Introducción
¿Qué motiva el comercio de un mismo producto entre países? Esta pregunta es la motivación principal de este artículo, pues su respuesta no resulta obvia. Y es que, si una economía exporta café, ¿qué hace que de igual forma importe café? La intuición inmediata podría contestar que esta economía exporta e importa café de diferente calidad; es decir, importa café gourmet, pero exporta café no-gourmet. Aun cuando el café pueda tener relativamente la misma calidad, los consumidores podrían no estar de acuerdo en sus preferencias sobre algún atributo o variedad asociada al café que consumen y, en este caso, la economía podría exportar café de empaque rojo o de la marca A, pero importar café de empaque azul o de la marca B.
Cuando los productos se distinguen por una calidad distinta, en este caso café gourmet vs café no-gourmet, se suele denominar diferenciación vertical de productos, en la literatura de la organización industrial (Pepall, Richards y Norman, 2014; Belleflamme y Peitz, 2010); y su comercio se denomina comercio intrasectorial vertical, en la literatura del comercio internacional (Brodzicki, Jurkiewicz, Márquez-Ramos y Stanislaw, 2020; Le Duc y Taegi, 2020; Ito y Okubo, 2012; Aturupane, Djankov y Hoekman, 1999; Greenaway, Hine y Milner, 1995). Cuando los productos se distinguen por atributos y variedades, y los consumidores poseen preferencias heterogéneas entre los productos aun cuando puedan poseer relativamente la misma calidad, en este caso, café de empaque rojo o de la marca A vs café de empaque azul o de la marca B, se denomina diferenciación horizontal de producto, en la literatura de la organización industrial (Pepall et al. 2014; Belleflamme y Peitz, 2010); y su comercio se denomina comercio intrasectorial horizontal, en la literatura del comercio internacional (Brodzicki et al., 2020; Ito y Okubo, 2012; Aturupane et al., 1999 y Greenaway et al., 1995).
La literatura que ha examinado teóricamente el comercio internacional de productos, diferenciados horizontal y verticalmente, ha proporcionado dos explicaciones. La primera está basada en el modelo de Falvey (1981), este tipo de modelos justifica el intercambio vertical de productos por una restricción de oferta entre las dotaciones iniciales de los países, en un contexto de competencia perfecta. Así, este modelo explicaría el intercambio entre café gourmet y café no-gourmet, pero no puede explicar el intercambio entre café de empaque rojo o de la marca A, y el café de empaque azul o de la marca B. Por otro lado, los modelos que asumen competencia monopolística y preferencia por la variedad (véase Cieślik y Wincenciak, 2018; Baldwin y Harrigan, 2011; Bernard, et. al., 2011; Melitz, 2003), justifican el intercambio de productos diferenciados horizontalmente, pero están limitados para explicar el intercambio de la calidad. Así, estos modelos explicarían el comercio del café de empaque rojo o de la marca A y café de empaque azul o de la marca B, pero están limitados para explicar el intercambio de café gourmet y café no-gourmet.
Los modelos que explican el comercio de la calidad bajo competencia perfecta, están limitados esencialmente porque la demanda no juega un factor relevante, y son solo las dotaciones de factores productivos, las que determinan el comercio de la calidad de los productos. Así, estos modelos no están considerando la preferencia de los consumidores por la calidad. Por otro lado, los modelos que asumen competencia monopolística tienden a asumir que las preferencias provienen principalmente de la preferencia por la variedad y, por lo tanto, esto tiende a debilitar la modelación de la preferencia por la calidad1.
La literatura empírica que trata de medir el comercio intrasectorial horizontal y vertical, utiliza estos dos marcos teóricos por separado, para justificar sus resultados (Brodzicki et al., 2020; Azhar y Elliott, 2006; Schott, 2004; Aturupane et al., 1999; Greenaway et al., 1995). Esto representa una limitante pues utilizan simultáneamente dos teorías que asumen diferentes tipos de competencia para explicar sus resultados empíricos, siendo que podrían estar ligados a un tipo específico de competencia. En este artículo, se propone ofrecer un marco teórico unificado que pueda considerar simultáneamente el comercio de la calidad y el de la diferenciación horizontal de productos, asumiendo competencia oligopólica. La razón de utilizar un marco de competencia oligopólica, en lugar de un marco de competencia perfecta o competencia monopolística, se debe principalmente a tres motivos. En primer lugar, como argumentan Leahy y Neary (2020), se ha explorado poco teóricamente sobre el comercio internacional en mercados oligopólicos, siendo que existe evidencia de que el comercio está dominado por grandes empresas (véase Mayer y Ottaviano, 2008; Freund y Pierola, 2015).
