Antecedentes
La rinitis alérgica es la forma más común de rinitis no infecciosa, afecta aproximadamente entre 10 a 30 % de los adultos y 40 % de los niños en el mundo. Esta enfermedad ha cobrado importancia debido al aumento de su prevalencia y su relación con comorbilidades como el asma e infecciones crónicas de las vías respiratorias altas. Es una de las enfermedades crónicas e incapacitantes más comunes y tiene un alto impacto económico con repercusiones en la calidad de vida de los pacientes. Es producida por una reacción de hipersensibilidad a aeroalérgenos tales como ácaros del polvo, pólenes, caspa de animales, hongos, entre otros, y sus síntomas principales son rinorrea, estornudos, prurito y obstrucción nasal.1,2
En Latinoamérica, la prevalencia de rinitis alérgica es alta. El estudio ISAAC reportó 37.6 % de prevalencia, con incremento anual de 0.8 % en los últimos años. La prevalencia de rinitis alérgica en la población general en México varía de 24 % en el Norte de México a 47 % en la Ciudad de México.3,4
Aguascalientes está situado en el centro del país, tiene alrededor de un millón de habitantes; con clima semiárido, la temperatura anual oscila entre 0 y 33º C, y la precipitación pluvial anual es de 526 mm. Este estado se encuentra situado a 21° 52′ Norte y 102° 17′ Oeste, a una altitud de 1871 m. No existen estudios de la población de esta zona acerca de la sensibilización en rinitis alérgica.5
El objetivo de la investigación que se presenta fue describir los datos de sensibilización a aeroalérgenos obtenidos mediante pruebas cutáneas de pacientes con rinitis alérgica atendidos en una clínica privada de Aguascalientes.
Método
Estudio descriptivo, transversal y retrospectivo de pacientes previamente diagnosticados con rinitis alérgica conforme los criterios de la guía ARIA, de uno y otro sexo y de cualquier edad, que acudieron a consulta. La población estudiada fue mayoritariamente del estado de Aguascalientes y una minoría de comunidades colindantes de estados vecinos. Los pacientes fueron evaluados en una clínica privada de alergia e inmunología en el estado de Aguascalientes entre enero y diciembre de 2018; los datos se clasificaron por tipo de alérgeno, edad y sexo de los pacientes.
Pruebas cutáneas
Las pruebas cutáneas se realizaron con lancetas desechables (Alk-Abelló®, Estados Unidos), con los siguientes 32 extractos alergénicos (Alk-Abelló® Estados Unidos y Alerquim®, México): ocho tipos de pastos (Cynodon dactylon, Holcus lanatus, Lolium perenne, Phleum pratense, Paspalum notatum, Poa pratensis, Zea Mays, Sorghum spp.);14 tipos de árboles (Fraxinus excelsior, Quercus ilex, Cupressus sempervirens, Prosopis juliflora, Platanus hispánica, Eucalyptus globulus, Alnus gluticosa, Juniperus communis, Acacia spp., Ulmus minor, Cedrus spp., Populus spp., Ligustrum lucid); cinco tipos de malezas (Artemisia vulgaris, Amatanthus caudatus, Ambrosia artemisiifolia, Chenopodium album, Salsola kali); dos tipos de ácaros del polvo (Dermatophagoides pteronyssinus, Dermatophagoides farinae); dos animales (perro y gato) y dos tipos de hongos (Aspergillus fumigatus y Alternaria alternata).
Se utilizó solución salina de glicerol y 1 mg/mL de fosfato de histamina como controles negativo y positivo, respectivamente. Las lecturas se realizaron a los 15 minutos, en las que se registró el tamaño de las ronchas; las > 3 mm respecto al control negativo se consideraron positivas. Los antihistamínicos se suspendieron siete días antes de la realización de las pruebas cutáneas.
Todo lo anterior fue realizado con consentimiento informado previo por parte de pacientes y tutores o cuidadores.
