Introducción
Con el desarrollo exponencial de las tecnologías de la información, la ciencia y la tecnología moderna, la cooperación interdisciplinaria se está profundizando. Y, con ello, la exigencia de mejorar la educación en todos los niveles, de aumentar la capacidad de aprendizaje de los alumnos para adaptarse rápidamente al desarrollo académico y al desarrollo de talentos profesionales.
El aprendizaje profundo se centra en la promoción de la heurística, la investigación, la discusión y la enseñanza participativa con el fin principal de ayudar a los estudiantes a aprender a aprender.
Fue utilizado por primera vez por dos académicos estadounidenses (Marton y Säljö, 1976), quienes emprendieron un estudio basado en la lectura de un artículo académico y, al final, formularon preguntas sobre el texto. Los resultados mostraron que los estudiantes utilizan dos estrategias diferentes en el aprendizaje de la lectura. Una estrategia consiste en tratar de comprender el objetivo de todo el artículo y entender el contexto del contenido. Estas son algunas características del aprendizaje que representa el aprendizaje profundo.
Hay otra estrategia que consiste en un aprendizaje más bien mecánico, y representa el aprendizaje de superficie o estudio superficial (Soler, Cárdenas, Hernández y Monroy, 2017). También se tienen trabajos desarrollados sobre la teoría del aprendizaje y la profundidad del aprendizaje (Sigüenza, Arsuaga, García y Martínez, 2015).
Avances tecnológicos
Con el desarrollo de las tecnologías de la información en los últimos años, diversos investigadores comenzaron a analizar procesos de aprendizaje profundo empleando herramientas informáticas (Elstad, Christophersen y Turmo, 2012; Romero et al., 2013).
Por ejemplo, se analizó la lectura especializada con el fin de que los estudiantes llevaran a cabo una sistematización bastante amplia acerca de algunas concepciones sobre el aprendizaje profundo a través del uso de determinadas herramientas (Ortega y Hernández, 2015; Ortega, 2017).
Como ya se mencionó, el aprendizaje superficial representa una forma mecánica de aprendizaje. Un alumno, para completar una tarea, deberá aceptar, pasivamente, el contenido del aprendizaje y la información. Además, este tipo de aprendizaje concibe a ambos procesos como aislados, es decir, representan hechos no relacionados (Díaz y Pérez, 2013). Precisamente en el estudio de Díaz y Pérez (2013) se analiza la memoria a corto plazo y la información con miras a que los estudiantes después de la escuela no olviden lo aprendido. Para hacer lo anterior, concluyeron estos investigadores, los alumnos necesitan aprender a conducir una fuerza externa, normalmente a través de una escala de calificación, como lo es aprobar el examen, o mediante actividades de seguimiento.
Sin embargo, de acuerdo con el aprendizaje profundo, los alumnos pueden aprender nuevas ideas y hechos críticamente, e incorporarlos a su estructura cognitiva existente. Es decir, según esta visión, es posible poner en contacto las numerosas ideas y poder llevar a cabo la migración de los conocimientos existentes a nuevas situaciones, hacia la toma de decisiones y resolución de problemas, (González, 1997).
Sin duda se requiere que los estudiantes entiendan el significado completo de los contenidos de aprendizaje, incluyendo los vínculos entre el contenido y otros temas y conceptos (Pérez, Díaz, González y Núñez, 2010).
Una estrategia de aprendizaje profundo debe ser visualizada como una forma de incitar al pensamiento crítico, con el fin de evitar receptores pasivos de conocimientos, y consiste en la integración de la información, las necesidades de los alumnos, la historia de su propio desarrollo, el aprendizaje fuera de la escuela, en el tiempo y en el espacio después de las limitaciones del ambiente (Báez y Onrubia, 2016).
Según Ademar (2013), hablar de la educación humana implica hacer referencia a tres categorías:
El aprendizaje: los estudiantes solo pueden repetir palabras y enseñanzas del maestro.