La segunda razón se debe a que, tanto la competencia perfecta como la competencia monopolística asumen que las firmas están atomizadas y, por lo tanto, no tienen comportamientos estratégicos emanados de la interdependencia. Como argumenta Neary (2016), no considerar la interdependencia estratégica en el comercio internacional implica que las acciones de un gran competidor no van a tomarse en cuenta por otras empresas, siendo que Gabaix (2011) y Di Giovanni y Levchenko (2012) muestran la existencia de comportamientos interdependientes. La tercera razón se debe a que la presencia de economías de escala podría generar oligopolios naturales, es decir, mercados con un número limitado de empresas. En los modelos de competencia monopolística, se asume libre entrada simultáneamente con la presencia de economías de escala, siendo que existen resultados teóricos, que indican que incluso una cantidad insignificante de economías de escala es suficiente para que la entrada sea rentable, solo para un número limitado de empresas (véase Belleflamme y Peitz, 2010, p.123). Esta situación es más evidente cuando se introduce la calidad o diferenciación vertical de productos (véase Belleflamme y Peitz, 2010, p.124).
La literatura que estudia teóricamente el comercio internacional con un marco de competencia oligopólica (véase Eaton y Grossman, 1986; Lahiri y Ono, 2003; Zhou, 2010; Neary, 2016; Nakanishi, 2018; Leahy y Neary, 2020) se ha centrado en usar modelos tipo Cournot o Bertrand. Sin embargo, el modelo oligopólico de Hotelling puede resultar una opción igualmente relevante, pues permite examinar precisamente la diferenciación horizontal y vertical de un bien capturando simultáneamente la preferencia por la variedad y la preferencia por la calidad. Hasta donde pudimos revisar, no se han elaborado modelos teóricos de comercio internacional usando el modelo de Hotelling. Podemos aproximar dos motivos de su poco uso, el primero puede deberse a que los modelos citados usan el modelo de Bertrand para examinar la competencia en precios, lo que también les permite examinar la competencia en cantidades tipo Cournot, con una misma construcción analítica, sin embargo, la competencia en cantidades puede resultar complicada de examinarse y compararse con el modelo de Hotelling a partir de una misma construcción analítica. El otro motivo es que el modelo de Hotelling es usado principalmente como un modelo de localización espacial, lo que puede complicar su modelación o interpretación, para el caso específico del comercio internacional.
Parte de la innovación de este documento radica precisamente en examinar teóricamente el intercambio de la variedad y de la calidad de los productos con un marco de competencia a la Hotelling. Para solucionar los problemas del uso del modelo en el comercio internacional descritos en el párrafo anterior, simplemente, vamos a centrarnos exclusivamente en considerar la competencia en precios y vamos a interpretar la localización espacial del modelo como lo hacen Balart (2021), Aydinonat y Köksal (2019), Zhang, Yixue, Zhang, y Shuai (2018) y Kim (2012), quienes interpretan la ubicación como una forma más general de la diferenciación horizontal de productos. Así, un consumidor estará entre dos marcas, dos atributos o dos variedades, y sus “costos de transporte” medirán cuánto le disgusta comprar una marca, un atributo o una variedad menos preferida.
Posteriormente, ponemos a prueba nuestros resultados teóricos a través de una evaluación empírica, donde se construyen dos índices que tratan de capturar la calidad y la diferenciación horizontal de los productos. Los índices propuestos se diferencian de la literatura empírica del comercio intrasectorial (véase Brodzicki et al., 2020; Mukerji y Panagariya, 2019; Ito y Okubo, 2012; Azhar y Elliott, 2006; Schott, 2004; Aturupane et al., 1999; Greenaway et al., 1995), pues esta literatura utiliza el índice de Grubel y Lloyd para evaluar la intensidad del comercio intrasectorial y utilizan un cociente ajustado de valores unitarios, para aproximar el tipo de comercio intrasectorial2. Nuestros índices en cambio miden la brecha de precios y cantidades de forma ponderada, puesto que nuestros resultados teóricos vinculan estrechamente los precios y las cantidades producidas con el tipo de diferenciación de producto, esto nos permite identificar no solo el tipo de comercio intrasectorial en un producto, sino también si un país importa o exporta productos diferenciados horizontal y verticalmente. Además, nuestros resultados también permiten identificar las situaciones donde existe una interdependencia entre el comercio intrasectorial horizontal y el vertical. Por ejemplo, no solo podemos identificar mercados con un tipo específico de comercio intrasectorial (horizontal o vertical) como la literatura empírica descrita, sino que identificamos también cuándo un país es exportador (importador) de calidad, cuando un país es exportador (importador) de productos diferenciados horizontalmente, o cuando se exporta e importa simultáneamente productos diferenciados vertical y horizontalmente.
