Escribir una Semblanza del Doctor Agustín Jorge O’Horán y Escudero constituye, para mí, más que una satisfacción un verdadero privilegio, una encomienda muy grata, aunque nunca conseguirán estas palabras dimensionar y destacar en justa medida, la obra realizada por este ilustre médico.
Pretendo establecer el relato de la vida de un hombre bueno, de un gran humanista, de un médico enamorado verdaderamente de su profesión, que hizo de la medicina un apostolado y cuyos ideales permanecen presentes hasta hoy día dado que su figura se convirtió en un estandarte de luchas progresistas en el campo de la medicina y de la educación.
El Doctor Agustín O’Horán y Escudero no tuvo como cuna el suelo yucateco, puesto que nació en Guatemala en el año de 1828. Sin embargo, plasmó en nuestra tierra meritorios paradigmas de servicio a la sociedad e interés hacia los más necesitados, como su participación en el desarrollo del estado, incluyendo el ámbito educativo. Sus padres fueron: el Abogado Tomás O’Horán y Arguello (Yucateco) y Gertrudis Escudero. Ambos vivieron en Guatemala mientras el abogado se desempeñaba como Presidente de la naciente República Centroamericana, y fue allí donde nacieron sus hijos Agustín y Tomás. A fines del año de 1831, por razones políticas en contra del buen proceder de Tomás O’Horán, la familia se trasladó a esta Ciudad. En el año de 1834, Agustín O’Horán, inició su educación primaria en prestigiadas escuelas, culminándolos en junio de 1840. Seguidamente, ingresó al Colegio Seminario Conciliar de San Ildefonso en donde cursó Latín y Física y Lógica y Filosofía; al finalizar, decidió continuar sus estudios en la Escuela de Medicina, los cuales concluyó en 1853.
O’Horán y Escudero fue un médico y un político. Corría el año de 1848 cuando, junto con otros compañeros de la escuela entre los cuales estaba José Dolores Patrón Peniche, participó en la Guerra de Castas en el Oriente de Yucatán, poniendo de manifiesto su vocación de servicio al atender tanto a la población abierta como a los soldados que luchaban contra los rebeldes mayas.
Durante la gubernatura de Manuel Cepeda Peraza en la que se estableció en Yucatán el Régimen Republicano Mexicano, Agustín O’Horán y Escudero fungió como gobernador provisional de Yucatán durante tres cortos períodos, en ausencia de Cepeda Peraza: del 1 al 17 de julio de 1867, del 10 de agosto al 6 de septiembre de 1867, y del 14 de noviembre de 1867 al 4 de febrero de 1868. En el primer período que participó en esta suplencia gubernamental, el cuatro de julio, tuvo la distinción de presidir un acto solemne realizado en el Palacio de Gobierno de la ciudad de Mérida, en el que se leyó por primera ocasión el Himno Patriótico, (himno de Yucatán).
El Doctor Agustín O’Horán y Escudero estuvo también al frente del Consejo de Instrucción Pública, contribuyendo así, a la formación del Instituto Literario de Yucatán, que fue creado por decreto gubernamental durante la administración del Gobernador Manuel Cepeda Peraza el 18 de julio de 1867. La participación del Doctor Agustín O’Horán y Escudero en la formación del Instituto Literario tiene un valor incalculable ya que esté sentó las bases para la creación de la Universidad del Sureste, la Escuela Preparatoria y de la Universidad de Yucatán. Asimismo, reorganizó la Escuela de Medicina y la Escuela Normal de Profesores.
Después de la muerte del Dr. Ignacio Vado, y siendo Director del Hospital, expuso al entonces gobernador Lic. Liborio Irigoyen Cárdenas la necesidad de que el Hospital General de San Juan de Dios, que se hallaba en la parte lateral de la Catedral de Mérida, ocupara un lugar más adecuado, menos céntrico y con menos ruidos para bien de los enfermos. El lugar seleccionado fue el antiguo convento Franciscano de la Mejorada que, prácticamente ya no tenía moradores.
Falleció el siete de septiembre de 1884 y, posteriormente, por decreto del H. Congreso de Yucatán y, ante el beneplácito general de la población y para honrar su memoria, se acordó que el Hospital General de Mérida se llamara Hospital Agustin O’Horán. Poco después se mandó colocar en el interior de ese edifico un monumento con su efigie y, al pie de ella, una lápida de mármol con una inscripción en latin redactada por el P. Hijuelas y esculpida por don Leopoldo Tomassi, que dice: Eximie reipublicae studioso, Solertimente praedito, Arte docto peoniam, Generis humani amatori, Agustino O'Horán, Natale solum, Minervae studio, Terrea Proles, MDCCCXCV. Traducido al español se lee: Al repúblico, Al maestro, Al médico, Al filántropo, Agustín O'Horán, La patria, La ciencia, La humanidad, 1895
El hospital estuvo en este sitio hasta 1906, año en que fue trasladado al amplio lugar que hoy ocupa en el rumbo poniente de la ciudad de Mérida, Yucatán. Allá, en este Hospital de la Mejorada, muchos jóvenes iniciaron su carrera médica bajo las enseñanzas de algunos discípulos de los doctores Ignacio Vado Lugo y Agustín O´Horán y de otros médicos, que habían cursado sus estudios en el extranjero, como el Dr. José María Tappam de la Universidad de Harvard y el Dr. Ricardo Sauri en la de París. En suma, sus antiguos y adustos espacios vieron las actividades desarrolladas por los destacados maestros: Ignacio Vado, Agustín O’Horán, José Dolores Patrón, Augusto Molina Solís, Manuel Arias, Joaquín Acevedo Acosta, Francisco Losa, entre otros.
La obra realizada por el Doctor Agustín O’Horán y Escudero, continúa con clara vigencia en la actualidad que se pone de manifiesto en el campo de la medicina y de la educación.