Plan de estudios: los requisitos de educación para los estudiantes que les asignan diversos cursos. Este tipo de educación es más como “formación”.
El socratismo: a través de una serie de preguntas, el diálogo, los diversos cuestionamientos, lleva a buscar una reflexión más profunda. La idea de buscar bases. De esta manera, la mente humana está totalmente movilizada (Goldratt y Cox, 1999).
Las dos primeras categorías arriba mencionadas forman parte del aprendizaje superficial; y en la tercera se muestra el espíritu verdadero del aprendizaje profundo. A partir de lo anterior, se formula la siguiente pregunta de investigación: ¿Por qué los estudiantes eligen la estrategia de aprendizaje más superficial?
En lo que respecta a los factores de la estrategia de aprendizaje superficial, se presenta lo puesto a continuación (Hernández y Hervás, 2005):
En el proceso de enseñanza algunas veces no se realiza una descripción clara de los objetivos generales de enseñanza. En dicha estructura el programa de enseñanza se basa en el contenido temático que fue generado fuera de línea, por lo que los estudiantes no pueden comprender el sistema de conocimiento puesto estrechamente alrededor del objetivo.
No tiene en cuenta los conocimientos previos de los alumnos: Si el estudio contiene una gran cantidad de nueva información, o requisitos dentro de un tiempo limitado para adquirir nuevos conocimientos, los estudiantes se ven obligados a hacer frente a la educación sin búsqueda exhaustiva.
Los métodos de enseñanza son centrados en el profesor: El énfasis está puesto en la transmisión de información, en lugar de centrarse en la comprensión en profundidad del pensamiento. Los maestros que enseñan por medios negativos también contribuyen al aprendizaje superficial.
Los estudiantes no pueden ver el valor intrínseco de los maestros hacia el proceso de enseñanza.
La falta de procesos de retroalimentación de aprendizaje y métodos de evaluación mecánica sutilmente fomenta el aprendizaje superficial.
No es propicio para los estudiantes recurrir al aprendizaje superficial si se desea alcanzar un verdadero conocimiento.
La educación innovadora
El académico estadounidense Charles Kirkpatrick escribió en 1941 un artículo titulado “An Unknown Future and a Doubtful Present: Writing the Victory Plan of 1941”, el cual se considera piedra fundacional de la educación innovadora (Kirkpatrick, 2015).
A partir de este hecho, en Estados Unidos se estableció formalmente la Creative Education Foundation, la cual creó muchas universidades e instituciones educativas y de investigación (Westby y Dawson, 1995). En la década de los 80, el primer ministro japonés, Takeo Fukuda, personalmente presidió la reunión de un movimiento para mejorar la creatividad de la mayoría de los ciudadanos que se estaban preparando para el siglo XXI.
En ese contexto, los métodos tradicionales de enseñanza, desde el punto de vista de los defensores de la educación, se caracterizan de la siguiente manera: ideológicos rígidos, que crean estudiantes pasivos y estimulan el uso de la memoria, gracias a lo cual propician una falta general de interés en el aprendizaje; lo alumnos simplemente flotan en la superficie, aceptan pasivamente el adoctrinamiento. En otras palabras, los estudiantes se convierten en seres robotizados llenos de materiales de enseñanza (Testa y Paim, 2010).
En necesario recurrir al pensamiento educativo innovador para permitir que esta situación cambie. Se debe de alentar a que la educación sea una manifestación creativa e innovadora en los estudiantes, que acreciente el espíritu innovador. La educación para todos los estudiantes es la formación integral de todo un proceso, es la educación permanente. Al mismo tiempo, la innovación y la educación son un método de enseñanza, refleja el espíritu y el propósito de la expresión de su núcleo, que proporciona un fuerte apoyo para el aprendizaje profundo.