Nuestros resultados pueden verse reforzados por la evidencia encontrada por Di Comite, Thisse y Vandenbussche (2014); Vandenbussche (2014). Estos autores usan datos en el nivel empresa y estiman los mark-ups de los productos para aproximar la calidad, Vandenbussche (2014), textualmente mencionan: “Mostramos que la calidad puede ir en una dirección diferente a la cuota de mercado, es decir, los productos con las cuotas de mercado más grandes no necesitan tener la más alta calidad” (p.1). Nuestros resultados teóricos aceptan esa posibilidad, encontrada por los autores. Por lo tanto, la aportación fundamental de este artículo radica en dos elementos: un nuevo marco teórico que concilia los dos tipos de diferenciación de productos (vertical y horizontal) considerando simultáneamente la preferencia por la variedad y la preferencia por la calidad; y un nuevo método de medición del comercio intrasectorial, el cual, a partir de ese marco teórico, permite obtener resultados más precisos que los de la literatura empírica descrita.
La organización del artículo es la siguiente: la sección 2 elabora un modelo teórico de competencia oligopólica a la Hotelling, considerando simultáneamente la diferenciación horizontal y vertical de productos. La sección 3 comprende la parte empírica del análisis, se presentan dos índices que se desprenden del análisis teórico, y se presentan los resultados principales. La última sección concluye.
1. Un modelo simple de calidad a la Hotelling
Quizá el modelo que más pueda aproximarse a un modelo tipo Hotelling en el comercio internacional sea el de Lancaster (1980), pues puede aproximar casos de oligopolio en un modelo de competencia monopolística. Aquí se van a retomar algunos elementos de su análisis, pero principalmente se usarán los desarrollos de Belleflamme y Peitz (2010) y las interpretaciones de Balart, (2021), Aydinonat y Köksal (2019), Zhang, Yixue, Zhang y Shuai (2018) y Kim (2012). Se plantea desarrollar un modelo teórico que de manera simultánea capture la diferenciación horizontal y vertical de productos, así se podrán extraer conclusiones para cada tipo de diferenciación.
1.1 Diferenciación horizontal
Como supuestos generales del modelo, asumimos un marco de localización estándar a la Hotelling con dos firmas, una doméstica que produce un bien exportable y la otra foránea que produce un bien que es importado. Los consumidores están uniformemente distribuidos con una densidad unitaria en el intervalo [0,1], donde el número de consumidores es igual a N. Para simplificar el análisis, asumimos que
La localización será interpretada no de forma geográfica sino como una forma más general de diferenciación horizontal de productos, como lo hacen Balart (2021), Zhang et al., (2018) y Kim (2012) 3. Como ejemplo, piénsese que un consumidor está entre la marca A o la marca B, donde una de las dos representa su marca favorita, o la más cercana disponible. En medio del intervalo unitario, el consumidor será indiferente entre qué marca elegir, pues tanto la marca A como la marca B representan su variedad preferida. Por lo tanto, la localización representará en nuestro modelo la diferenciación horizontal entre el producto domestico que se exporta y el producto que es importado; es decir, este elemento va a capturar la preferencia por la variedad de los consumidores, y los “costos de transporte”, en este caso, medirán cuánto le disgusta al consumidor comprar una variedad menos preferida.
1.2 Firmas, diferenciación vertical y equilibrio
Asumimos que las firmas operan bajo economías de escala con la siguiente función de costos totales:
donde
donde
La utilidad indirecta del consumidor en el caso de que elija el bien foráneo será:
donde
Si
donde
donde
Se observa que los precios dependerán de los costos marginales, de la calidad y del grado de diferenciación horizontal de los productos. Algunas conclusiones generales de las ecuaciones (6) y (7) son las siguientes:
La calidad y la diferenciación horizontal de los productos le estarían dando poder de mercado a las firmas en un contexto de competencia oligopólica, por lo que ambos elementos componen el mark-up.
La calidad del producto de la competencia reduce el mark-up. Esto implica que la calidad de un producto aumenta su mark-up, pero disminuye el mark-up del producto de la competencia.