Resultados
En este estudio fueron incluidos 350 pacientes, de los cuales 159 (45.4 %) fueron mujeres y 191 (54.6 %) hombres, la mediana de edad fue de 17.7 años y el rango de edad fue de 1 a 78 años.
Los aeroalérgenos más frecuentes fueron los pastos (74.8 %), seguidos de pólenes de árboles (64.8 %), ácaros del polvo Dermatophagoides pteronyssinus (64 %) y Dermatophagoides farinae (22.3 %), malezas (32 %), epitelios de gato (20 %) y perro (11.5 %) y, por último, hongos (5.3 %) (figura 1).
De acuerdo con las pruebas cutáneas positivas, los pastos más prevalentes fueron Cynodon dactylon (64.8 %), Phleum pratense (47.4 %), Paspalum spp. (45.4 %), Holcus lanatus (40.8 %), Poa pratensis (19.7 %), Lolium perenne (15.5 %), Sorghum spp. (14.8 %) y Zea Mays (9.14 %).
Entre los pólenes de los árboles los más frecuentes se identificaron los de Fraxinus excelsior (44 %), Quercus ilex (33.7 %), Prosopis juliflora (17.7 %), Alnus gluticosa (8 %), Acacia spp. (5.8 %), Cupressus sempervirens (5.4 %), Populus spp. (4.2 %), Cedrus spp. (3 %) y Ligustrum lucidum (0.5 %).
Los pólenes de las malezas encontrados fueron de Amaranthus caudatus (14 %), Chenopodium album (10.5 %), Artemisia vulgaris (10 %), Ambrosia artemisiifolia (8.2 %) y Salsola kali (1.7 %).
Los alérgenos de interiores más comunes fueron los ácaros de polvo Dermatophagoides pteronyssinus (64 %) y Dermatophagoides farinae (22.3 %) , así como epitelios de gato (20 %) y perro (11.5 %). Los hongos positivos más frecuentes fueron Aspergillus fumigatus y Alternaria alternata (5.3 %) (figura 2).
En este estudio, el grupo de edad que predominó fue el de menores que 20 años (67.1 %), seguido de los grupos 21 a 40 años (22.5 %), 41 a 60 años (8.2 %) y > 70 años (2 %) (cuadro 1).
Discusión
Conocer los alérgenos que participan en la fisiopatología de la rinitis alérgica y sus exacerbaciones clínicas es primordial, ya que permite establecer medidas de prevención y una mejor planeación terapéutica, considerando la inmunoterapia específica como tratamiento modificador de la enfermedad. Este es el primer estudio en reportar los datos de sensibilización a aeroalérgenos mediante pruebas cutáneas de pacientes con rinitis alérgica en Aguascalientes.
En la región no existen datos de la diversidad o carga de pólenes o esporas de hongos que permitan evaluar el nivel de exposición que sufren sus habitantes o identificar el tipo de aeroalérgenos con más posibilidades de producir sensibilización. Este estudio hizo posible la caracterización aproximada de pólenes o esporas de hongos de la región, información con la que será posible mejorar la atención de los pacientes con rinitis alérgica.
