Sr. Editor:
En el número de mayo-junio de 2021, José Vivas-Giraldo y Juan Bravo-Acosta1 resaltaron la importancia de la realización de campañas de tamizaje para el diagnóstico y el tratamiento temprano de la retinopatía diabética (RD), la cual suele ser una enfermedad asintomática y solo se manifiesta cuando el paciente se encuentra en etapas muy avanzadas; por esa razón, continúa siendo una de las principales causas de pérdida de visión y ceguera prevenible en personas entre los 20 y 74 años de edad. Asimismo, es imprescindible el reconocimiento de los factores asociados para el desarrollo de esta complicación2.
Dentro de estas campañas de tamizaje, consideramos importante la inclusión de pacientes de grupos etarios más jóvenes, ya que en este estudio solo se incluyeron pacientes de 54 a 69 años y se ha visto que la población con diabetes mellitus tipo 1, durante la pubertad, tiene mayor riesgo de desarrollar esta complicación. Igualmente, las mujeres embarazadas tienden a presentar un empeoramiento de la RD durante la gestación y el primer año posparto2.
Otra variable que nos resulta de sumo interés es la asociación entre niveles altos de hemoglobina glucosilada (HbA1c) y retinopatía diabética. Vemos que la mediana de HbA1c encontrada en pacientes con RD fue de 8,2 mg/dl, mientras que en el grupo sin RD fue de 7,2 mg/dl. Esto se relaciona con el estudio de Alghamdi et al.3, que describe una prevalencia de hasta el 88% de RD en pacientes con valores elevados de HbA1c. En este último estudio también encuentran una relación entre niveles altos de lipoproteínas de baja densidad (LDL) y riesgo de RD, por lo que es otro factor que debe tenerse en cuenta3.
Consideramos también importante el detalle de los parámetros utilizados para medir el daño renal. Se ha encontrado relación entre el riesgo de RD y la tasa de filtración glomerular estimada menor de 60 ml/min/1,73 m2 y la relación albúmina/creatinina elevada. Además, se ha planteado que la anemia y la enfermedad renal crónica pueden tener un efecto conjunto que se asocie a mayor riesgo de RD. Al ser un valor fácilmente medible, consideramos que la hemoglobina podría ser incluida en posteriores estudios4.
Por último, queremos señalar que estudios como este nos recuerdan la importancia del abordaje interdisciplinario y de la intervención educativa precoz en los pacientes diabéticos, ya que, como podemos observar en este estudio, solo un 33% de ellos tenían algún conocimiento acerca de esta complicación.