La diferenciación horizontal de la competencia tiene un efecto mayor sobre los precios que la diferenciación vertical5. Esto implica que incluso si una firma produce un bien de mejor calidad que otro, si la firma competidora es más eficiente diferenciándose horizontalmente, logrará compensar la menor calidad de su producto. En otras palabras, la variedad o marca de un producto podría hacer que una firma fuera más rentable, incluso si su competencia ofrece un producto de mayor calidad.
La eficiencia de las firmas también afecta a los precios en una proporción de 2 a 1. Esto implica que la eficiencia en costos puede determinar el tipo de competencia a seguir por cada firma pues si la diferenciación horizontal es más barata que la diferenciación vertical, la firma preferirá competir por la vía de variedad que de la calidad. En palabras sencillas, las firmas menos rentables o eficientes podrán quedarse en el mercado compitiendo con productos diferenciados horizontal o verticalmente según sus costos.
Si se obtiene las cantidades de equilibro se tendrán las siguientes ecuaciones:
Nótese que la firma que tenga el bien de mayor calidad tendrá mayor demanda que la competencia, incluso si tiene el precio más elevado. Nótese además que la firma más eficiente en costos producirá más. También se observa un trade-off entre la diferenciación horizontal y la cantidad producida, es decir, entre mayor diferenciación horizontal, mayor precio, pero menor cantidad producida.
Las ecuaciones (6)-(9) arrojan un único equilibrio de Nash. La unicidad del equilibrio se asegura debido a dos elementos. El primero es el supuesto de costos de transporte lineales, pues esto asegura que los resultados del equilibrio igualmente sean lineales como se observa en las ecuaciones (6)-(9). El segundo es el supuesto de una distribución poblacional uniforme entre los consumidores pues esto permite que la utilidad indirecta sea igualmente lineal.6
2. Contenido empírico del modelo
Los resultados de las ecuaciones (6)-(9) pueden usarse para examinar empíricamente la calidad de los productos en el mercado internacional. Puede notarse que las variables relevantes para el análisis serán por tanto los precios y las cantidades, esto se debe a que los resultados de equilibrio muestran que las diferentes combinaciones posibles entre estas variables pueden identificar la diferenciación horizontal o la calidad de los productos en un entorno de oligopolio. Por ejemplo, cuando existen precios diferenciados implica que hay competencia vía calidad de productos y en este caso se espera que la firma con mayor cantidad producida sea la que tenga el producto con la mayor calidad. No obstante, su competidora se espera que compense su baja calidad diferenciándose horizontalmente como respuesta. Al contario, el producto con la mayor calidad, pero con menor cantidad producida, será el producto que tenga un fuerte mark-up proveniente tanto de la calidad como de la diferenciación horizontal.
En consecuencia, en vez de seguir una construcción estándar como el índice de Grubel y Lloyd, se tratará de proponer una medición alternativa que trate de separar precisamente el precio y la cantidad de los productos para distinguir todos los casos posibles de interacción entre competidores. Cabe aclarar que la literatura empírica del comercio intrasectorial puede interpretar como un error de información o agregación la existencia de precios idénticos en un mismo producto (Brodzicki et al. 2020; Mukerji y Panagariya, 2019; Greenaway et al., 1995)7. Al margen de la existencia de posibles anomalías en la obtención de información o en la agregación de los productos, el modelo teórico aquí planteado sí acepta esa posibilidad, pues se muestra que los precios idénticos esconden una rentabilidad asimétrica que implica una mejor capacidad de las firmas para diferenciarse horizontalmente. Bajo esta situación, nuestros resultados predicen que quien tenga una mayor cantidad producida será la firma con menor mark-up, pues de esa forma logra permanecer en el mercado, precisamente, por esta razón hay que considerar por separado los precios y las cantidades de los productos.
2.1 Dos índices para identificar la calidad de productos
Se proponen dos índices, uno para precios y otro para cantidades. Las ecuaciones para ambos quedan definidas a continuación:
donde x indica el producto exportado y m el producto importado. Se cumple, además, que
Casos | Precios | Cantidades | Índices | Resultado teórico | Conclusión |
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1 |
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Mark-up de la exportación se ajusta al de la importación | Se importan productos diferenciados horizontalmente |
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Mark-up de la importación se ajusta al de la exportación | Se exportan productos diferenciados horizontalmente | ||
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2 |
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Mark-up de la exportación fuertemente influenciado por la calidad, mark-up de la importación fuertemente influenciado por la variedad | Se exporta calidad (productos diferenciados verticalmente) |
| |||||
3 |
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Mark-up de la exportación fuertemente influenciado por la diferenciación horizontal y la calidad | Se exportan productos diferenciados vertical y horizontalmente | |
| |||||
4 |
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Mark-up de la importación fuertemente influenciado por la diferenciación horizontal y la calidad | Se importan productos diferenciados vertical y horizontalmente |
| |||||
5 |
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Mark-up de la importación fuertemente influenciado por la calidad, mark-up de la exportación fuertemente influenciado por la variedad | Se importa calidad (productos diferenciados verticalmente) | |
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Fuente: Elaboración propia.