Los perfiles de sensibilización alergénica están ligados a las diferentes zonas climáticas. La amplia variedad en la sensibilización a aeroalérgenos puede ser explicada por las diferencias en humedad y temperatura en las diferentes regiones de un país. La combinación de exposición a estímulos ambientales (determinada por las precipitaciones pluviales, humedad, altura sobre el nivel del mar y temperatura) influyen directamente en la sensibilización específica a los alérgenos en la región, lo que da lugar a las similitudes y contrastes entre las investigaciones reportadas en la literatura y nuestro presente estudio.6,7,8
El aeroalérgeno más encontrado fue Cynodon dactylon, seguido de Phleum pratensis y Dermatophagoides pteronyssinus, a diferencia de lo identificado en otros estudios, como el realizado en el área metropolitana de Guadalajara, donde el aeroalérgeno más prevalente fue Dermatophagoides pteronyssinus, seguido de Amaranthus palmeri. En un hospital de Culiacán, los aeroalérgenos más prevalentes fueron Dermatophagoides pteronyssinus y Dermatophagoides farinae.7,9
En una investigación llevada a cabo por Larenas Linnemann et al. se encontró que los aeroalérgenos más prevalentes de forma general en México, tomando en cuenta sus seis diferentes zonas climáticas fueron los ácaros del polvo Dermatophagoides mix (pteronyssinus y farinae), seguidos de los pólenes de los árboles, pastos, malezas y, por último, hongos. En la zona semiárida con áreas para la agricultura, donde se ubica el estado de Aguascalientes, en primer lugar los aeroalérgenos sensibilizantes más comunes fueron los pólenes de árboles y en segundo lugar los pastos; a diferencia de este estudio donde el pasto Bermuda (Cynodon dactylon) fue el más prevalente, seguido del ácaro del polvo Dermatophagoides pteronyssinus y el pasto Timothy (Phleum pratense). En nuestro estudio se observó mayor frecuencia de sensibilización a los ácaros del polvo que en otros lugares de la misma zona climática.6
Nuestros hallazgos coinciden con la sensibilización global a pólenes de pastos: el pasto más común en el continente americano es el tipo Bermuda (Cynodon dactylon); en Europa es más común la sensibilización al pasto Timothy (Phleum pratense). Este resultado impacta directamente en la indicación de la inmunoterapia, considerando al Cynodon dactylon como un componente fundamental de la subfamilia Chloridoideae, acompañado de Phleum pratense como representante de la subfamilia Pooideae.10
Los pólenes de árboles predominantes en nuestro estudio fueron los de Fraxinus excelsior y Quercus ilex, lo que coincide con los datos publicado por Larenas Linnemann et al., lo que nos permite sugerir tratamiento específico para la región con representantes de los fagales y las oleáceas, principalmente por los patrones de reactividad cruzada.11
Probablemente el alérgeno interior más común y mejor estudiado en todo el mundo es el ácaro del polvo Dermatophagoides pteronyssinus, una vez considerado el ácaro europeo, y Dermatophagoides farinae, considerado el ácaro de América del Norte; ambos son los más comunes en todo el mundo. En análisis anteriores hasta 95 % de los pacientes con síntomas respiratorios demostró reacción alérgica a los ácaros.10,11
El porcentaje de sensibilización a los ácaros puede variar según la situación climática, por ejemplo, en un estudio llevado a cabo en Mérida, Yucatán, Baeza et al. encontraron que 75 % de los pacientes era sensible a los ácaros. En la Habana, Cuba, Águila De la Coba et al. publicaron una investigación que incluyó a 33 pacientes con asma o rinitis alérgica; encontraron sensibilidad de 93 y 84.8 % a pteronyssinus y farinae, respectivamente, en contraste con nuestra frecuencia de 64 y 22.3 %, respectivamente. Nuestra tasa más baja de sensibilización a ambas especies de ácaros, comparada con la de otras regiones más húmedas del país, es consistente con la naturaleza ubicua del alérgeno, las características del clima y la baja humedad en la región, factores que impactan en la frecuencia de sensibilización a los ácaros.12,13
En conclusión, los resultados de nuestra investigación muestran los aeroalérgenos más prevalentes en la región de Aguascalientes, México: en primer lugar el pasto Bermuda (Cynodon dactylon), seguido del ácaro de polvo Dermatophagoides pteronyssinus y, en tercer lugar, el pasto Timothy (Phleum pratense). Este estudio es el primero de su tipo en Aguascalientes y sirve para definir los patrones regionales de sensibilización, facilitando la detección a través de pruebas cutáneas y monitoreo de pólenes y una mejor prescripción del tratamiento específico con inmunoterapia.