Prevención de Enfermedades (Center for Disease Control and Prevention, [CDC]), sugiere que con el sistema métrico, la fórmula para el IMC es el peso en kilogramos dividido por la estatura en metros cuadrados. Debido a que la estatura por lo general se mide en centímetros, se puede utilizar una fórmula de cálculo alternativa, al dividir el peso en kilogramos por la estatura en centímetros cuadrados y luego multiplicar el resultado por 10,00014.
Cabe mencionar que para determinar el estado nutricional se utilizaron las Tablas Percentil-IMC de la CDC, las cuales no han sufrido modificaciones a la fecha; de acuerdo con esto se clasificaron en bajo peso (p<5), peso normal (p≥5 a ≤84)), riesgo de sobrepeso (p≥85 a ≤94) y obesidad (p≥95) 14.
Además, se aplicó el cuestionario “Four by One-Day Physical Activity Questionnaire” para evaluar la actividad física de los escolares, modificado y adaptado al contexto de escolares mexicanos15. Este cuestionario permite registrar la duración de la actividad física realizada por los escolares en un día habitual a través de una lista de actividades distribuidas en distintos periodos del día (mañana, tarde y noche) para facilitar que puedan ser recordadas.
Las actividades se clasifican en cinco categorías de acuerdo con su intensidad, asignando a cada categoría un valor medio en METs (unidad de medida del gasto energético) teniendo así actividades muy ligeras (1.5 met), actividades ligeras, actividades moderadas, actividades fuertes y actividades muy fuertes16. Para conocer el índice total de actividad física realizada fue necesario calcular el gasto de energía diario en kcal/kg/día, donde se multiplica el tiempo empleado de una categoría por el valor en METs equivalente a esa categoría, de tal modo que los niveles de actividad física fueron clasificados en cuatro categorías (activos, moderadamente activos, inactivos y muy inactivos) según el gasto energético medio17.
Los datos fueron analizados a través del Statistical Package for the Social Sciences (SPSS) versión 22 para Windows, considerando el uso de frecuencias y porcentajes, medidas de tendencia central y estadística inferencial para la relación de las variables de estudio. Es necesario precisar, que la presente se considera una investigación sin riesgo y se apega a las disposiciones establecidas en el reglamento de la Ley General de Salud en Materia de Investigación para la Salud (SSA, 1987); además contó con la aprobación de la Comisión Institucional de Ética e Investigación de la UJAT, por lo que se garantizó la confidencialidad de los datos obtenidos, la protección de los derechos y el bienestar de los menores, además del uso adecuado de los consentimientos informados de padres o tutores.
Resultados
Con base en los datos sociodemográficos, de los 2,084 escolares, el 48% pertenece al sexo masculino y el sexo femenino predomina con el 52%. De acuerdo con grupos de edad, el 47.5% de ellos se encuentra entre 5 y 8 años y el 52.5% entre 9 y 13 años, teniendo una edad promedio de 8.68 años.
Respecto al estado nutricional, la tabla 1 muestra la categorización de acuerdo con el IMC de los participantes donde se muestra que a pesar de que el 53% de los escolares presentan normo-peso, el 46.3% se encuentran en las categorías de riesgo de sobrepeso y obesidad.
Estado nutricional | Masculino | Femenino | Total | |||
ƒ | % | ƒ | % | ƒ | % | |
Bajo peso | 4 | 0.2 | 8 | 0.4 | 12 | .6 |
Peso normal | 487 | 23.4% | 620 | 29.8 | 1107 | 53.1 |
Riesgo de sobrepeso | 205 | 9.8% | 177 | 8.5 | 382 | 18.3 |
Obesidad | 305 | 4.6% | 278 | 13.3 | 583 | 28.0 |
Fuente: Valoración nutricional
Los resultados también muestran respecto a la actividad física, que las actividades realizadas con mayor frecuencia por los escolares son de tipo muy ligero, mientras que las actividades de tipo fuerte y muy fuerte que representan mayor gasto energético son las que menos se realizan tabla 2.
Categoría de Actividad Física | ƒ | % |
Muy Ligeras Estudiar/tareas escolares Ver T.V | 2048 2012 | 98 95 |
Ligeras Aseo personal Tareas suaves de casa | 2048 1002 | 98 48 |
Moderadas Jugar con pelotas Caminar | 1249 637 | 60 31 |
Fuertes Andar en bicicleta Bailar | 510 451 | 25 22 |
Muy Fuertes Correr Jugar futbol soccer | 1176 451 | 56 22 |
Fuente: Cuestionario “Four by One-Day Physical Activity”.
Al clasificar el NAF de los escolares en función del gasto energético realizado, se obtuvo que el 62.2% corresponde a la categoría “muy inactivos”, donde el sexo femenino se encuentra en mayor proporción con un 34.7% y solo el 26.1% eran “activos” siendo el sexo masculino quien sobresale en esta categoría tabla 2.