La tabla 1 muestra los casos más relevantes que son resultado del modelo teórico. En primer lugar, recuérdese que por diferenciación vertical de productos nos referimos a la calidad del mismo, en nuestro ejemplo recurrente, piénsese en un café gourmet vs un café que no lo sea, el primero será de mayor calidad que el segundo. Por otro lado, la diferenciación horizontal de productos se refiere a una situación donde los productos se distinguen por atributos, marcas o variedades, y los consumidores no están de acuerdo en cual marca o variedad representa su favorita incluso si los productos poseen la misma calidad. Siguiendo el mismo ejemplo, en este caso se tendrá el café de la variedad o marca A, vs. café de la variedad o marca B. En la tabla 1, por lo tanto, es posible distinguir cuando una economía está importando café gourmet (que diremos que está importando calidad o productos diferenciados verticalmente), o cuando está exportando marcas o variedades (que diremos está exportando productos diferenciados horizontalmente).
Los resultados de la tabla se descomponen en un total de cinco casos, mismos que se relacionan con los índices propuestos para extraer conclusiones específicas. Por ejemplo, se observa que cuando el indicador de precios es igual a cero, pero el indicador de cantidades es positivo, se concluye que se están importando productos diferenciados horizontalmente puesto que el mark-up domestico (el de la exportación) es menor que el de la importación. Lo contrario ocurre cuando el indicador de cantidades es negativo, y el indicador de precios es igual a cero. Para comprender con mayor exactitud la relación del modelo teórico con los índices propuestos valdría la pena examinar cada caso en cuestión:
Si igualamos la ecuación (6) y (7) asumiendo que
Considerando que
Este resultado recuerda a una interpretación de Ros (2015, p. 9) sobre la competencia de bienes comerciables: “Su baja capacidad para transmitir a precios los cambios de costos y la especificidad de los cambios en estos, hacen que el sector de comerciables sea un sector de márgenes de beneficio flexibles y precios exógenos.” Sin embargo, en el modelo se muestra que no es por una competencia muy intensa entre las firmas, sino precisamente el mark-up se torna flexible por una competencia oligopólica.
Obteniendo las cantidades de equilibrio para este caso, tendremos:
considerando que
Si se tiene una situación donde el precio del bien doméstico es mayor al precio del bien foráneo, y la demanda por el bien doméstico es mayor a la demanda por el bien foráneo, necesariamente se tienen que cumplir las siguientes desigualdades, que vienen de asumir
Se observa en la ecuación (15), que para que se cumpla la desigualdad se tiene que cumplir principalmente que
En una situación donde
Por último, en la ecuación (16), se observan los mismos resultados pues los parámetros de la calidad afectan el doble que los parámetros de la diferenciación horizontal de producto. Nótese también que los costos afectan en este caso al mismo nivel que la calidad, es decir, dos a uno. Entonces, la demanda del producto doméstico es mayor porque ofrece un producto de mayor calidad, o bien, porque el producto foráneo compite fuertemente vía variedad o diferenciación horizontal. En una situación donde
En este caso, se tienen que mantener los mismos resultados de la ecuación (15) en el caso de la calidad, es decir, se debe cumplir principalmente que
Los casos donde
Para el caso donde se cumple en el modelo
2.2 Probando los índices: datos, fuentes y método
Para poner a prueba los índices propuestos se usará la base de datos International Trade Database at the Product Level (BACI), elaborada por el Centre for Prospective Studies and International Information (CEPII, 2021), esta base ofrece datos detallados de comercio para más de 5000 productos y 200 países. La base tiene la ventaja de integrar los costos de transporte de bienes, eliminar la doble contabilidad inherente del comercio y presenta los datos en términos de una moneda única, el dólar estadounidense. Se usan los datos en su versión más desagregada posible, esto es, un nivel de seis dígitos (en particular se usa el sistema armonizado versión HS17). Para aproximar los precios, se usó el cociente del valor de las exportaciones/importaciones y la cantidad exportada/importada. Temporalmente se usa el dato más reciente posible, el año 2018. Dado que se tiene un stock de datos de casi 8 millones únicamente para el año 2018, la tabla 2 presenta solo algunos productos y países seleccionados aplicando los índices de las ecuaciones (10) y (11). La elección de los productos y de los países es arbitraria en su mayoría, aunque se apoya en The Observatory of Economic Complexity (OEC, 2021) para guardar una correlación entre países y productos.
