Introducción
Diversos estudios llevados a cabo en los últimos años han comprobado y demostrado los distintos beneficios que tiene la práctica regular de actividad física sobre el rendimiento escolar en estudiantes de diferentes niveles (Luque et al., 2021). Sin duda es un tema que no ha pasado desapercibido para los investigadores educativos. Bernal (2015) refiere el estudio de Shephard et al. (1984) como uno de los más significativos en el campo de la actividad física y el rendimiento escolar. Shephard et al. (1984) seleccionaron una escuela situada 25 % por debajo del rendimiento escolar comparado con la media de otros colegios e implementaron un programa de actividades físicas a largo plazo; luego de cinco años el rendimiento escolar de dicha escuela incrementó 20 %.
La práctica recurrente de actividad física, además de los ya conocidos beneficios físicos que trae consigo, los cuales se ven reflejados en un estado óptimo de salud, también está asociada a la estimulación del aspecto mental, el aprendizaje, la concentración y el rendimiento académico de los escolares (Viteri y López, 2017). En efecto, la consulta de referentes empíricos demuestra que la actividad física en espacios educativos contribuye al desarrollo y mantenimiento de las funciones cognitivas de los alumnos, lo que se refleja en un mejor rendimiento académico (Rodríguez et al., 2020).
En México, sin embargo, a pesar de los beneficios ya nombrados, dentro de las instituciones educativas se mantienen niveles mínimos de ejercitación física con sesiones de 30-50 minutos una vez por semana, de acuerdo con los planes y programas de la Secretaría de Educación Pública [SEP] (2017). Aún más, Flores et al. (2017) encontraron que en términos reales el tiempo efectivo de una clase de 50 minutos de educación física se reduce a nueve minutos de actividades moderadas; el resto de la sesión se diluye en indicaciones, demostraciones y la organización propia de la clase.
Lo anterior revela la necesidad inmediata de investigaciones en México que prueben e impulsen programas integrales de actividades físicas escolares. Particularmente, en el estado de Querétaro existe el referente de Gómez, Méndez, Salazar y Cerezo (2012), quizá el único con esta temática, que incluyó una intervención a través de un programa interdisciplinario en una escuela primaria con el fin de combatir el sobrepeso y la obesidad durante el ciclo escolar 2012-2013. Al término, a pesar de que no era su objetivo central, el estudio demostró que el programa ayudó a mejorar de manera significativa el aprovechamiento escolar.
En virtud de lo anterior, se decidió llevar a cabo el presente estudio, el cual se estima cuantitativo, cuenta con un diseño cuasiexperimental de pretest, postest y grupo control y es de alcance correlacional a través de un muestreo no probabilístico.
Llegados a este punto, y antes de pasar a la siguiente sección, vale la pena señalar que aquí se entiende a la actividad física como cualquier movimiento producido por los músculos esqueléticos que demanda un gasto energético (Organización Mundial de la Salud [OMS], 2021), al ejercicio como toda aquella actividad planeada y estructurada (Escalante, 2011) y al deporte como aquella actividad privada que promueve el desarrollo de las competencias (Britapaz y Del Valle, 2015).
Justificación
A nivel mundial, el bajo rendimiento escolar ha comenzado a incrementarse en comparación con los años anteriores, así lo demuestra la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico [OCDE] (9 de febrero de 2016) a través de su Programa Internacional para la Evaluación de los Estudiantes (PISA, por sus siglas en inglés), ya que 13 millones de estudiantes de los 65 países incorporados a la OCDE presentan bajo rendimiento escolar.
En 2012, 55 % de los estudiantes de México tuvo un bajo rendimiento en matemáticas (media OCDE: 23 %), 41 % en lectura (media OCDE: 18 %), 47 % en ciencias (media OCDE: 18 %), y 31 % en las tres materias (media OCDE: 12 %) (OCDE, 9 de febrero de 2016, p. 2).
De acuerdo con Nunes, Neves, Teodósio, Floriano y Lara (2014), la falta de actividad física en el nivel de educación primaria es un elemento que repercute en el retraso del desarrollo motor, lo que suele estar asociado con dificultades para el aprendizaje escolar. Para Manzano (2006), es indudable que la práctica de actividad física en el entorno escolar tiene beneficios cognitivos.
