En 1 336 páginas, 17 capítulos divididos en tres partes y más 37 apéndices, Anwar Shaikh, uno de los más distinguidos economistas heterodoxos a nivel mundial y profesor de economía en la New School for Social Research de Nueva York, presenta un libro monumental y pionero cuyo principal objetivo es el estudio unificado de la lógica, la historia, la dinámica y las crisis del sistema capitalista. A lo largo de esta obra, el autor confronta su propia perspectiva y su método de la economía política clásica con las principales escuelas teóricas, por ejemplo, la neoclásica y la monetarista, así como diferentes ramas de la escuela poskeynesiana.
La principal hipótesis del autor es que el motor del capitalismo es la búsqueda constante de mayores ganancias en un entorno competitivo que opera mediante un proceso que Shaikh describe como “competencia real”. Esta teoría de la competencia es totalmente diferente de la visión neoclásica de competencia perfecta y la noción poskeynesiana de competencia imperfecta. El concepto de competencia que adopta Shaikh a lo largo de su magnum opus se remonta a los escritos de Smith, Ricardo, Marx, Harrod y el grupo de investigación de economistas de Oxford.1 En esencia, este enfoque considera la competencia como un proceso de intensa rivalidad entre empresas en el sentido clásico, en el que todos los productores tratan de obtener una parte de su mercado mediante la reducción de costos por conducto de la disminución de salarios y el cambio tecnológico. Este proceso turbulento de competencia feroz conduce a la formación de un capital-productor líder (regulador) que tiende a establecer el precio de costo unitario más bajo de producción al que gravitarán los precios de otras empresas.
Como tal, este proceso de competencia ocurre entre sectores industriales y en el interior de ellos, incluyendo también otros sectores económicos, todo lo cual tiende a establecer precios reguladores o tasas clave, como la tasa general de ganancia, la de interés, precios relativos, salarios, acciones, rendimiento esperado del capital (inversión) y tipos de cambio. En consecuencia, este mecanismo de competencia real moldea los patrones a corto y largo plazos del crecimiento económico, la distribución del ingreso y los ciclos económicos (por ejemplo, ciclo Kondratiev basado en precios con duración de alrededor de 60 años). Así, para el autor, la búsqueda de beneficios regula tanto la oferta como la demanda e incluso podría determinar el grado y la duración de la intervención estatal.
En nuestra opinión, además del exhaustivo y excelente análisis de la historia del pensamiento económico y de varios modelos macrodinámicos clásicos, una contribución destacada de este libro a la ciencia económica es el tratamiento del tiempo dentro del concepto de competencia real. Al hacerlo no sólo muestra las deficiencias de los fundamentos micro y macro tradicionales, sino que también puede crear nuevas vías de investigación en el análisis económico, como lo hicieron los Principios de economía de Marshall o la Teoría general de Keynes (Martínez e Isidro, 2020). Por ejemplo, en la microeconomía (en su conexión con la macroeconomía), al representar diferentes jornadas de trabajo en el proceso productivo, surgen distintas formas de las curvas de costo que identifican diversas regiones más bajas del costo variable promedio (CVP), según el turno de trabajo elegido (capítulo 4, pp. 257-272). Después, dado el CVP más bajo, se puede identificar una tasa de utilización de capacidad normal2 a nivel macro en el proceso de competencia real (capítulo 12, pp. 782-786).
A nivel macro, los modelos estándar dan por sentado que la inversión y el ahorro agregados son iguales sólo en un punto del tiempo y, en general, se supone que la tasa de ahorro es constante. Por el contrario, Shaikh distingue un ciclo a corto plazo de tres a cinco años como tipología para describir el ajuste a corto plazo entre la demanda y la oferta, los inventarios y la tendencia a la igualación de la tasa de ganancia. Además, al definir el ciclo de equipo de capital en entre siete y 11 años, Shaikh encontró que la capacidad utilizada, el mercado laboral y la reposición de capital son los principales determinantes de las fluctuaciones en el largo plazo. Es significativo notar que estas tipologías (capítulo 3, p. 199) surgen de su exhaustivo análisis de las cuentas de ingreso y producto nacional (nipa, por sus siglas en inglés), además de otras fuentes de datos. Con esta información el autor construye varias series de tiempo y modelos económicos, y muestra patrones económicos diferentes y únicos.