Código | Producto | Brasil | Colombia | Costa Rica | México | España | Francia | ||||||
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Ip | Iq | Ip | Iq | Ip | Iq | Ip | Iq | Ip | Iq | Ip | Iq | ||
90111 | Café: no tostado ni descafeinado | -0.89 | 1.00 | 0.32 | 0.84 | 0.43 | 0.89 | 0.22 | 0.58 | 0.22 | -0.91 | 0.06 | -0.95 |
90121 | Café: tostado, no descafeinado | -0.55 | -0.11 | -0.35 | 0.96 | 0.62 | -0.70 | -0.30 | 0.37 | -0.09 | -0.36 | -0.01 | -0.13 |
220410 | Vino espumoso | -0.04 | -0.90 | -0.22 | -0.97 | -1.00 | 0.00 | 0.18 | -0.89 | -0.44 | 0.83 | 0.42 | 0.84 |
220421 | Vino no espumoso | -0.24 | -0.93 | 0.40 | -1.00 | 0.16 | -0.99 | 0.21 | -0.98 | -0.05 | 0.92 | 0.05 | 0.83 |
330300 | Perfumes y aguas de tocador | 0.03 | -0.84 | -0.35 | 0.72 | -0.07 | -0.96 | -0.48 | 0.21 | 0.04 | 0.36 | 0.02 | 0.86 |
330741 | Perfumes y desodorantes | 0.42 | -0.92 | 0.62 | -1.00 | -1.00 | 0.00 | 0.39 | -0.98 | 0.21 | -0.47 | 0.48 | 0.15 |
610442 | Vestidos de algodón, de punto o de ganchillo | 0.42 | -0.79 | 0.21 | -0.81 | 0.52 | -1.00 | 0.04 | -0.65 | 0.23 | -0.40 | 0.15 | -0.49 |
620442 | Vestidos de algodón (excepto de punto) | 0.61 | -0.97 | 0.04 | -0.44 | 0.69 | -0.99 | -0.10 | -0.41 | 0.28 | -0.41 | 0.25 | -0.47 |
847149 | Computadoras portátiles | -0.20 | -0.91 | 0.08 | -0.99 | 0.17 | -0.97 | 0.01 | 0.56 | -0.13 | -0.74 | 0.12 | -0.49 |
851761 | Teléfonos para redes celulares u otras redes inalámbricas | -0.43 | 0.54 | 0.07 | -0.98 | 0.41 | -0.99 | 0.21 | -0.52 | 0.05 | -0.74 | 0.14 | 0.01 |
870324 | Carros no eléctricos | 0.07 | -0.87 | -0.25 | -0.91 | 0.73 | -0.96 | 0.34 | -0.44 | 0.07 | -0.63 | 0.13 | -0.52 |
870380 | Carros eléctricos | -0.08 | -0.99 | -0.02 | -0.99 | -1.00 | 0.00 | -0.09 | 0.88 | 0.05 | -0.04 | -0.03 | 0.25 |
901819 | Instrumentos y aparatos médicos, quirúrgicos: aparatos de formación de imágenes por resonancia magnética | 0.44 | -0.97 | -0.05 | -0.92 | -0.12 | 0.82 | 0.38 | 0.76 | 0.24 | -0.70 | -0.31 | -0.14 |
901831 | Instrumentos y aparatos médicos, quirúrgicos: aparatos de electro diagnóstico | 0.25 | -0.89 | -0.14 | -0.65 | 0.94 | -0.64 | 0.67 | 0.11 | -0.33 | 0.46 | 0.10 | -0.03 |
940330 | Mobiliario: metal, para uso de oficina | -0.39 | 0.73 | -0.29 | 0.07 | 0.11 | -0.84 | 0.27 | 0.20 | 0.11 | 0.15 | 0.03 | -0.68 |
940350 | Mobiliario: de madera, para uso de oficina. | -0.15 | 0.98 | 0.31 | -0.08 | 0.01 | -0.90 | -0.02 | 0.74 | 0.24 | -0.45 | 0.07 | -0.57 |
3. Resultados
De la tabla 2 podemos extraer información relevante para identificar la calidad y la diferenciación horizontal de los productos. Por ejemplo, Brasil es el mayor exportador de café en el mundo (OEC, 2021), y esto se ve reflejado en el indicador de cantidad, pues el café no tostado alcanza un valor de uno. Sin embargo, el café que exporta es más barato que el café que importa, y esto se refleja en el indicador de precio, pues este tiene un valor elevado (-0.9 para el caso del café no tostado). Con estos resultados y usando la tabla 1, se puede concluir que Brasil importa tanto calidad como variedad en el caso del café no tostado. En el caso del café tostado, se puede concluir que Brasil importa calidad, es decir que está importando café tostado estilo gourmet, pero está exportando café tostado de baja calidad.