La presente investigación se realiza debido al conocimiento deficiente que registró una escuela pública de tiempo completo en la prueba Plan Nacional para la Evaluación de los Aprendizajes (Planea) del 2018 en las materias de Matemáticas y Español, principalmente. Otra de las razones por las cuales se realiza la investigación es la poca importancia que se le otorga a la actividad física en el plan curricular de educación básica y en los demás niveles educativos.
Por lo antes mencionado, el objetivo de la investigación es determinar la eficacia que tiene un programa de actividad física sobre el rendimiento escolar de estudiantes de una escuela primaria pública del municipio de Querétaro. Para dar respuesta a lo anterior, las hipótesis de trabajo buscan determinar la asociación del rendimiento escolar con la actividad y el nivel socioeconómico.
Metodología
Esta investigación es de tipo cuantitativa; cuenta con un diseño cuasiexperimental de pretest, postest y grupo control, y es de alcance descriptivo y correlacional. Se realizó una intervención durante el ciclo escolar 2018-2019 que incrementó las sesiones de la asignatura Educación Física de 60 a 300 minutos semanales en un grupo experimental, mientras que en un grupo control se mantuvo casi sin incremento.
En lo referente al proceso de recolección de datos, inicialmente se solicitaron los permisos a las autoridades correspondientes. Posteriormente, se realizó el llenado de los consentimientos y asentimientos informados para la aplicación de los instrumentos. Después, se llevó a cabo una prueba piloto durante dos meses que validó los procesos e instrumentos utilizados. Finalmente, se efectuó la intervención con una duración de nueve meses.
Muestra
El estudio contempló un muestreo no probabilístico de tipo homogéneo por conveniencia. Los grupos fueron elegidos durante la transición que ocurre entre el preescolar y el primer año de primaria. Se seleccionaron los dos grupos de primer grado de una escuela pública urbana de tiempo completo con un total de 73 estudiantes. En la Tabla 1 se observa la distribución de la muestra por edad, sexo y grupo de investigación.
Instrumentos
Para medir el tiempo, tipo y frecuencia de la actividad física se diseñó, validó y aplicó un instrumento que consta de 20 ítems con una escala de Likert de cinco opciones de respuesta y un coeficiente de fiabilidad de alfa de Cronbach de 0.796. Además, para obtener el rendimiento académico de los estudiantes, se utilizó el “Test de evaluación del rendimiento académico” (TERA), a través de 24 indicadores correspondientes a los campos del lenguaje y matemáticas (González, Delgado, Martín y Barba, 2004). Adicionalmente, para valorar capacidades físicas coordinativas esenciales, se utilizó el “Test de coordinación corporal de Kiphard-Schilling” (KTK) (1974). Finalmente, se usó la encuesta para averiguar el nivel socioeconómico (NSE) de los participantes creada por la Asociación Mexicana de Agencias de Inteligencia de Mercado y Opinión [AMAI] (2018).
Resultados
A continuación, se ofrecen los resultados obtenidos en la investigación. En primer lugar, se muestra un análisis descriptivo de las variables estudiadas. Posteriormente, se muestran las asociaciones obtenidas a través de las técnicas estadísticas prueba t de Student y ji al cuadrado.
La Figura 1 muestra que en el pretest de la batería KTK 86.6 % de los estudiantes del grupo control y 74.4 % de los estudiantes del grupo experimental presentaron insuficiencia o perturbación de la coordinación y solamente 9.30 % de los participantes del grupo experimental fue catalogado con coordinación normal.
Mientras que en la Figura 2 se puede observar un incremento de estudiantes que presentaron coordinación normal: el grupo control hasta 3.33 % y el grupo experimental 30.24 %. Si bien en ambos grupos se disminuyó la incidencia de aquellos que presentaron insuficiencia de la coordinación, en el grupo experimental el cambio fue más pronunciado.
Por su parte, la Figura 3 exhibe los resultados del pretest del TERA. En el grupo control más de 55 % presentó un conocimiento deficiente y solo 43.33 % un conocimiento bueno, mientras que en el grupo experimental solamente 18.60 % fue considerado apto, de acuerdo con el cumplimiento de ciertos ítems.
Más adelante, al contar con los resultados del postest de la aplicación del TERA, se pudo identificar que ambos grupos presentaron una mejoría en su rendimiento escolar. El grupo control fue el que mostró mayor incidencia (63.33 %), aunque el grupo experimental registró una cifra apenas menor (51.16 %) (ver Figura 4).