Otro resultado importante del trabajo de Shaikh al considerar el tiempo junto con su concepto de competencia real es el descubrimiento de una versión clásica “nueva” y estable de la curva de Phillips que define los patrones entre el crecimiento de la participación de los salarios en el ingreso (wage-share) y la intensidad del desempleo. En específico, aclara los vínculos entre estos factores con los niveles de intensidad del desempleo, al mostrar las intrincadas interacciones entre la intervención estatal, los trabajadores y los capitalistas a fin de determinar la tasa de desempleo, los salarios y las ganancias durante diferentes periodos de la historia de los Estados Unidos. El autor obtuvo estos resultados mediante un análisis cuidadoso de los datos y con el marco de la economía política clásica sin confiar en la suposición de expectativas racionales como otros economistas, por ejemplo, Friedman y Phelps. Finalmente, otro resultado innovador es que en el capítulo 3 se deriva una curva de demanda con pendiente negativa sin utilizar los famosos supuestos neoclásicos de hiperracionalidad, optimización, información perfecta y agentes representativos (lo que comúnmente se llama “individualismo metodológico”).
El enfoque metodológico de Shaikh se centra en reducir problemas reales complejos a un conjunto manejable de variables o ecuaciones, que pueden ser objeto de análisis teórico empírico. Por ejemplo, comienza analizando hechos económicos en un contexto histórico. Luego, pasa a confrontar otros resultados empíricos al adoptar la perspectiva clásica tanto en términos de teoría como de modelización; finalmente, al reducir el tema de estudio a un conjunto manejable de variables, realiza un análisis empírico mediante modelos matemáticos, estadísticos (gráficos) y econométricos, además de la programación matemática. De esta manera, Shaikh aborda el tema considerando primero la complejidad de un sistema económico y luego intentando simplificar su análisis y explicación. A continuación, describimos el contenido del libro y posteriormente proponemos formas de lectura para su mayor aprovechamiento, con base en tanto los apéndices del libro como los recursos electrónicos que proporciona el autor en su página web (erratas, videos, referencias, etcétera).
El volumen completo está compuesto por tres partes. La primera, “Elementos fundacionales del análisis”, contiene seis capítulos (1-6). El capítulo 1 es una introducción detallada y bien documentada de todo el libro, en la que se definen los conceptos más importantes. El capítulo 2 es una clara descripción empírica de cómo se comporta una economía capitalista (desempleo, productividad, niveles de precios, tasa de ganancia, crecimiento económico, etc.). Shaikh considera que tanto el crecimiento como las fluctuaciones a corto y largo plazos son características internas del sistema capitalista. Finalmente, el capítulo 2 también subraya la diferencia entre la tasa de ganancia incremental y la promedio; según el autor, sólo la primera es relevante como guía para las nuevas inversiones de capital, ya que se invertirá más en las industrias con mayor rentabilidad, pero con el tiempo y con la entrada de nuevos capitales, las tasas de ganancia de estos últimos tenderían a igualarse (pp. 143-146).
En el capítulo 3 se desarrolla una crítica devastadora a los fundamentos microeconómicos neoclásicos, por lo que podría ser atractivo para pensadores heterodoxos de diferentes áreas sociales. En este capítulo, Shaikh rechaza casi todo el conjunto de supuestos neoclásicos para derivar la curva de demanda. Mediante la simulación de un micromodelo, concluye que los agregados sociales son muy diferentes de la suma de los comportamientos individuales, es decir, la conducta individual promedio es diferente a la conducta colectiva agregada (véase el concepto “propiedades emergentes”, capítulo 3, p. 166).
En el capítulo 4, Shaikh critica las curvas de costos neoclásicas y poskeynesianas. Primero, argumenta que las neoclásicas no tienen ninguna razón para incluir la ganancia promedio como un costo, porque el costo de una empresa está representado por la fuerza de trabajo, la maquinaria y la depreciación. Además, en su opinión, los poskeynesianos tienden a pensar que el margen de beneficio es la fuente de las ganancias. En segundo lugar, para Shaikh es muy importante reconocer que existe una dimensión temporal detrás de cualquier proceso de producción, por lo que las curvas de costos modifican su forma debido a la duración total de la jornada laboral y la consideración de diferentes turnos de trabajo.
En el capítulo 5, Shaikh afirma que el dinero surge del intercambio y que los regalos no son un verdadero intercambio, además, algunos tipos de pagos no son deuda. Para el autor el dinero es la gramática en la que se hacen los intercambios. El dinero mide los valores de las mercancías (expresa sus precios), es un medio de cambio y un medio de seguridad, en este último caso, aunque el dinero no compre una mercancía inmediatamente, al final de un periodo debe comprar algún tipo de riqueza. Shaikh piensa que el Estado es importante para entender los orígenes del dinero fiduciario (fiat money), pero él no considera que el Estado haya creado el dinero como lo hace la teoría chartalista de influencia poskeynesiana. En el capítulo 6, el autor define que el capitalismo siempre busca una ganancia, y sostiene que el capital es una “cosa” que produce ganancias y distingue dos tipos de ellas: una por enajenación (donde hay una transferencia de riqueza en la circulación) y otra de producción (donde se crea plusvalor). Finalmente, Shaikh muestra diferentes resultados empíricos de la evolución de la tasa de ganancia.