Su contenido básico puede ser formulado en torno a tres niveles de innovación (Maldonado y Rodríguez, 2016):
Cultivar el espíritu de exploración: propicia la autoexploración. De esta manera, el proceso de aprendizaje se consolida en un ser humano y desarrolla el conocimiento. Aprender a explorar permite la comprensión global del conocimiento entre el conocimiento y el contacto.
Desarrollo de la capacidad: La capacidad global es la capacidad para reagrupar los conocimientos existentes y formular nuevos; combinación única de innovación y nuevas marcas.
Crear conciencia y cultivar la capacidad creativa: Crear conciencia de las motivaciones psicológicas que impulsan a los individuos a emprender actos de interés y la curiosidad por el conocimiento y actitud.
La educación posmodernista
El posmodernismo es una tendencia multicultural prevalente en el mundo occidental desde la década de 1960, y también es defendida como la filosofía moderna de la orientación de valor cultural y espiritual. Al igual que como una forma filosófica del pensamiento que modera las actitudes de la crítica y de la construcción (García y García, 2013).
El pensamiento educativo posmodernista hace hincapié en la diversidad y en el respeto a las diferencias; permite prestar atención en la igualdad y en crear autoestima. Por su parte, el aprendizaje de concepto posmodernista permite adoptar el pensamiento educativo basado en la idea de la investigación, esto es, en el conocimiento del pensamiento crítico, donde se obtiene la comprensión y aplicación del conocimiento para solucionar problemas.
En la investigación es posible romper el estado cerrado de la enseñanza, donde los estudiantes, situados en un entorno de aprendizaje abierto y diverso, a través de la exploración y la aplicación del conocimiento, y con el uso herramientas, pueden resolver con eficacia el problema del conocimiento general a través de la fragmentación para establecer una estructura de conocimiento razonable (Cobo, 2007).
La planificación de este método de aprendizaje requiere que los estudiantes entiendan el mundo exterior, a través de su propia iniciativa, y generen un resultado positivo después de la selección, el procesamiento y la construcción; en lugar de aceptar pasivamente lo que se les presenta, que es precisamente la estrategia que refleja la profundidad del aprendizaje.
Las actividades de aprendizaje permiten extender el proceso creativo; permiten activar en los estudiantes el conocimiento previo, el uso de la experiencia y los alienta a tomar la iniciativa, así como construir activamente una representación mental interna del proceso significativo.
Este proceso de aprendizaje incluye tanto una fase de aprendizaje superficial (conocimiento estructural de dominar el proceso para obtener de esta manera alumnos universales, fundamentados en hechos abstractos, conceptos y principios) como también una fase de aprendizaje en profundidad (no solo para comprender el concepto de complejidad, sino también para que puede ser aplicado de manera flexible; situaciones específicas para resolver problemas prácticos).
Los argumentos comentados en los apartados anteriores permiten esbozar una serie de indicaciones respecto al qué, cuándo y cómo explorar y evaluar los conocimientos previos de nuestros alumnos para lograr un aprendizaje profundo.
En relación con la pregunta de investigación: ¿Por qué los estudiantes eligen la estrategia de aprendizaje más superficial?, se desprenden dos indicaciones de tipo general que deben concretarse en función del nivel y el momento temporal del proceso en que llevemos a cabo la exploración. El objeto de nuestra indagación serán los conocimientos previos de los estudiantes, que son necesarios para adoptar el aprendizaje de los nuevos contenidos.
Conclusiones
El aprendizaje profundo es un área que falta explorar. Apenas se está en una etapa muy elemental. Por otra parte, las indicaciones que proporciona la concepción constructivista amplían notablemente la respuesta tradicional a la cuestión del cuándo, es decir, en qué momento conviene llevar a cabo la exploración y evaluación de los conocimientos previos. En una primera aproximación, la respuesta es obvia y simple: siempre que se considere necesario y útil para llevar a cabo la labor docente y para ayudar a los alumnos en su aprendizaje.