Ahora bien, en la Tabla 2 se puede observar el impacto que tuvo el haber incrementado a una hora diaria la actividad física, en lugar de una sola hora semanal, sobre el desarrollo de la coordinación motriz global, con un 0.001 de grado de significancia.
Variables | Diferencias relacionadas | T | Gl | Sig. (bilateral) | |||||
Media | Desv. típica | Error típico de la media | Inferior | Superior | |||||
Coordinación global (pre) Coordinación global (pos) | -0.41860 | 0.73136 | 0.11153 | -0.64368 | -0.19353 | -0.3.753 | 42 | 0.001** |
Fuente: Elaboración propia
Mientras que en la Tabla 3 se muestra el grado de significancia obtenido en el grupo control al añadir una hora más de actividad física semanal además de la de su clase de Educación Física. Si bien es cierto que existieron mejoras, no tuvo un impacto significativo.
Variables | Diferencias relacionadas | T | gl | Sig. (bilateral) | |||||
Media | Desv. típica | Error típico de la media | Inferior | Superior | |||||
Coordinación global (pretest) Coordinación global (postest) | -0.1333 | 0.50742 | 0.09264 | -0.32281 | -05614 | -1.439 | 29 | 0.161 |
Fuente: Elaboración propia
Ahora bien, en la Tabla 4 se puede observar la relación que existe entre la actividad física y el rendimiento escolar. Mediante la técnica t de Student se obtuvo 0.000. Esto es: haber incrementado el tiempo y días de actividad física en el grupo experimental resultó altamente significativo.
Variables | Diferencias relacionadas | T | gl | Sig. (bilateral) | |||||
Medía | Desv. típica | Error típico de la media | Inferior | Superior | |||||
Rendimiento escolar (pre) Rendimiento escolar (pos) | 0.32558 | 0.47414 | 0.07231 | 0.17966 | -47150 | 4.503 | 42 | 0.000*** |
Fuente: Elaboración propia
Y en la Tabla 5 se muestra que en el grupo control también existió significancia, debido a la hora extra semanal, pero no fue tan significativa como la que se obtuvo en el grupo experimental.
Variables | Diferencias relacionadas | T | gl | Sig. (bilateral) | |||||
Medía | Desv. Típica | Error típico de la media | Inferior | Superior | |||||
Rendimiento escolar (pre) Rendimiento escolar (pos) | 0.23333 | 0.43018 | 0.07854 | 0.07270 | 0.39397 | 2.971 | 29 | 0.006** |
Fuente: Elaboración propia
Finalmente, en la Tabla 6 se observa la relación entre el nivel socioeconómico del estudiante y otras variables. Aquí resultó altamente significativa la interacción con las variables relacionadas con el nivel de estudios del padre o madre de familia y el medio de transporte que usa el estudiante para llegar a la escuela.
Variables | X 2 Cal | Pvalue |
Actividad física (frecuencia) | 8.746 | 0.890 |
Actividad física (tiempo) | 17.211 | 0.639 |
Nivel de estudios | 98.956 | 0.000*** |
Pretest TERA | 9.756 | 0.082 |
Pretest KTK | 12.919 | 0.228 |
Postest TERA | 6.655 | 0.248 |
Postest KTK | 5.156 | 0.881 |
Medio de transporte | 24.993 | 0.005** |
***Altamente significativo **Muy significativo *Significativo |
Fuente: Elaboración propia
Discusión
El objetivo del estudio se centró en analizar el impacto que tendría incrementar el volumen de actividad física en estudiantes de nivel primaria que obtuvieron calificaciones insuficientes de rendimiento escolar en la prueba Planea 2018.
En lo que refiere al rendimiento académico, la OCDE (9 de febrero de 2016) reportó que en los últimos años el bajo rendimiento escolar se ha incrementado hasta 11 %, sobre todo en las áreas de matemática, ciencia y lenguaje. Aquí los resultados arrojados por el pretest de TERA revelaron que en el grupo de intervención 81.4 % de los estudiantes obtuvieron niveles deficientes (no aptos) del conocimiento en los rubros de español y matemáticas. No obstante, el panorama cambió con la aplicación del programa de actividad física cuya duración fue de nueve meses, ya que los datos obtenidos por el postest describen una disminución en la cantidad de estudiantes con condición deficiente, al situarse en 48.84 %, lo que respalda la asociación positiva que tiene la práctica de la actividad física regular sobre el rendimiento escolar en estudiantes de nivel primaria.