La parte 2 del libro se titula “Competencia real” y tiene cinco capítulos (del 7 al 11). El capítulo 7 explica “la teoría de la competencia real”, donde la competencia se define cuando las empresas compiten entre ellas al bajar costos mediante el cambio técnico, mientras reducen el salario, e incrementan la jornada laboral o la intensidad de la jornada de trabajo. En este capítulo se afirma que esos tres tipos de mecanismos de competencia para obtener mayores ganancias no son estudiados por las escuelas de pensamiento económico ortodoxas. De esta forma, cuando hay perspectivas de rentabilidad alta para las nuevas inversiones en ciertas industrias específicas, el capital irá a esas áreas de tasas de ganancia alta y competirán entre ellas mediante la reducción de costos. Para el autor “ésta es la competencia real” (p. 401). Según Shaikh, aunque es un proceso destructivo de capitales y empleos, algunas regularidades en el tiempo pueden identificarse y estudiarse.
Tales regularidades son estudiadas en el capítulo 8, en el que los salarios, los precios y la tasa de ganancia gravitan hacia un nivel que él le llama “nivel normal”. En este capítulo, el autor rechaza algunas teorías del establecimiento de precios: la teoría neoclásica principalmente expuesta por Walras, la teoría de la competencia imperfecta particularmente desarrollada por Kalecki y la teoría poskeynesiana. Para Shaikh, Walras está equivocado por con cluir que los mercados se vacían instantáneamente y por excluir metodológicamente el tiempo en su análisis. Por otra parte, Shaikh no está de acuerdo con Kalecki, principalmente porque utiliza coeficientes que determinan el grado de monopolio, m y n, con restricciones impuestas. Además, de acuerdo con Shaikh, en el enfoque kaleckiano la ganancia no está determinada por la competencia y la tasa de ganancia reguladora no es la promedio de todas las empresas. Finalmente, el autor piensa que los poskeynesianos se equivocan en establecer que los precios no se fijan en la competencia y en pensar que hay una correlación empírica entre índices de concentración y márgenes de ganancia.
En el capítulo 9 se estudia la relación entre la cantidad de trabajo contenida en cada mercancía (los coeficientes de valor de las mercancías), los precios de producción (incluyen el costo de producción y una ganancia media) y los de mercado. Como es bien sabido, el valor de las mercancías determina los precios de producción y estos últimos son el centro donde gravitan los precios de mercado. Diferencias entre valores y precios existen y se deben a diferentes coeficientes de capital-trabajo o a situaciones coyunturales; en el largo plazo los precios de las mercancías deben reflejar los valores de éstas. En el capítulo 10 se explica cómo se determina la tasa de interés monetaria y el precio de las acciones en el mercado de valores. Según Shaikh, la tasa monetaria de interés (i) debe ser más baja que la de ganancia (r) a fin de que pueda desarrollarse el proceso de acumulación. Para el autor la tasa monetaria de interés está determinada por la competencia y no por factores institucionales, como afirman los poskeynesianos. Finalmente, en el mercado de valores debe obtenerse la tasa general de ganancia para los nuevos capitales.
El capítulo final (11) de esta segunda parte desarrolla la competencia internacional “real”, y aquí se presenta el desarrollo de una de las teorías más originales de la determinación del tipo de cambio real en la literatura económica. En esta teoría, Shaikh relaciona los términos de intercambio (definidos como costos laborales unitarios reales relativos), las tasas de ganancias relativas, las tasas de interés relativas y los movimientos de capitales internacionales como determinantes del tipo de cambio real; así representa el grado de competitividad internacional de cada país y la evolución de sus respectivas balanzas comerciales. Por ejemplo, si un país tiene costos de producción más altos que otro, tendrá déficit comercial, menores ganancias y se verá obligado a importar capitales mediante una tasa de interés alta. En cambio, los países con mayor productividad exportan capitales, tienen una tasa de ganancia más alta y una tasa de interés más baja. La moraleja de este capítulo es que “el libre comercio conducirá a superávits comerciales persistentes para los países cuyos capitales tienen menores costos y a persistentes déficits comerciales para aquellos cuyos capitales tienen mayores costos” (p. 736), entonces, los países pobres, a fin de incrementar su competitividad, recurrirán en el corto plazo a bajar los costos salariales, y en el largo plazo éstos tendrían que buscar mejores técnicas de producción. En tal proceso de volverse más productivos se han estancado los países pobres.