El caso de Brasil contrasta con el de Costa Rica en el caso del café, pues se puede concluir que Costa Rica exporta café tostado estilo gourmet, aunque con una fuerte influencia también de la diferenciación horizontal, es decir, los consumidores de café tostado costarricense toman en cuenta, además de la calidad, la marca del café o demás atributos. Esto se observa en los indicadores de precio (0.62) y de cantidad (-0.70). En el caso del café no tostado, se puede concluir que Costa Rica exporta café tipo gourmet, y en este caso la diferenciación horizontal no influye como lo hace en el caso del café tostado. Esto es así dado los signos de los indicadores de precio (0.43) y cantidad (0.89).
Los casos de Colombia y México en el café son similares en los signos de los indicadores de precio y cantidad, aunque obviamente los de cantidad en Colombia son más elevados pues la cantidad exportada es mayor que en México. Se puede concluir que ambos países exportan calidad en el caso del café no tostado, o dicho, en otros términos, exportan café estilo gourmet. Sin embargo, ambos países importan café tostado gourmet o de una marca preferida, es decir, importan calidad y café diferenciado horizontalmente. Algo similar pasa con el caso del café francés, pues se observa que sus indicadores de precios tienden a cero, y los indicadores de cantidad son negativos, esto implica concluir que Francia tiende a exportar más café horizontalmente diferenciado, que café de mejor calidad.
En el caso del vino, México y Francia presentan diferencias y similitudes en sus indicadores. Para Francia, se puede concluir que exporta calidad. Esto se observa porque sus indicadores de precios son positivos y los de cantidad son negativos. En cambio, México exporta tanto calidad como diferenciación horizontal. En el caso específico del vino espumoso se observa que Francia tiene indicadores para precio y cantidad más elevados que México, por lo que se puede inferir que la calidad es mayor en el caso del primer país que para el segundo. Es decir, los consumidores identifican los vinos de Francia de mejor calidad que los de México, pero reconocen que ambos son de buena calidad.
En el caso de los perfumes y desodorantes, se observa que Francia tiene un caso similar, es decir, exporta calidad. No obstante, en el caso de los perfumes y aguas de tocador, se observa que el indicador de precios esta cercano a cero, lo que implica concluir que Francia exporta productos diferenciados horizontalmente en este rubro. Para el caso de México, se observa que sus indicadores reflejan que es importador de calidad y de marcas preferidas en perfumes y aguas de tocador.
Francia y España son exportadores de calidad y de marca o atributos, en el caso de los vestidos de algodón; y presentan indicadores similares, tanto en signo como en magnitud. En el caso de los muebles, España se distingue de Francia, pues se puede concluir que el primero exporta calidad, pero el segundo exporta diferenciación horizontal. En términos intuitivos, se podría aproximar como verdadero el siguiente enunciado: los muebles de España tienen mejor calidad, pero los muebles de Francia son demandados por la marca, la variedad o algún atributo, como la estética de los muebles.
En la tabla 2, también se incluyen algunos bienes tecnológicos donde la calidad juega un papel central, pero no se descarta la diferenciación horizontal. Por ejemplo, en el caso de los carros no eléctricos, se observa que México tiene un indicador de precios de 0.34 y un indicador de cantidad de -0.44, esto indica que México exporta calidad y marca (diferenciación horizontal) en lo referente a vehículos no eléctricos. No obstante, se observa que México importa calidad y marca en el caso de los vehículos eléctricos, pues tiene un indicador de precios de -0.09 y un indicador de cantidad de 0.88. Nótese además que el indicador de precios está muy cercano a cero, esto indicaría que la competencia en este mercado está más fuertemente influida por la diferenciación horizontal, o sea la variedad o marca, que por la calidad del producto. Nótese también el caso de España, pues sus indicadores de precios en el caso de los vehículos están muy cercanos a cero, pero los de cantidades son negativos, esto significa que este país exporta vehículos diferenciados horizontalmente.