Asimismo, en lo que respecta a la actividad física, la OMS (26 de noviembre de 2020), dentro de sus recomendaciones mundiales sobre la actividad física para la salud, señala que niños y adolescentes entre 5-17 años deben realizar mínimamente 60 minutos diarios de actividad moderada o vigorosa. Sin embargo, los datos del estudio arrojaron que en el grupo experimental 58.13 % de los estudiantes no cumplen con las cantidades mínimas de actividad física, situación que, además de representar un factor para el desarrollo de enfermedades como el sobrepeso y la obesidad (OMS, 26 de noviembre de 2020), también constituye un obstáculo importante para el rendimiento académico.
En virtud de lo anterior, el programa de intervención logró incrementar el volumen de actividad física de 60 a 300 minutos semanales, y trajo consigo modificaciones tangibles y sustanciales para los estudiantes tanto en el incremento del rendimiento escolar como en la mejora de capacidades físicas coordinativas. Los resultados obtenidos se suman a los referentes empíricos que han demostrado que una mayor cantidad de actividad física se asocia con mejores indicadores de rendimiento escolar, como lo demostraron Trullén (2020) en estudiantes españoles de primaria y Quílez (2020) en alumnos de nivel secundaria. También, los resultados reflejan consistencia con el incremento de las capacidades coordinativas a través de la actividad física, tal y como lo enfatiza el estudio de Benálcazar (2020) en niños ecuatorianos. Además, al igual que en la investigación de Urquidez et al. (2017), la intervención con actividad física brindó mejoras en aspectos educativos y de salud.
Todavía más: los hallazgos encontrados comparten similitud con estudios de intervención efectuados en otros países, como el realizado en Suecia por Fritz, Cöster, Rosengren, Karlsson y Karlsson (2020), quienes, al igual que en el presente estudio, incrementaron la actividad física en niños de 6-8 años de 60 a 200 minutos semanales, aunque ellos lo hicieron durante un periodo de nueve años. A pesar de la diferencia de tiempo de implementación, en ambos se encontró asociación entre el aumento de la actividad física y el incremento del rendimiento escolar (aunque respecto a este último indicador, se midió de forma distinta, allá mediante las calificaciones escolares [Suecia] y acá por medio de una prueba estandarizada [México]). Además, aunque ambas investigaciones consideraron la variable sexo, solo el estudio de Fritz et al. (2020) encontró asociación significativa al reconocer que las niñas presentaban mejores niveles de rendimiento escolar.
Por otra parte, es importante reconocer que a pesar de haber obtenido resultados contundentes sobre el impacto que tiene la actividad física en el rendimiento escolar y las habilidades físicas coordinativas de los estudiantes, la investigación no arrojó datos significativos sobre la relación entre variables como el nivel socioeconómico o el sexo, aunque es preciso resaltar que la intervención se realizó en una escuela de nivel económico medio típico-alto. Lo anterior sugiere la posibilidad de ampliar el alcance del programa de intervención hacia escuelas de diversas localidades y distintos niveles socioeconómicos.
Conclusiones
Con base en los resultados del estudio se rechaza la hipótesis de trabajo H1, ya que el nivel socioeconómico de la familia no influye sobre el rendimiento académico de los estudiantes y también se descarta la hipótesis de trabajo H2, ya que los niños que tienen un bajo nivel socioeconómico no tuvieron mejor desarrollo motriz. Por el contrario, se acepta que el desarrollo motor de los niños mejora con la práctica regular de actividad física. E igualmente que algunas variables de la actividad física (duración, frecuencia, intensidad, hidratación, entre otros) se asociaron con la disminución de peso corporal o modificaciones en la composición corporal.
También se encontró una correlación significativa entre el tiempo y la frecuencia que se emplea para realizar actividades físico deportivas y el rendimiento académico. De igual manera, se observó una asociación altamente significativa entre los niños que realizan actividades físico deportivas diariamente y el rendimiento escolar. Además, se registró una asociación altamente significativa en el rendimiento escolar deficiente y la insuficiencia de la coordinación. Asimismo, se apreció una vinculación entre el rendimiento escolar insuficiente y las variables de la actividad física (ningún deporte practicado, días a la semana, tiempo entre semana y tiempo en los fines de semana). Y se detectó una asociación altamente significativa entre el rendimiento escolar deficiente y los días que observan televisión y tiempo que les dedican a los videojuegos (tiempo que le dedican entre semana, tiempo que le dedican los fines de semana, días entre semana que le dedican y días que le dedican los fines de semana).