La tercera parte se titula “Macrodinámica turbulenta”, aquí se desarrollan los capítulos 12 al 16, y en el capítulo 17 se presentan las conclusiones. En el primer capítulo de esta parte Shaikh analiza los cambios en la teoría macroeconómica después de Keynes y evalúa el surgimiento de nuevos enfoques y modelos económicos. También, el autor afirma que los economistas clásicos no fueron economistas de la oferta o de la demanda, fueron economistas para los cuales la ganancia es la variable más importante del capitalismo. Finalmente, Shaikh comenta que la tasa de ahorro es endógena, ya que el conjunto de empresas decide financiar la nueva inversión sólo parcialmente con sus ganancias, lo cual implica que el efecto del multiplicador del gasto podría ser más bajo del asumido frecuentemente, debido a la endogeneidad total o parcial de la tasa de ahorro de las empresas. En el capítulo 13 se define la ganancia empresarial como el principal determinante del crecimiento económico, es decir, ésta se fija como la diferencia r - i, donde r es la tasa general de ganancia e i es la tasa monetaria de interés. Cada vez que la tasa de interés desciende, la de ganancia se incrementa, y entonces las empresas pueden aumentar su inversión. La tasa de acumulación depende de la de ganancia empresarial promedio y de la cantidad de plusvalor que se pone nuevamente en el proceso productivo. La máxima tasa garantizada de crecimiento está determinada por el plusvalor obtenido en periodos anteriores, como ya lo habían sugerido Ricardo, Marx y Von Newman.
En el capítulo 14, Shaikh plantea una curva de Phillips que él llama clásica. Esta curva relaciona la variación de la participación salarial en el producto (wage share), la intensidad del desempleo (el producto de la tasa de desempleo y el índice de tiempo de desempleo) y la intervención del Estado. El autor también presenta resultados de esta curva de Phillips clásica para los Estados Unidos en los últimos 60 años, en los que relaciona la intensidad del desempleo con los movimientos de la variación de la participación salarial; así, muestra que esta curva ha mantenido una relación inversa en el tiempo, a pesar de las múltiples intervenciones del Estado, algunas veces en favor y otras en contra de los trabajadores. En el capítulo 15, Shaikh describe su teoría de la inflación al estudiarla empíricamente desde 1940. Su teoría muestra que la inflación con dinero fiduciario es influenciada positivamente por un aumento del poder de compra y el incremento de la capacidad de utilización más allá de cierto punto crítico (ya que obstruye el crecimiento del producto real), y la inflación tiene una correlación negativa con el aumento de rentabilidad neta (ya que ésta aumenta el producto real). La parte final de este capítulo muestra la validez empírica de sus hallazgos teóricos.
El capítulo 16 recuerda que la ganancia es la variable más importante de la economía. Ésta a su vez determina las fluctuaciones a corto y largo plazos, así como la evolución de la participación salarial y la magnitud de la capacidad utilizada. En otras palabras, las ganancias, junto con el grado de intervención estatal, regulan la oferta y la demanda. El capítulo final presenta las principales conclusiones: que los supuestos neoclásicos básicos no son adecuados para describir y entender la realidad económica; que la economía mundial es dinámica y se rige por la competencia, donde existe un turbulento proceso de igualación de precios y tasas de ganancia (lo que define como la competencia real), y que la competencia real tiende a construir un mundo injusto con niveles de desigualdad insostenibles que el Estado debe enfrentar mediante una mejor correlación de fuerzas en favor de la clase trabajadora.
Deseamos finalizar esta reseña con un énfasis en las posibles estrategias de lectura por parte de estudiantes, profesores e investigadores, así como el papel relevante de los apéndices para la investigación económica. En primer lugar, este libro es complejo; sin embargo, se puede ir leyendo a la par de los videos de cada capítulo que el autor ha hecho disponibles en inglés mediante su página web. En segundo lugar, para la discusión de la tasa de ganancia y de la capacidad de utilización, componentes centrales en los debates de la economía política, los lectores pueden remitirse al apéndice 6.5, que contiene un extenso análisis de la estimación empírica de los stocks de capital, lo cual permite estimar las diferentes medidas de la tasa de ganancia y su evolución. En los apéndices 6.6 y 6.7 se encuentra el análisis empírico de la capacidad utilizada. Finalmente, este libro cubre todos los temas relevantes de la economía, si bien en el capítulo 1 se resume la mayor parte del libro, son la primera y la segunda partes donde se encuentran los análisis y los debates desde un enfoque micro, de pensamiento económico y de economía abierta, y en la tercera parte se desarrollan diversos modelos macrodinámicos originales y con demostraciones empíricas. Debido a la situación de la economía mundial actual, recomendamos ampliamente la lectura de este libro en su versión en inglés o en español, a fin de entender las deficiencias de la economía convencional y así poder generar nuevas propuestas teóricas y metodológicas hacia futuro.