Por último, se observa que para computadoras portátiles México tiende a importar diferenciación horizontal. En el caso de los teléfonos, se observa que México exporta calidad y variedad, aunque sus indicadores son bajos, es decir, marginalmente tiende a exportar teléfonos de mejor calidad o de alguna marca preferida por los importadores. En el caso de Costa Rica y los instrumentos médicos, que componen el 20% de sus exportaciones totales de acuerdo con el OEC; se muestra que este país exporta calidad en el caso de los aparatos de electro diagnóstico, pero importa calidad y marca (diferenciación horizontal) en los aparatos de formación de imágenes por resonancia magnética.
4. Discusión
Nuestros resultados empíricos tienen la ventaja de derivarse de un marco teórico único, que explica tanto el comercio de la calidad como el comercio de la diferenciación horizontal de los productos. La literatura empírica explica sus resultados del comercio de la calidad con modelos que asumen competencia perfecta, y explica los resultados del comercio horizontal con modelos que asumen competencia monopolística. Con la presencia de economías de escala en el comercio internacional, la demanda se torna relevante por lo que tanto las exportaciones como las importaciones pueden reflejar la preferencia por la calidad de los consumidores, elemento que es difícil de capturar con ambos marcos teóricos.
Los índices propuestos a partir de ese marco teórico unificado logran avanzar en la literatura empírica del comercio intrasectorial pues nos permiten no solo estimar la intensidad del comercio intrasectorial, o identificar cuándo este es vertical u horizontal, como la literatura empírica; sino que nos permiten obtener la dirección de ese comercio intrasectorial. En efecto, nuestros índices pueden capturar cuando se exporta calidad o cuando se exportan marcas o variedades, incluso pueden capturar cuándo se exporta (o importa) productos de alta calidad y de una marca que es fuertemente preferida por los consumidores.
No solo eso, la evaluación empírica y el marco teórico permiten identificar y descomponer el mark-up de las firmas ante una situación específica de comercio intrasectorial. Esto puede verse reforzado por la evidencia encontrada por Di Comite, Thisse y Vandenbussche (2014), con datos en el nivel de empresa, y, estiman los mark-ups de los productos para aproximar la calidad. Vandenbussche (2014), textualmente menciona: “Mostramos que la calidad puede ir en una dirección diferente a la cuota de mercado, es decir, los productos con las cuotas de mercado más grandes no necesitan tener la más alta calidad.” (p.1). Nuestros resultados teóricos y empíricos aceptan esa posibilidad encontrada por los autores.
Conclusiones
La calidad de productos es un elemento que ha debilitado las teorías del comercio internacional. Un elemento clave para tratar de examinar este problema es la organización industrial, teoría que ha estudiado extensamente la calidad de productos. El modelo que el matemático Harold Hotelling le heredó a la economía, podría ayudar a examinar la calidad de productos y, a la par, considerar un mercado internacional dominado por los oligopolios, las barreras a la entrada y el comportamiento estratégico de las firmas.
En este documento, en lugar de considerar un entorno de competencia perfecta o competencia monopolística como se hace en el estudio del comercio internacional, se usó el modelo de Hotelling pues tiene la capacidad de analizar simultáneamente la preferencia por la calidad y la preferencia por la variedad, capturando tanto la calidad como la diferenciación horizontal de los productos. En términos generales, el artículo concluye que la calidad de los productos se refleja tanto en los precios como en las cantidades producidas. Su balance, por tanto, puede otorgar información sobre el tipo de diferenciación de producto que se comercia. Por ejemplo, cuando en un mismo producto el precio exportado es mayor al de la importación, pero se importan mayores cantidades de los que se exportan, se estaría exportando un producto de alta calidad y de una marca o variedad que es fuertemente preferida por los consumidores.
Estos resultados teóricos ayudaron a construir dos índices que logran capturar el balance en precios y cantidades exportadas e importadas de un mismo tipo de producto. A partir de estos indicadores, se desarrolló una evaluación empírica para algunos países y productos seleccionados, tratando de examinar la calidad de productos. Como ejemplos, se puede concluir que Costa Rica tiende a exporta café de alta calidad, tipo gourmet, mientras que Brasil importa calidad, es decir, importa café tipo gourmet.
Estos resultados son un primer paso para capturar y aproximar a cabalidad el comercio de la calidad de productos. Creemos que es un avance en esa dirección, pero se requiere una validación robusta para una arista más amplia de productos, así como también usar información aún más desagregada para aproximar, con un grado de precisión aún más exacta, los precios de los productos que se encuentran en un nivel plenamente microeconómico.