Aunado a todo lo anterior, se detectó una asociación altamente significativa entre el rendimiento escolar deficiente y la insuficiencia de la coordinación global en casi toda la muestra y una asociación altamente significativa entre el programa de actividad física y la mejora del desarrollo motor.
Un aporte significativo del presente estudio radica en señalar que el proceso cognitivo que emprendieron los estudiantes en la presente investigación (seis a siete años) estuvo vinculado con el déficit de la coordinación global, el nivel de atención-concentración, el sedentarismo y el tono muscular, entre otros factores. Por lo que realizar un esquema de actividades físico deportivas beneficia a la población a salir del sedentarismo, a mejorar la coordinación global, a mejorar los procesos de mielinización para una mejor conexión sináptica, con en el aumento de la oxigenación en las células, lo que provoca un aumento en la atención-concentración y produce autonomía, autoconfianza y reconocimiento de la corporeidad, fundamentales para una buena coordinación global.
Cabe resaltar que el tipo de escuela de tiempo completo se asoció de manera altamente significativa con niveles muy bajos de actividad física y la poca realización del deporte y actividad física extraescolar. Las personas que resultaron no tener un rendimiento académico apto según la prueba del TERA, después de concluir con el programa de actividad física, pasaron a tenerlo según la misma prueba. Por lo tanto, se logró la vinculación del programa de actividad física con las materias Español y Matemáticas. Con intervenciones de este tipo se mantienen activos los estudiantes, reforzamos temas del salón de clase, los estudiantes se divierten y aprenden de una forma kinestésica, todo lo cual da resultado ser más capaces académicamente.
Por otro lado, el estudio identificó una asociación entre el rendimiento escolar y el tiempo dedicado a la actividad física o deporte, con quién vive el estudiante, nivel de estudios de los padres, tiempo dedicado a ver televisión y tiempo dedicado a los videojuegos. Al tener conocimiento de estos factores asociados, se enfatiza la importancia de realizar actividad física, por lo menos cuatro días a la semana con 30 minutos por día, con una alimentación balanceada y buena práctica de hidratación, tener apoyo de los familiares o tutores para fortalecer deseos de continuar realizando la actividad física y consolidar valores y hábitos, mantener conversaciones con los padres o tutores, así como con los compañeros, de su actividad física para mantener o mejorar la autoconfianza, la autonomía, la toma de decisiones y la atención-concentración, actitudes que serán benéficas para seguir mejorando el rendimiento escolar y reducir el tiempo de televisión y videojuegos.
Finalmente, es importante recalcar que el rendimiento escolar insuficiente o no apto es un fenómeno que se asocia con los hábitos de casa y el tiempo de actividad física. Es un problema para el desarrollo de la comunidad que requiere prevención para evitar riesgos como el sobrepeso, la obesidad, problemas psicológicos, enfermedades crónicas, entre otras cosas, sin dejar de lado el estancamiento y la poca utilidad en la vida cotidiana que tendrán los escolares por el deficiente rendimiento escolar.
Futuras líneas de investigación
Por último, para próximas investigaciones se estiman como áreas de oportunidad interesantes el terreno de las habilidades socioemocionales, los valores y los estilos de vida saludables, ya que se observaron resultados implícitos en la mejora de la interacción de los niños, el incremento de la atención y la concentración, la presencia de valores como el respeto, la tolerancia, la honestidad, la empatía y la capacidad para dialogar con sus compañeros. También, se detectaron hábitos como llevar botella de agua natural para la clase de Educación Física, procurar una fruta para consumir al término de la clase, el aseo corporal con frecuencia, disminución del ausentismo en clases y reducción del tiempo semanal dedicado a la televisión y a los videojuegos.
En virtud de lo anterior, se plantean líneas de investigación emergentes en el ámbito de educación física para la salud y el bienestar integral, en donde se consideren variables como el estado nutricional, los hábitos alimenticios, el autoconcepto físico y el uso del tiempo libre. Asimismo, se sugiere que un mayor tiempo de intervención y una población más amplia permitirán correlaciones interesantes y significativas para próximos estudios.