En la tabla 3 se reflejan los valores de los NAF de los escolares clasificados por MET’s y las categorías por estado nutricional, encontrándose que las diferencias entre la actividad física y el IMC muestran una tendencia a la significancia (χ2 = .06, p = .05).
Nivel de actividad física | ƒ | % |
Muy inactivos Inactivos Moderadamente activos Activos | 1297 142 101 544 | 62.2 6.8 4.8 26.1 |
Hombres Muy inactivos Inactivos Moderadamente activos Activos | 573 73 53 302 | 27.5 3.5 2.5 14.5 |
Mujeres Muy inactivos Inactivos Moderadamente activos Activos | 724 69 48 242 | 34.7 3.3 2.3 11.6 |
Fuente: Cuestionario “Four by One-Day Physical Activity”.
El 33.7% de los escolares en peso normal son “muy inactivos”, seguidos del 16.8% y 11.4% que presentan obesidad y riesgo de sobrepeso respectivamente.
A partir de las correlaciones de Spearman, la actividad física en MET’s obtuvo una relación negativa estadísticamente significativa con el IMC (rs = -.105, p = .001) tabla 4.
Discusión
Los resultados obtenidos exponen los crecientes índices de sobrepeso y obesidad en los escolares del estado de Tabasco, mismos datos que concuerdan con diversos estudios realizados, que logran evidenciar la magnitud de este problema en la región sur de México18,19atribuible a la disminución de la actividad física, la cual está documentada como una de las grandes causas del aumento
del peso corporal en los escolares y también al cambio de la alimentación tradicional por alimentos con alto contenido de grasas y azúcares20.
Respecto a la actividad física, los resultados muestran que la mayoría de los escolares son muy inactivos y quienes padecen riesgo de sobrepeso y obesidad ocupan una proporción importante en esta categoría, encontrando similitud a estudios que reportan que la mayoría de los escolares son sedentarios e inactivos. Estos resultados son alarmantes, ya que es necesario recordar que esta es la edad en que pueden gestarse conductas saludables, que permitan la prevención de enfermedades no transmisibles y sus consecuencias a la salud19,21.
En este sentido, los resultados también reflejan que los escolares que se encuentran en sobrepeso y obesidad, son quienes muestran niveles menores de actividad física, donde las niñas son “más inactivas”. Este resultado puede deberse al menor gasto energético que ellas obtienen al realizar más actividades de tipo “muy ligero” en comparación a los niños, quienes según la literatura realizan actividades de “moderadas” a “muy fuertes” derivadas de cuestiones de género, puesto que las niñas (según los estereotipos) deben realizar actividades que les permitan la pasividad y la modestia en lugar de actividades menos sutiles o delicadas18,13,21,22.
Un hallazgo importante es la tendencia a la significancia entre las categorías de actividad física y las categorías del estado nutricional, dato relevante si se compara con otros estudios que no reportan diferencias significativas y que dan pauta a que se continúe estudiando esta interacción junto a variables asociadas que no se contemplaron en este estudio, como los niveles de lípidos y glucosa en sangre, la ingesta diaria de calorías, entre otras21,19.
Se presenta también una correlación inversa entre el índice de actividad física y el índice del IMC de los escolares, resultado similar expuesto por otros autores, lo que indica que los niños con mayor IMC tienen menor gasto energético y se clasifican en las categorías más bajas de actividad física18,19. Esto puede deberse al uso indiscriminado del tiempo frente a las computadoras, la televisión, las tabletas electrónicas y/o celulares, lo que ha propiciado la disminución del tiempo para realizar actividades saludables que requieren un gasto energético mayor y que permiten la quema de las calorías ingeridas durante el día 22.
Conclusiones
A partir del análisis de datos se concluyó que un importante porcentaje de los escolares, se encuentran en riesgo de sobrepeso y obesidad. En cuanto a la actividad física, se obtuvo que la mayoría de los escolares son muy inactivos y es el sexo femenino quien tiene mayor proporción en esta categoría. Las actividades que no requieren mayor gasto energético, clasificadas como “muy ligeras” son las más frecuentes en los escolares. Existe una tendencia a la significancia, entre las categorías de la actividad física y las categorías del estado nutricional, en tanto se obtuvo una relación negativa, estadísticamente significativa entre el índice de la actividad física y el IMC. Por todo lo anterior, es necesario crear e implementar estrategias que fomenten el incremento de los niveles de actividad física desde edades tempranas, para generar en los escolares estilos de vida saludables, que integren una alimentación balanceada, para evitar el crecimiento de la incidencia de sobrepeso y obesidad, que son potenciales generadores de enfermedades crónicas degenerativas; las cuales son las principales causas de morbi-mortalidad en México.